Red Nacional de Investigadores en Comunicación

III Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación
"Comunicación: campos de investigación y prácticas"


Imagen y escritura en el espacio escolar

Morabes, Paula/Poliszuk, Sandra

Facultad de Periodismo y Comunicación Social- Unlp.

Introducción:

Pensar lo audiovisual como lenguaje, como realización sintáctica con características propias nos sitúa inmediatamente en el terreno de la tecnología que le sirve como soporte y en parte la constituye como tal. Mientras que por un lado emergen nuevos modos de producir conocimiento a través de tecnicidades que se convierten en mediadoras de nuevas sensibilidades y saberes, por otro lado, la tecnología, como técnica del comunicar, se unifica y desvincula de las demandas sociales respondiendo a su propia lógica instrumental, en un proceso de deslocalización o hibridación de culturas y de concentración de poder.

Con la irrupción de nuevas tecnologías en los escenarios escolares se plasman contradicciones en torno a lo escritural, propio al modelo y la praxis comunicativa de la escuela, y lo audiovisual; tendiendo a considerarse como dominios enfrentados, en tanto opera en los ámbitos educativos una visión instrumentalista de la tecnología, que termina fortaleciendo y reproduciendo un proceso de marginación sociocultural. "De ese modo, una educación que ve en los medios sus peores enemigos acaba siendo su más perversa aliada" (Barbero, 1997: 20). Frente a las visiones que la escuela produce sobre la tecnología y los lenguajes audiovisuales, se hace necesario entonces considerar lo tecnológico desde un marco más amplio.

Algunos recorridos en la relación tecnología y lenguajes

Walter Ong (1982; 1987, pp.82-83) sitúa a las discusiones "tecnología/anti-tecnología" ya en las críticas realizadas por Platón contra la escritura en el Fedro (274-277) y en la Séptima Carta. La escritura es, según Platón hace decir a Sócrates, inhumana al pretender establecer fuera del pensamiento lo que en realidad sólo puede existir dentro de él, un objeto, un producto manufacturado. En segundo lugar, afirma el Sócrates de Platón, la escritura destruye la memoria, debilita el pensamiento y en tercer lugar un texto escrito no produce respuestas. Por último, y de acuerdo a la mentalidad de las culturas orales Platón, a través de Sócrates, imputa a la escritura el hecho de que la palabra escrita no puede defenderse como sí puede hacerlo la palabra hablada, "natural": el habla y el pensamiento reales siempre existen esencialmente en un contexto de ida y vuelta entre personas. La escritura es vista como pasiva; fuera de dicho contexto, en un mundo irreal y artificial. Siguiendo el análisis de W. Ong, la imprenta recibió las mismas acusaciones: Hierónimo Squarciafico, también argumentó, en 1477, que ya la "abundancia de libros hace menos estudiosos a los hombres" (citado en Lowry,979,pp.29-31) "destruye la memoria y debilita el pensamiento". En sentido similar fueron los cuestionamientos de la Iglesia a la imprenta. La condena provenía de considerar a la imprenta como una tecnología agregada a la naturaleza humana, respecto a la escritura manual vista como más propia de lo humano. El reemplazo de los escribas por la imprenta de tipos móviles condujo interactivamente a un cambio en las percepciones, en la estructuración del pensamiento y en las características de la organización y la validación del saber. Sin embargo éste proceso no fue en absoluto mecánico, ya que tanto los cambios perceptuales como los culturales interactúan, influyen y son influidos, por las disputas entre aquellos que se niegan a abandonar el lugar de absoluta hegemonía que les garantiza controlar la lógica de ésa tecnología. Así la Iglesia argumentaba a favor de la "naturaleza humana", ante la inminencia de estar perdiendo su lugar de árbitro del Saber que pasaba de Dios a la Ciencia. La tecnología de la escritura posibilitó el surgimiento del conocimiento moderno tal como hoy lo concebimos. La escritura permitió separar el Saber del que Sabe y organizar el conocimiento objetivo, ya que fue posible verlo materialmente organizado, estructurado y en tipos anónimos (sin el rasgo personal de la escritura).

El lenguaje audiovisual y la informática (que actualmente funcionan cada vez más integrados) han sido criticados con los mismos argumentos con que lo fueron la escritura primero y la imprenta después así. El poder de la imagen para impedir el pensamiento se sustentan en esta idea de lo tecnológico como absolutamente "extraño" a lo humano. El mismo concepto de "alienación", utilizado para hablar de las consecuencias de la Industria Cultural en los consumidores, considera a la lógica de la tecnología como lo "ajeno", lo "Otro", que nos interpela desde afuera para convertirnos en seres heterónomos, seres cuyo deseo no es autónomo, sino dominado y guiado desde fuera (Herbert Marcuse,1968). Pero no nos detendremos, en este punto en el análisis de la Industria Cultural, sólo citaremos un clásico contrapunto en relación a la tecnología, el que se planteara en relación al pensamiento de Marshall Mc.Luhan y Hebert Marcuse en ese sentido.

Mc. Luhan describe en su clásico libro "La comprensión de los medios como extensiones del hombre" las diferentes etapas que la historia de la humanidad ha atravesado a partir de las prolongaciones humanas en las distintas tecnologías. Establece así la conformación de la era tribal, la mecánica y la eléctrica, que da lugar a la constitución de la Aldea Global. Podemos describir sintéticamente podríamos resumir las etapas presentadas en relación a sus consecuencias sobre la percepción.

En la Era Tribal los distintos sentidos se encontraban compensados, las tecnologías no habían aún hecho prevalecer uno por sobre el otro. La armonía de sentidos era total.

En la Era Mecánica asistimos a la prolongación de los miembros motores en la rueda y en las distintas herramientas de trabajo manual y sus sucesivas evoluciones (de la rueda al auto, del martillo al brazo mecánico,etc,).

Por último en la actual etapa estamos ante la prolongación en las tecnologías de nuestro sistema nervioso, de nuestro cerebro, y hemos vuelto como en las aldeas tribales a un nuevo equilibrio de todos los sentidos, solo que en una aldea que ahora es Global.

H. Marcuse, pertenece a lo que se ha dado en llamar la segunda generación dela Escuela de Frankfurt, denuncia a la técnica como indisoluble de la lógica política que la construye. Ante la "posibilidad de pacificación en base a sus logros técnicos e intelectuales, la sociedad industrial madura se cierra contra esta alternativa... mientras más capaz parezca la tecnología de crear las condiciones para la pacificación, más se organizan el espíritu y el cuerpo del hombre en contra de esta alternativa".

Marcuse entiende que las instituciones que prestaron ayuda en la lucha por la existencia no pueden servir para la pacificación de la existencia. En este sentido propone que el cambio cualitativo en la sociedad futura debe implicar también un cambio en la base técnica sobre la que reposa esta sociedad. Y concluye: "La racionalidad tecnológica revela su carácter político a medida que se convierte en el gran vehículo de una dominación más acabada, creando un universo verdaderamente totalitario en que sociedad y naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado permanente de movilización para la defensa de este universo.

Un universo cerrado, y en el cual la tecnología, entendidad como racionalidad tecnológica (es decir como indisociable de las instituciones políticas del sistema) reproduce y fortalece el encastre entre lo "dado" y lo "posible". Los medios masivos son para Marcuse el nexo perfecto para que el universo del discurso se cierre y sólo podamos pensar en términos de lo establecido. El Hombre Unidimensional se "realiza" en esa unidad que en el mundo de las representaciones cierra su universo discursivo y por tanto el espacio de lo posible.

Mc. Luhan, en cambio, ve un hombre y un universo en expansión por la tecnología, y de la cual, en tanto producto del hombre nada hay que temer.

Dos ideas de hombre, dos ideas de sociedad.

Para Marcuse la sociedad está originariamente dividida, en dominantes/dominados, ricos/pobres, con el poder atravesándola. Para Mc.Luhan la sociedad es armónica y el poder aparece como la lucha entre los resabios del pasado y el futuro que se abre.

Tal vez, una vez más, lo más apropiado sea deconstruir otra de las tantas dicotomías que impregnaron nuestro siglo y para eso lo más conveniente es retomar algunos de los aportes que cada uno realizó a la problemática.

En este sentido es interesante la posibilidad que brinda Mc. Luhan de centrar la mirada en los cambios perceptuales y organizacionales de una cultura a partir de la interacción con los distintos tipos de tecnologías. Sin embargo no aparece lo suficientemente justificado el optimismo a ultranza de Mc. Luhan, y no por las tecnologías "en sí", sino justamente por que se trata de "extensiones del hombre".

La ausencia de un análisis en términos del poder en el universo mcluhiano es lo que nos aporta Marcuse al centrar su mirada en el aspecto político de las tecnologías, de forma crítica. Tal vez esta visión menos ingenua nos sirva para evitar la fetichización a la que solemos estar tentados ante la necesidad de ubicar lo nuevo en el universo de lo conocido; aunque la construcción tecnológica sea una segunda naturaleza humana y junto al lenguaje el elemento diferenciador del nivel biológico que compartimos con el resto del reino animal.

Walter Benjamin(1982) dice "la infraestructura se mueve mucho más rápido que la superestructura" y esto es precisamente lo que a lo largo de la historia ha llevado a intentar disitntas y contradictorias respuestas ante el interrogante de lo nuevo que nos "sorprende" y ante lo cual nos sentimos "extrañados", "fuera de lugar".

Es entonces, en el sentido del análisis expuesto que entendemos que los modos de comunicación en su aspecto técnico repercuten en la estructuración de la percepción; así mismo la co-evolución de estos dos aspectos impacta en la evolución del imaginario colectivo, de las creencias, expectativas y acciones. Los modos de comunicación tienen por tanto, un efecto estructurador/ desestructurador sobre la conciencia. (Walter Ong,1982).

 

Un nuevo estatuto cognitivo para la imagen

Desde una perspectiva semiótica y desde las ciencias cognitivas, en el debate sobre la autonomía o dependencia linguística de la imagen, en un contexto de acentuado logocentrismo que domina los estudios, la revalorización cognitiva de la misma contribuye a abrir paso a una nueva mirada de lo tecnológico.

La relación entre imagen y su contexto verbal se expresa habitualmente de maneras muy variadas en las construcciones discursivas. La imagen puede ilustrar un texto verbal, o el texto puede esclarecer la imagen en la forma de un comentario. En ambos casos, la imagen parece no ser suficiente sin el texto, hecho que llevó a algunos logocéntricos a cuestionar la autonomía semiótica de la imagen. La concepción defendida de que el discurso de la imagen depende del comentario textual tiene su fundamentación en la apertura semiótica peculiar del discurso visual. La apertura interpretativa de la imagen es modificada, especificada, pero tambien generalizada por los discursos verbales del contexto. Lo que lleva a considerar que el contexto más importante de la imagen es el lenguaje verbal. Este tema se tornó objeto de estudio de numerosos trabajos.

Sin embargo, entre las múltiples formas de relacionar la imágen y lo verbal quisiéramos destacar especialmente la relación de discrepancia que es al mismo tiempo de contradicción entre imagen y palabra (cf. Rokem 1986; Eberleh 1990: 74) la cual direccionó la revalorización cognitiva de la imágen. En "Las palabras y las cosas" (1966) Foucault dice: "la relación del lenguaje a la pintura es infinita. No porque la palabra sea imperfecta sino porque son irreductibles la una a la otra. Lo que se ve no se aloja, no cabe jamás en lo que se dice". En el famoso "Ceci n'est pas une pipe" (frase al lado de la imagen de una figura de una pipa) de René Margritte, ambos contenidos se encuentran colocados incoherentemente lado a lado o hasta se contradicen. Esta distinción permite especificar la potencia semiótica de la imágen, las diferencias y especificidades de uso social de sus signos. "La doctrina que considera el lenguaje como el sistema de signos por excelencia se basa justamente en la idea de que el lenguaje puede hacer más que cualquier otro tipo de signos....pero para los lógicos es la lengua la que no puede realizar determinadas operaciones, razón por la cual la lógica debe inventar escrituras especiales." (Alessandria; 1996:29)

De la relación con lo mágico, primero, y de constituírse dentro de un orden representativo analógico, ligada a su relación clásica con la representación, después, la imágen pasa a convertirse hoy en el resultado de unas operaciones cognitivas. Rotulando como "invenciones míticas" las relaciones entre imágen y representación Goodman señala: "el tener una imágen no supone poseer una imagen inmaterial dentro de algo llamado mente, sino la posesión y el ejercicio de ciertas facultades: es cuestión de reproducir, evaluar, revisar determinadas imágenes y descripciones materiales". Dice Sol Worth: "Las imágenes son un modo en que estructuramos el mundo alrededor nuestro. No son una imágen del mundo. Las pinturas comunican la competencia y la habilidad con que sus estructuras han sido manipuladas acorde a la variedad de reglas, convenciones y contextos."

A partir de la revaloración de la imágen como operación cognitiva es que puede ser percibida como posibilidad de experimentación/simulación potenciando su dimensión operatoria permitiendo juegos de interfaz o arquitectura de lenguajes: visual, sonoro, tactil.

Hoy la imágen se convierte en figura de razón, ya que se vuelve a pensar su enunciación en la producción de saberes. En tanto operación cognitiva y unida a un orden numérico, con sus dispositivos y sus procedimientos, la imágen se crea desde un ordenador.

Este nuevo estatuto de la imagen, ligado a un nuevo "régimen de visibilidad" ha cambiado el modo de su producción, su almacenamiento, intercambio y de su uso social haciendo emerger, por eso mismo, nuevas sensibilidades y nuevas formas de socialidad. Se puede afirmar que dicho régimen de visibilidad surge de unas condiciones materiales, semánticas y estéticas gracias a las cuales "una formación histórica da a ver todo lo que puede" (Deleuze, 1969:300), ensamblando estrechamente el registro de la discursividad con el de la visibilidad. Dice Renaud: "la 'revolución de las imágenes' es revolución strictu sensu, no inmediatamente relativa a lo que nos es posible ver aqui o allá en las pantallas televisivas o del cine, sino como extensión de un régimen y de registros inéditos de visibilidad sobre la base de los cuales generar (y/o degenerar) una nueva figura, tecnológica, de lo Imaginario." (Renaud, 1989:16)

Quizás esa sea la dificultad más importante que impide ver en los escenarios escolares lo tecnológico en una dimensión más amplia y no únicamente desde una visión instrumentalista que termina cercando a la escuela, desvinculando lo tecnológico de las demandas sociales y colaborando finalmente con la concentración del poder.

La visión de la tecnología que se construye en el espacio escolar

La Escuela encarna y prolonga, como ninguna otra institución, el régimen de saber que instituyó la comunicación del texto impreso. El aprendizaje del texto (del libro de texto) asocia a través de la escuela un modo de transmisión de mensajes y un modo de ejercicio del poder basados ambos en la escritura, la cual no se considera una tecnología, y cuya lógica se establece a partir de una doble correspondencia : entre la linealidad del texto y el desarrollo escolar , es decir, el avance en la lectura va palalelo con el progreso en las escalas mentales de la edad.

El mayor grado de polisemia de la imagen ocasiona un alto grado de desconfianza, por lo tanto la imagen es reconducida al texto ya sea subordinándose al oficio de mera ilustración o ubicándose junto a un letrero que le indique al alumno lo que dice. En otros casos la imagen es directamente obviada.

Observaciones realizadas en establecimientos educativos nos ha permitido construir una cierta aproximación a los conflictos que el tratamiento de la imagen plantea. Una primer aproximación al campo nos permitió observar las dificultades en plantear lo tecnológico más allá de una visión instrumental. En relación a la imagen esto trae aparejadas consecuencias en dos sentidos.

En las entrevistas realizadas y en las observaciones de espacios educativos se identificaron dos estrategias de abordaje : por un lado las dificultades para el acceso a las tecnologías de la imagen, y por otro las dificultades para su análisis en el terreno educativo de lo audiovisual. En el primer caso, se plantearon problemas en el uso escolar de las nuevas tecnologías, ya sea por la falta de un espacio adecuado o por la falta de manejo de los docentes ; quienes expresaron su temor al "daño" del material o la falta de un "buen lugar" para que los chicos puedan trabajar.

En el segundo caso observamos la no contemplación de las potencialidades cognitivas de la imagen y su relación con los textos escritos. Así, en el trabajo con periódicos, ante fotografías que sumaban elementos de conocimiento a las noticias comentadas, no se explicitaba las incidencias de sus vinculaciones en el sentido total de la construcción.. Asimismo, la diversidad en el acceso al saber desde distintos lenguajes expresada por los chicos (sus referencias constantes a los lenguajes televisivos) se contrapone a la propuesta pedagógica que remite a la linealidad del texto escrito en un enfoque puramente contenidista.

En el marco de los cambios curriculares en la provincia de Buenos Aires, que incluyen el tratamiento de los medios masivos en general y de la televisión en particular, los trabajos observados en el aula, específicamente referidos a lo audiovisual, se reducen en el mejor de los casos a encuestas de horas de consumo.

Entre los destiempos del sistema educativo en relación a las nuevas tecnicidades que inciden en la construcción de las sensibilidades sociales tienen especial incidencia : el descentramiento cultural a partir de la pérdida del eje tecno-pedagógico que significó el libro y el agotamiento de los modelos de comunicación que subyacen en el sistema educativo.

La búsqueda de un "control de lo audiovisual" a partir de su reconducción a la lógica de la escritura se convierte en realidad en la gran trampa, ya que lleva su tratamiento al terreno del cuestionamiento moral y sigue viendo a la imagen como reflejo transparente, desconociendo justamente que su potencialidad cognitiva se encuentra en el reconocimiento de su carácter de construido.

Ante el nuevo estatuto epistemológico que plantea la imagen en el actual contexto se modifican los lugares del saber y sus accesos, al tiempo que se vuelve importante su asunción como una nueva figura de razón. Contra toda una larga carga de condenas y sospechas, en las que se suman su carácter de "tecnología deshumanizante", su incapacidad como modo de acceso al conocimiento y relegada unicamente al terreno de lo "sensible" es indispensable rescatar la envergadura de su mediación cognitiva y su lugar estratégico en la batalla cultural.

En este sentido son las políticas educativas las que deben asumir el reto que significa la situación planteada, a fin de no sumar a los ya existentes, nuevos analfabetismos en los sectores más marginados.

Bibliografía.

BENJAMIN,W. "La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica", en Discursos Interrumpidos, Madrid, Taurus, 1982.

GOODMAN, N. "¿Hay imágenes en la mente?" en Imagen y Conocimiento,

ONG, W. Oralidad y Escritura, México, Fondo de cultura económica,1987,1993.

MARCUSE,H. El hombre unidimensional, España, Planeta Agostini, 1954, 1985.

MARTIN BARBERO, J. "Heredando el futuro. Pensar la educación desde la comunicación" en Revista Nómadas. 1997.

RENAUD, A. "Conprender la imagen hoy. Nuevas Imágenes, nuevo régimen de lo Visible, nuevo Imaginario" en Videoculturas de fin de siglo, Madrid, Cátedra, 1989.

WORTH, S. "Las imágenes no pueden decir lo que no son". Traducción: Cátedra "Metodologías y técnicas lingüístico-semióticas". Facultad de Periodismo y Comunicación Social. U.N.L.P., La Plata, 1996.  


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