La Crisis de las Divisas del Sudeste Asiático:

Sus causas y consecuencias

Por  Carlos Aquino Rodríguez
Dr. en Economía

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Cuando el 2 de julio el Banco Central de Tailandia decretó la libre flotación de su moneda el baht, hasta ese momento ligada en su valor al dólar, el baht se devaluó en un 20% en los siguientes 3 días. Desde ese momento la moneda tailandesa ha perdido cerca de 35% de su valor, pasando de 25.50 unidades por dólar a inicios de julio a 34.4 unidades por dólar a comienzos de setiembre. No sólo eso, la caída del baht arrastró consigo a las monedas de otros países del Sudeste Asiático, como el ringgit de Malasia, la rupia de Indonesia, el peso de Filipinas, que han perdido cerca del 20% de su valor en sólo dos meses.

Las repercusiones de la crisis de las divisas de los países del Sudeste Asiático se sintieron en la evolución de sus Bolsas de Valores, que han perdido parte de su valor en el camino y han echado dudas sobre la continuidad de las altas tasas de crecimiento experimentados por estos países. En lo que sigue se analiza las causas concretas de esta crisis y lo que espera a estos países a partir de esto.

 

Indicadores de la crisis de las divisas en el Sudeste Asiático

País

Tailandia

Malasia

Indonesia

Filipinas

Déficit en cuenta corriente como % del PBI en 1996

8.2

5.5

3.5

4.2

Índice de la Bolsa de Valores        
al 30 de junio

650

1,150

730

2,650

al 2 de setiembre

540

821

594

2,350

Valor por US$:

baht

ringgit

rupia

peso

1ro. de julio

25.50

2.52

2,550

26.30

1ro. de setiembre

34.50

3.01

3,020

30.50

 

 

 

Causas de la crisis de las divisas asiáticas

  1.  Los 4 países tenían una moneda que se había sobrevaluado los dos últimos años y estaba haciendo perder competitividad a sus exportaciones. Los 4 países en gran medida ligaron su moneda al dólar, pero el dólar se había revaluado los dos últimos años respecto al yen japonés. El dólar pasó de un promedio de 94 yenes por dólar en 1995 a 120 yenes por dólar para este año, una revaluación de un 20%. Así las divisas asiáticas se habían revaluado también respecto al yen japonés. Los países asiáticos comercian mucho con Japón, de hecho Japón es su mayor socio comercial, especialmente en lo que respecta a sus importaciones. Las monedas asiáticas, excepto la rupia de Indonesia, no habían cambiado su valor respecto al dólar en los últimos dos años. Para algunos la devaluación de ahora no es más que una corrección a esta revaluación observada los dos últimos años. Se espera que esta devaluación haga más competitiva sus exportaciones, que habían observado una sensible baja en su ritmo de crecimiento del último año 1996.
  1. Los 4 países mencionados han acumulado un gran déficit en su cuenta corriente en relación a su Producto Bruto Interno. El caso de Tailandia, que empezó toda esta crisis, es ilustrativo. El año 1996 su déficit en cuenta corriente respecto a su Producto Bruto Interno fue de 8.2% en 1996, y 8.1% en 1995. Malasia tuvo un 5.5% de su PBI en 1996, aunque bajo respecto al 8.5% de su PBI en 1995.
  2. La causa de este déficit en cuenta corriente se debe en gran medida a su gran déficit comercial, especialmente en el caso de Tailandia y Filipinas. Tailandia tuvo un déficit en cuenta corriente de cerca de 14,500 millones de dólares en 1996, y esto se origina en su déficit en su balanza comercial de 17,240 millones ese mismo año. Filipinas tuvo un déficit en cuenta corriente de 3,470 millones de dólares en 1996, que viene de su déficit en su balanza comercial de 11,786 millones de dólares ese año.

    Los déficit comerciales de estos países se deben al déficit comercial, que tienen con Japón principalmente (excepto Indonesia, que gracias a sus enormes ventas de petróleo y gas a Japón tiene un superávit con ese país). Gran parte del éxito de los países asiáticos se debe a sus exportaciones, que impulsan el crecimiento de su PBI. Pero todos estos países son dependientes de los insumos y maquinaria de Japón, que usan para manufacturar los productos que luego exportan al mundo. Mientras más exportan al mundo, más tienen que importar de Japón maquinaria e insumos que haga posible eso. El 80% del déficit comercial total de Tailandia es con Japón, en Filipinas el 30% del déficit total es con Japón; y Malasia, si bien tiene un pequeño déficit comercial total, solo 615 millones de dólares en 1996, tiene un enorme déficit comercial con Japón, del orden de los 10,000 millones de dólares anuales en los últimos 3 años.

    El déficit en cuenta corriente de estos países fue financiado con entradas de capital, principalmente inversiones y capital a corto plazo para invertir en las Bolsas de Valores. El problema fue que la sobrevaluación de las monedas y los problemas en el sistema financiero de estos países pusieron nerviosos a los inversionistas extranjeros, que precipitaron la crisis de las divisas de los países asiáticos.

  3. La causa que precipito la crisis, especialmente en el caso de Tailandia, fue los problemas en el sistema financiero que enfrentan estos países. Debido al rápido desarrollo económico experimentado por estos países, del orden de 7% de crecimiento promedio anual los últimos 6 años (excepto Filipinas, que observó sólo la mitad de este crecimiento, aunque mejorando los tres últimos años), estos países observaron un boom en su sector construcción, especialmente en el sector inmobiliario, y en el crecimiento de su Bolsa de Valores. Pero los dos últimos años, este crecimiento excedió el límite de lo que la economía permitía y hubo mucha especulación, sobre todo en el sector inmobiliario.

El sistema bancario en Asia todavía no está desarrollado plenamente y no hubo un crecimiento saludable en los préstamos de los bancos. Sobre todo en Tailandia, muchos bancos dieron prestamos en forma indiscriminada al sector inmobiliario. Hubo una sobreoferta de inmuebles y los préstamos no se pueden devolver. Justamente al ocurrir la crisis de la devaluación abrupta del baht, el gobierno tailandés anunció que más de 50 bancos y casas de préstamos cerrarán por insolvencia, y se ha limitado el porcentaje de préstamos que los bancos pueden dar al sector inmobiliario. En Indonesia, a fines de julio el gobierno prohibió que los bancos den préstamos para comprar terrenos, y en Malasia se limitó estos préstamos a un 20% del total de préstamos de un banco.

En suma, la crisis de las divisas de los países del Sudeste Asiático tuvo sus causas en la sobrevaluación de sus monedas y el gran déficit en sus cuentas corrientes. Este déficit, financiado hasta ahora con capitales de corto plazo e inversiones, al complicarse con un sistema financiero en problemas, puso nervioso a los inversionistas que retiraron parte de su capital de corto plazo, y esto fue aprovechado por algunos especuladores que sacaron partida del pánico para debilitar aun más las monedas asiáticas. La devaluación fue una corrección de estas monedas y un campanazo de alerta para que el sistema financiero en estos países mejore.

 

Consecuencias de la crisis en el futuro desarrollo del Sudeste Asiático

  1. Las economías del Sudeste Asiático en principio presentan sus grandes cuentas macroeconómicas sanas. Todos tienen un presupuesto equilibrado, sin déficit fiscal, e incluso Tailandia tuvo un superávit fiscal de 2.2% de su PBI en 1996. La tasa de inflación es baja, entre 3% a 5% anual en Malasia y Tailandia, 8% a 9% en Filipinas e Indonesia en 1996. Su tasa de ahorro interno es alta, en promedio en 1996 de 35% y más de su PBI en Indonesia, Tailandia y Malasia (excepto Filipinas que solo alcanza el 20% de su PBI), y sus niveles de reservas internacionales son adecuados (aunque Tailandia gasto varios miles de millones de dólares de sus reservas tratando de defender su moneda semanas anteriores al 2 de julio).
  2. La crisis de las divisas ocasionará un retraso temporal en algunas grandes obras de infraestructura que se planeaba llevar a cabo. La región necesita una mejor infraestructura para sostener sus elevadas tasas de crecimiento económico. La devaluación de sus monedas hará más caro pagar los préstamos del extranjero y se postergarán algunas obras. Por ejemplo, Malasia ya anunció la postergación de la construcción de una gigantesca represa en el estado de Sarawak, la Bakum Dam, que hubiera costado más de 3,500 millones de dólares construir.
  3. Pero, aparte de la baja en el ritmo de crecimiento de algunos países, del orden quizás de 1% a 2% de su PBI, en economías que se proyectaba crecerían entre un 5% a 8% anual este 1997, (aunque Tailandia sufrirá más, ya que de su proyectado crecimiento de su economía de 6.6% este año, probablemente llegue sólo a un 3% anual), los países asiáticos seguirán creciendo en el futuro. La crisis les servirá como lección para sanear sus sistemas financieros, refrenar la especulación, y tratar de desarrollar industrias menos dependientes de insumos y maquinarias del extranjero, especialmente de Japón. Esto último tomara tiempo, y es parte del modelo de desarrollo que estos países escogieron; esto es, fuerte inversión extranjera en industrias de exportación que dependen de insumos y maquinarias del exterior, hasta que los propios países desarrollen una industria que puede romper esta dependencia.


Artículo publicado en el Diario El Peruano,
el 24 de Setiembre de 1997.
Lima, Perú.

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