ENTREVISTA a Carlos Aquino Rodríguez

"Cuidado que nos coma el tigre"

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Economista experto en economía asiática advierte de riesgos y beneficios del ingreso del Perú al Foro de Cooperación Asia Pacífico


  

El ingreso del Perú al Foro de Cooperación Económica Asia - Pacífico es una oportunidad muy importante. El mercado está allí pero tenemos que explotarlo, nadie nos regalará nada, advierte el economista Carlos Aquino Rodríguez, catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Mayor de San Marcos y presidente del Instituto de Estudios Orientales.

 

-¿De qué le sirve al Perú haber ingresado al Foro Asia Pacífico?

- En forma inmediata, lo que ganará el Perú es reconocimiento internacional. Hay que tener en cuenta que casi todos los países quieren pertenecer al APEC. El año pasado fueron admitidos sólo el Perú, Rusia y Vietnam, pero estaban en la cola la India y Colombia. El APEC es un acuerdo entre 18 países, ahora serán 21, para establecer mayores relaciones económicas en todo sentido. Entre sus miembros están Estados Unidos y Japón que son las dos economías más grandes del mundo, así como China que, según todos los economistas, en los próximos 20 años será la mayor potencia económica mundial, a éstas se suman otras economías que, a pesar de la crisis asiática, han mostrado mucho dinamismo.

 

-¿Y qué puede hacer el Perú junto a estos gigantes de la economía mundial?

- Los países del APEC tienen como meta establecer en el año 2020 un área de libre comercio e inversiones en toda esta área. Esto significa que, por ejemplo, el Perú podrá exportar sin ninguna traba al Japón y recibir inversión japonesa en condiciones iguales a las que ahora las recibe de un inversionista nacional.

 

-¿Qué significa sin ninguna traba?

- El Perú ha avanzado mucho, pero igual que en otros países hay una serie de restricciones. Sabemos que en determinados sectores un inversionista extranjero no puede tener el 100% de la propiedad, tampoco puede tener el 100% de empleados extranjeros, también se limita la remisión de utilidades. Se supone que en el año 2020 la inversión japonesa, china, etc. tendrá el misma tratamiento que la inversión nacional. Y viceversa, un inversionista peruano tendrá el mismo tratamiento en cualquier país del APEC.

 

- ¿Cómo se explica que el Perú, en medio de la crisis económica interna que enfrenta, haya sido admitido por el APEC?

 

- Ingresar al APEC es como ingresar a un club. Primero tengo que reunir ciertos requisitos y segundo alguien me tiene que presentar. El ingreso del Perú fue apoyado por Japón, principalmente, y Estados Unidos y Malasia. Ha habido un lobby muy grande, a nivel diplomático y presidencial, para lograr este ingreso. A esto se suma el incremento del comercio con Asia que se ha elevado en 300 o 400 por ciento en los últimos años. Finalmente se requiere contar con una apertura económica y cierta estabilidad jurídica y económica, lo cual, pese al estilo autoritario del presidente Alberto Fujimori, se considera que existen en el Perú.

 

- ¿Todos son sólo beneficios? ¿Cómo vamos a sentir los peruanos estos beneficios en nuestra economía?

- El APEC tiene beneficios pero también tiene costos. El beneficio es acceder al mercado y a los capitales más grandes del mundo, para lo que tenemos que abrir nuestro mercado...

 

- Pero una cosa es decirlo y otra es la realidad.

- Es verdad, por eso tenemos que ser competitivos y allí está el problema. El costo podría darse en el momento en que al abrir toda nuestra economía vengan productos más competitivos de Asia. Si el Perú no prepara una estrategia para ingresar al mercado asiático corre el riesgo de perder mucho. Actualmente, tenemos un déficit comercial con los países asiáticos a causa de la caída del precio de la harina de pescado. El Perú exporta mucho al Asia, pero el 80% son materias primas como cobre, hierro o harina de pescado. Todos sabemos que el precio de las materias primas decrece en el tiempo. Por eso tenemos que exportar productos manufacturados competitivos. Para eso las empresas privadas tienen que prepararse.

 

- ¿Podemos competir con productos coreanos, japoneses, estadounidenses cuyas industrias nos llevan mucha ventaja?

- Chile lo ha hecho. En 1985 Chile exportaba sólo al mercado japonés menos de 500 millones de dólares, de los cuales el 80% eran por el cobre. El año pasado, Chile exportó a Japón 2.700 millones, de los cuales el 45% es cobre. El resto son productos nuevos como salmón, frutas y vino que no existían en el mercado japonés. Obviamente, nosotros no vamos a pretender exportar electrodomésticos o camisas de poliester al mercado asiático. Sería una locura. Hay que buscar nichos no aprovechados, por ejemplo: textiles, agroindustria, maca andina. Para esto es necesario que los empresarios privados se asocien entre ellos, a fin de costear campañas de promoción intensas en estos mercados y que haya una estrecha coordinación con el Estado, dejando de lado divisiones, enfrentamientos y envidias. Hay que asociarse. El riesgo, si no asumimos este reto, es quedar reducidos a un mero mercado de compradores de productos extranjeros, de que nos terminen comiendo los tigres asiáticos... Por eso tenemos que modificar nuestra estrategia de penetración en esos mercados. Sí, pues. Nos puede comer el tigre, hay que tener cuidado.

 


Entrevista aparecida en el Diario El Comercio,
el 22 de Noviembre de 1998.
Lima, Perú.

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