Relaciones del Perú con Japón 
y el factor Fujimori
 

Por  Carlos Aquino Rodríguez
Dr. en Economía
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En la década de 1990 las relaciones del Perú con Japón en diversos campos se acrecentaron, gracias en su mayor parte a que había un Presidente nikkei (descendiente de japoneses) en el país: Alberto Fujimori. No sólo eso, Japón y la comunidad nikkei en el Perú estaban orgullosos de tener a Fujimori como Presidente y le brindaron todo su apoyo. Es una ironía pensar que hoy Fujimori, que esta en Japón (después de haber abandonado el Perú) sea la causa de que estas mismas relaciones se puedan enfriar, y que él ya no sea motivo de orgullo sino de preocupación y temor, en el gobierno japonés y en la comunidad nikkei, que temen una reacción negativa de los peruanos hacia ellos. Veamos estas relaciones en el campo de la ayuda económica, el comercio, las inversiones, el turismo de japoneses al Perú y los peruanos que trabajan en Japón. Además, veremos que puede pasar de aquí en adelante.
 
 

Crecientes relaciones económicas en los 90's

A marzo del 2000, la ayuda oficial del gobierno japonés al Perú llegó a un monto (acumulado) de casi 4,000 millones de dólares. El 90% de este monto llegó durante los 10 años del gobierno de Fujimori. Fujimori era el engreído del gobierno japonés, convirtiéndose el Perú en el país que más ayuda recibía del gobierno nipón en Latinoamérica. Japón se convirtió en la década del 90 en el principal proveedor de ayuda a nuestro país.

Este monto de la ayuda contempla prestamos concesionales, ayuda técnica y donaciones. El hecho de ser Fujimori un Presidente nikkei, de tener el Perú la segunda comunidad japonesa más grande en Latinoamérica (y la cuarta en el mundo) influyo en la decisión del gobierno japonés de prestar al Perú.

En cuanto al comercio con Japón, lamentablemente el monto disminuyo. En 1990 el Perú exportó a Japón por 419 millones de dólares. En 1999 solo se exporto por 258 millones de dólares. La razón fue que no tenemos que exportar a Japón, solo le vendemos materias primas y Japón compra cada vez menos de estos productos. Es una pena que no hemos aprovechado el mercado japonés que cada vez compra mas productos del mundo, especialmente productos manufacturados y alimentos (que nosotros casi no podemos vender).

En cuanto a las inversiones japonesas, a pesar de que Fujimori visito Japón 12 veces durante su gobierno, pidiendo cada vez mas prestamos e inversiones, esta ultima casi no ha aumentado. En 1990 Japón tenía invertido en el Perú un acumulado de 37.6 millones de dólares, a fines de 1999 este monto fue de solo 78.4 millones de dólares. A pesar de que las empresas japonesas invierten al año decenas de miles de millones de dólares en el extranjero, casi nada vino al Perú. El problema aquí es que las empresas japonesas no ven muy atractivo al Perú para hacer negocios, y además el clima de seguridad que se ofrecía no era el satisfactorio para ellos. Basta recordar que a fines de 1996 el MRTA tomo la Residencia del Embajador japonés, cuando se suponía que los movimientos subversivos ya habían desaparecido.

En cuanto a la venida de japoneses al Perú, esta era de 14,232 personas en 1990, disminuyo a la mitad en 1991 y decreció hasta 1993. Se empezó a recuperar hasta alcanzar la cifra de 21,012 en 1996 pero la toma de la Residencia del Embajador japonés hizo caer drásticamente este numero. Se recupero a 21,152 en 1999, pero los últimos acontecimientos de estos meses hará que la cifra del 2000 sea menor que a la del año pasado. Además, el gobierno japonés acaba de advertir a sus ciudadanos que tengan cuidado al venir al Perú y esto disminuirá el número de turistas japoneses al país. Los japoneses viajan mucho al extranjero y gastan mas dinero que otros turistas, pero por problemas de seguridad, infraestructura y lejanía al país no vienen más.

En 1988 sólo había 864 peruanos en Japón, esta cifra aumento vertiginosamente desde ese año y a fines de 1999 había más de 40,000 peruanos en el país nipón. La mayoría son nikkei y trabajan allí aprovechando que Japón desde 1990 permite a extranjeros de origen japonés ir a trabajar. Ya casi no van mas peruanos, pues la mayoría de los nikkei en edad y necesidad de trabajar ya se fueron. Es importante saber que se calcula que estos peruanos en Japón enviaban al Perú dinero por casi 300 millones de dólares.
 

¿Qué pasará de ahora en adelante?

Al descubrirse que Fujimori hará uso de su nacionalidad japonesa para quedarse en ese país y evitar los cargos que la justicia peruana pudiera hacerle, se está creando un problema a nivel de los dos países. Sería una ironía que Fujimori, el que impulso mayores relaciones económicas y de otro tipo entre Perú y Japón, sea ahora el motivo de la discordia entre los dos países.

Japón ha manifestado su intención de no enviar a Fujimori al Perú aun si la justicia peruana lo pide. Japón defiende a Fujimori pues es un ciudadano japonés, pero además esta pagando el servicio que Fujimori hizo al gobierno japonés al poder rescatar a los rehenes japoneses del MRTA en 1997 sin que ninguno de ellos sufriera daño alguno. Es justamente este hecho que hizo que Japón de en cierta forma mas ayuda al gobierno de Fujimori desde 1997. En Japón se comento en esa época que Fujimori iba a pasarles una factura muy alta por el rescate. Se comento que en diciembre de 1996 al tomar la Residencia del Embajador japonés el MRTA también había tomado como rehén al gobierno japonés, el cual estaba dispuesto a dar dinero y a presionar al gobierno peruano para que satisficiera algunas demandas del MRTA. Japón quería hacer todo esto con tal de liberar sanos y salvos a sus ciudadanos. Finalmente Fujimori rescato a los rehenes japoneses sanos y salvos y Japón quedó de "rehén" de Fujimori desde ese momento. Japón incremento su ayuda al Perú. Fujimori les cobraba la factura. Con la defensa que el gobierno japonés está haciendo de Fujimori ahora, aun después de que éste dejó de ser Presidente del Perú, se ve que les sigue cobrando esta factura.

Japón, que desde 1990 ayudo al gobierno de Fujimori con ingentes prestamos, no ha podido tener ningún poder de persuasión para decirle a Fujimori, por ejemplo antes de las elecciones del 2000, que no postule otra vez pues su reelección iba a despertar resistencias. Japón no fue consultado cuando los comandos peruanos rescataron a los rehenes en la Residencia de su Embajador en 1997, ni cuando Fujimori cerro el Congreso peruano en 1992. Todo esto a pesar de que Japón podía tener cierto poder de presión al prestar tanto al Perú, al apoyar en todo a Fujimori. Lamentablemente esto demuestra el débil carácter de la diplomacia japonesa, pues aunque este país es la segunda potencia económica en el mundo y el que da mas ayuda oficial a los países en desarrollo, tiene muy poco poder de presión y poco peso en el ajedrez de la política mundial. Japón da mucho dinero al extranjero pero no sabe como usar esto.

Habrá que hilar muy fino para que las relaciones del Perú con Japón no se deterioren por el asunto Fujimori. Japón es un socio muy importante para el desarrollo económico del país. Es miembro con el Perú también del foro APEC, y es uno de los principales acreedores de nuestro país. A setiembre de este año 2000 la deuda publica de mediano y largo plazo del Perú con el Banco de Cooperación Internacional del Japón y con JAPECO (esta última deuda de la construcción del oleoducto norperuano en la década de 1970) era de 3.1 mil millones de dólares, el 16% del total de la deuda del país.

Fujimori, el hombre que hizo mucho por acercar al Perú y Japón, que hizo que Japón y la comunidad nikkei aquí estuvieran orgullosos de él, podría convertirse en el factor que perturbe las relaciones entre los dos países, causando preocupaciones a Japón y su comunidad aquí.


Artículo publicado en el diario International Press (Tokio, Japón),
en Enero del 2001.

E-mail: carlos_aquino@infoweb.com.pe

URL:
www.carlos.aquino.org
www.oocities.org/Eureka/Plaza/1406/


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