La "Variante sin Nombre" de la Apertura Reti

Francisco Acosta Ruiz

Con el desarrollo alcanzado por las investigaciones en las
aperturas, es dif¡cil encontrar en nuestros d¡as una l¡nea de juego
que no haya recibido ya una o varias denominaciones, al punto que
uno se pregunta: ¨ quedar  alguna variante o sistema de juego
"viejo", sin paternidad reconocida en nuestros d¡as ?
Pues bien, para mi sorpresa, he tenido la suerte de tener que
enfrentarme dos veces - en menos de un a¤o - con una l¡nea de juego
poco usual, que se inicia con las jugadas:

1.Cf3 d5 2.e4 !?
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Dando por sentado que en cualquier cl sico de aperturas
encontrar¡a los antecedentes de rigor, y despu‚s de consultar las
principales obras, en sus versiones antiguas, encuentro que poco o
nada se dice al respecto. Algunos autores definen como "Reti" a toda
variante inusual que se inicia con la jugada 1.Cf3, pero ninguna de
estas l¡neas tienen relaci¢n con la que motiva hoy este estudio.
Sorprendido e intrigado, decido consultar a algunas "enciclopedias
humanas", maestros y especialistas en materia de aperturas,
conocedores profundos de nuestro juego, que me manifiestan haber
visto alguna que otra vez partidas del sistema en cuesti¢n, pero
desconocen paternidad o procedencia.
El c¡rculo se cierra y acud¢ entonces a Jorge Lu¡s Diaz Casta¤et,
que es el ajedrecista cubano que m s ha estudiado y practicado esta
apertura, con bastantes buenos resultados, pero ­nada!, no tiene ni
la menor idea...
S¢lo me queda por pensar que estamos en presencia de una l¡nea de
juego pr cticamente desconocida y que nadie juega. Acudo entonces a
la base de datos y con verdadera sorpresa encuentro que tengo a mi
alcance ­m s de 60 partidas!, la m s antigua de ellas jugada en
Miniati-Jones, Manchester, en 1891; pero tambi‚n en Cuba, en una
hist¢rica partida Clemente V zquez - Pillsbury, Club de Ajedrez de
La Habana 1900.
Otros ajedrec¡stas renombrados que practicaron esta variante
fueron Keres y Veresov, en la d‚cada del 30, y en general ha sido
empleada durante d‚cadas en muchas partidas jugadas por
correspondencia, con un saldo bastante favorable al primer jugador.
Es realmente curioso que, con tales antecedentes, no encontremos
por las v¡as convencionales una "inscripci¢n de nacimiento" que
aclare la paternidad de esta apertura. S¢lo nos resta pedir la
colaboraci¢n de los lectores, haciendonos llegar cualquier
referencia interesante.
Aprovechamos la oportunidad para anunciar que, si transcurrido un
tiempo prudencial no aparece "el due¤o de la variante", nos
consideraremos en el derecho de bautizarla como ® Sistema Cubano de
la Apertura Reti ", pues, que caray, para eso bastante que la
venimos utilizando desde hace casi un siglo...!
Por el momento pensamos que no biene mal traer a estas p ginas un
resumen con las ideas fundamentales de este sistema de juego.
Presentaremos a continuaci¢n un  rbol que sirve de gu¡a a partir del
cual se desarrollan las l¡neas m s importantes, y finalmente se
incluye adem s una partida resumen con decenas de referencias
te¢ricas, que el lector podr  consultar en la primera partida de la
Base de Datos que acompa¤a este bolet¡n.

2...dxe4
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Menos frecuentes son las respuestas [2...d4; 2...c6]

3.Cg5 Cf6
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Aqu¡ las negras disponen de las siguientes alternativas no menos
interesantes:

A) 3...f5
As¡ se jug¢ en la partida Miniati,N-Jones/ Manchester 1891, la
m s antigua que conocemos sobre este sistema de juego. Su
desenlace fue como sigue: 4.Ac4 Ch6 5.Cxh7 Txh7 6.Dh5+ Rd7 7.Dg6
Th8 8.Ae6+ Rc6 9.Axc8+ Dd6 10.De8+ Rb6 11.a4 a6 12.d3 c5 13.Cd2
Rc7 14.Cc4 Dd8 15.Af4+ Rxc8 16.Cb6# 1-0 Miniati,N - Jones /
Manchester 1891
B) 3...e5
Si damos cr‚dito a las estad¡sticas, esta debe ser posiblemente
la mejor continuaci¢n a disposici¢n de las negras. En la partida
modelo de la base de datos se podr n consultar varias
continuaciones interesantes.
C) 3...Dd5
Jugada que quiz s no agrade a muchos, por lo criticable que
siempre resultan las salidas prematuras de la Dama. Pero si se
consultan las variantes que acompa¤amos, se comprender  que la
idea es perfectamente jugable.
D) 3...Af5
Una respuesta t¡pica que ha ha sido empleada con resultados
aceptables.

E) 3...e6
A primera vista la continuaci¢n m s pasiva, aunque realmente no
es tal cosa pues comienza por amenazar el Caballo, ganado un
tiempo necesario, a la vez que resuelve de antemano las tensiones
que en muchas variantes de este sistema coinciden en el punto
"f7".

4.Ac4
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Posiblemente lo mejor. Pero tambi‚n son jugables las variantes 4.Cc3;
4.De2 o incluso; 4.d3.

4...e6 5.Cc3 b6
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Jugada que inicia lo que pudieramos denominar como "Variante
Cubana", considerando que todas las partidas que conocemos en las
que se ha empleado esta jugada, pertenecen a jugadores cubanos.
Pero el negro dispone aqu¡ de muchas otras alterativas. En el
resumen se podr n consultar partidas de las variantes: 5...Ad7!?;
5...e3; 5...Ae7; 5...Dd4 y 5...h6.

6.Cgxe4 Ab7 7.Df3
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As¡ juega normalmente D¡az Casta¤et en esta posici¢n. Realmente no
parece que el blanco tenga mejor opci¢n.

7...Cxe4 8.Cxe4 Ae7
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As¡ se jug¢ en la partida principal y probablemente sea lo mejor.
Personalmente prefer¡ buscar mi propio camino y en las dos partidas
de referencia introduje la idea 8...Ad5!? considerando supuestamente
que el blanco no debe tomar, porque el caballo tendr¡a que moverse
nuevamente, permitiendo un r pido equilibrio.
En un caso las blancas (Nery Maceiras) optaron por 9.De2 Ae7
10.Ab5+ y ahora no pude privarme la tentaci¢n y respond¡ con
10...Rf8!? ( aunque era natural continuar con 10...Cd7 11.c4 Ab7
12.0-0 0-0 13.d4 Con juego parejo.) La idea de mover al Rey estaba
asociada directamente al prop¢sito de dejar libre al Caballo en su
salida por "c6" v¡a "d4" ¢ "e5", combinado con la expulsi¢n del
Alfil blanco, en tanto que tras este contragolpe el negro puede
hacer ...f5 y ...Rf7 con juego t ctico interesante: 11.0-0 Cc6 12.c3
a6 13.Aa4 b5 14.Ac2 Ce5 15.Td1 f5 16.Cg3 Ad6 17.Ab3!? y la lucha se
hizo muy aguda.
Pero en mi partida contra Diaz Casta¤et, las blancas "se rieron de
los peces de colores" - frase popular que aplicamos en Cuba cuando
tomamos una decisi¢n sin preocuparnos de las posibles consecuencias
- y luego de 9.Axd5 exd5 10.0-0!, se entra en una complicada
continuaci¢n que los interesados podr n ver con m s detalle si
consultan la partida resumen incluida en la base de datos.

9.Cf6+ Axf6 10.Dxb7 Cd7
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Y una simple valoraci¢n general demuestra que las piezas blancas
est n totalmente descoordinadas, por lo que las negras no tienen
nada que temer. Ahora el blanco jug¢

11.Ab5
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que no parece ayudar mucho, y luego de

11...0-0 12.0-0 Cc5 13.Dc6 a6 14.Ac4 Dd6
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y el negro tiene mejores chances, con desenlace interesante que
podr  estudiarse en la l¡nea principal de la partida modelo.