Hércules de Bravura Blanca - Prop.: Francisco Castaño

Standard del Dogo Argentino

Cráneo
Macizo, convexo en el sentido ánteroposterior y transversal por los relieves de los músculos masticadores y de la nuca.

Cara
Del mismo largo que el cráneo, es decir que la línea que une las dos apófisis orbitarias del frontal, está a igual distancia del occipucio y del borde alveolar del maxilar superior.
Hemos separado cráneo y cara, pero ambos constituyen en su conjunto la "Cabeza" del dogo que es típica, pertenece al tipo "mesocefálico" y debe tener un perfil convexo-cóncavo, es decir, el cráneo convexo por el relieve de la inserción de los músculos masticadores, clásico del perro de presa tipo "masticador" y la cara u hocico ligeramente cóncava hacia arriba, propia del perro de gran olfato, es decir que tiene cráneo de masticador y cara de olfativo, en cuanto hay en ello una interacción funcional" el ventear alto. Arcos cigomáticos muy separados del cráneo, con fosa temporal amplia, para la cómoda inserción del músculo temporal, uno de los principales masticadores. Los arcos cigomáticos deben ser fuertes, con mucho hueso y salientes para dar firme inserción al músculo masetero que es grueso y con su cara superficial fuertemente convexa. Este músculo originado en el arco cigomático de cada lado de la mandíbula superior, alcanza más allá de la rama de la mandíbula, lo mismo por debajo que por detrás y consta de tres capas parcialmente separables, que se agarran una por dentro y otra por fuera del maxilar inferior.
En su parte media, a la altura de la fosa masetérica, forma un nódulo que da la cara del dogo un aspecto característico de perro de presa y tipifica la potencia de la mordida.
Otro músculo masticador que da forma inconfundible a la cabeza del dogo, es el temporal que es voluminosos y fuerte, se fusiona en parte con el masetero y tiene su origen en la fosa temporal y en el ligamiento orbitario, insertándose en la apófisis coronoide de la rama ascendente del maxilar inferior o mandíbula. Este músculo cuando está bien desarrollado, contribuye a la convexidad del cráneo del Dogo, al redondear en la superficie los huesos craneanos. El juez al palparlo notará esa masa muscular que da la forma típica al cráneo de masticador.
En tercer lugar como músculo masticador está el occipito-mandibular, que nace en la apófisis paramastoidea y se inserta en el borde y cara media de la rama horizontal de la mandíbula a la altura del último molar. Pero este músculo por su ubicación, si bien ayuda a morder, poco influye en la forma de cabeza del dogo, que está dada principalmente por la forma de los huesos y por el relieve de los músculos ya citado: temporal y masetero.

Maxilares
Bien adaptados, sin prognatismo, fuerte, con dientes bien implantados y grandes. mordida en pinza o tijera.
No tiene importancia el número de molares o premolares, siendo lo más importante la homogeneidad de las arcadas dentarias, la carencia de caries, que no haya prognatismo, ni superior ni inferior y en especial de los cuatro colmillos, grandes, limpios, se crucen perfectamente en la mordida al hacer presa. Insistimos que no tiene importancia el número de molares o premolares, siempre por cierto que no faltaren gran número de ellos, lo que mostraría una anomalía de origen congénito o patológico, que se haría notar en otras características o síntomas, como pequeña altura, falta de calcificación en los huesos, estructura osteoanatómica insuficiente, etc.
Me refiero solamente a la falta de algunos premolares o molares. Las muelas sirven para destrozar, moler los alimentos, pero ninguna función tiene en la mordida del perro, en la que usa únicamente sus doce incisivos y los cuatro caninos.
Relacionado con el maxilar, está el arduo problema de la forma de la mordida y el prognatismo, sea el inferior que es el más común o el superior.

Defectos
Mordida en pinza. Prognatismo superior o inferior, etc.
El prognatismo, es decir de cuando hay o no hay prognatismo. Debo aclarar en primer lugar que entre ambos prognatismos, inferior y superior es menos malo el inferior, porque éste es en el dogo un atavismo a razas prognáticas, que están en su genotipo: Bulldog, Dogo de Burdeos, Boxer, mientras que el superior es o puede ser índice de degeneración.

Ojos
Oscuros o color avellana. Encapotados por los párpados de bordes negros o claros. La separación entre ellos debe ser grande, mirada viva e inteligente, pero con marcada dureza al mismo tiempo.

Nariz
Fuertemente pigmentada de negro, con un ligero stop en la punta. Ventanas nasales bien amplias. (la nariz blanca, muy manchada de blanco resta puntaje. Nariz partida o labio leporino es motivo de descalificación).

Orejas
Sobre la cima de la cabeza. Erectas o semierectas, de forma triangular que deben presentarse cortadas siempre.
Las orejas, deben ser pues recortadas, pero en su medida y en armonía con el tamaño de la cabeza, en forma que hagan resaltar su belleza y no que la afeen.

Labios
Bien arremangados, tirantes de bordes libres, pigmentados de negro. Mirados de perfil, deben cortar en ángulo recto sobre la parte inferior del hocico, pero sin ser colgantes.
Se exige el labio corto, para que cuando el perro está haciendo presa, pueda respirar también por la comisura labial posterior, porque si el labio es péndulo, aunque el maxilar sea bastante largo, viene a hacer de válvula en la inspiración y cierra la comisura de los labios lo que impide al animal hacer una respiración supletoria por las comisuras labiales, durante la presa, teniendo que largar por asfixia, como pasa en las razas de labios colgantes.

Occipucio
No debe hacer relieve, porque los potentes músculos de la nuca, lo borran casi por completo, siendo la inserción de la cabeza y cuello en forma de arco.

Cuello
Grueso, arqueado, esbelto, con la piel de la garante muy gruesa, haciendo arrugas como las del Mastín, Dogo de Burdeos o Bulldog y no tirantes como en el Bull Terrier.
Esta elasticidad de la piel del cuello se debe a que el tejido celular de esta parte es muy laxo, permitiendo a la piel del cuello resbalar sobre la aponeurosis superficial, de manera que el colmillo o la garra del adversario sólo hiera el cuero y cuando es un puma, por ejemplo el que intenta sujetarlo del cuello, como la piel es elástica y se estira mucho, le permite hacer presa a su vez.

Pecho
Amplio, profundo, con la sensación de poseer un gran pulmón. Visto de frente, el esternón debe rebalsar hacia abajo los codos.
Siendo el dogo un perro de trabajo y lucha es obvio destacar la importancia de un pecho profundo y amplio, por la importancia que tiene la respiración en el perro. Sólo así habrá buen desarrollo de pulmones y corazón.

Espaldas
Alta. Muy fuerte. De grandes relieves musculares.

Tórax
Muy amplio en ancho y profundidad. Visto de lado, rebasa su borde inferior a los codos.

Columna
Más alta en la espalda, inclinada hacia el anca en suave pendiente.
En los animales adultos, cuando el desarrollo de la espalda y del riñón, es bueno, visto de perfil, parecen sillones y presentan un canal medio a lo largo de la columna, dado por el relieve de los músculos espinales.

Manos
Rectas, bien aplomadas, con dedos cortos y bien unidos.
El largo de los dedos debe guardar proporción con la mano y tener almohadillas bien carnosas y de piel gruesa y muy áspera al tacto, con callosidades, que le permitan correr mucho por terreno áspero y pedregoso, sin lastimarse.

Riñón
Borrado por los músculos del dorso.

Piernas
De muslos muy musculosos, con garrón corto y dedos bien cerrados, sin dedo aberrante.
Con buenas angulaciones, recordando siempre que son los pilares propulsores de fuerza y velocidad y el sostén en la lucha cuerpo a cuerpo por lo que nunca será demasiado insistir en la fortaleza de los músculos del muslo. El dedo aberrante, tan fácil de hacer desaparecer en los primeros meses, resta puntaje, como carácter recesivo hacia el Dogo de los Pirineos, pero no es motivo de descalificación. Deben tener las rodillas sin desviaciones hacia adentro o afuera, lo mismo que los corvejones.

Cola
Larga y gruesa, pero sin sobrepasar los corvejones, llevada naturalmente caída. Durante la lucha la mantiene levantada, pero nunca enroscada, en un continuo movimiento latera, como cuando hace fiesta al amo.
Debe tenerse muy presente, que la cola constituye una gran ayuda, tanto en el cambio de dirección a la carrera, en que actúa a la manera de timón, en acción compensadora, como en la lucha donde hace de sostén o punto de apoyo, colaborando en el trabajo de los cuartos traseros. Cuando camina o trota debe llevarla naturalmente caída, nunca levantada y menos enroscada o en curva.

Altura
Macho de sesenta y tres a setenta centímetros. Hembra de sesenta a sesenta y seis centímetros. estimados.
Un perro que debe luchar con fieras tan grandes como el jabalí europeo, el puma, el aguará guazú -más alto que el lobo- y eventualmente el jaguar, mientras tamaño mayor tenga, más será su ventaja, para equilibrar las garras o colmillos de que el dogo carece. Ese límite natural, en cuanto no debe llegar al gigantismo que le significaran inconvenientes para desplazarse en los montes de algunas provincias norteñas.
Por otra parte, el juez debe juzgar un conjunto que debe ser armonioso y ya sabemos los inconvenientes de mantener la armonía, tanto en un perro gigante como en uno enano. De manera que la propia naturaleza se encarga, como lo hace en esas otras razas de caza mayor, ya citadas, de ponerle un límite a la altura, que no se lo da ni tiene por qué dárselo el standard.
En eso de la altura, el juez debe ser inflexible, pues siendo el dogo un perro de lucha entre las razas de caza mayor, la disminución en el tamaño, como lo tengo expresado repetidas veces, le resta eficacia. Le he fijado en el standard y por las razones expuestas una altura de hasta 70 centímetros a la cruz y un mínimo de 63 para los machos y de 60 a 66 para las hembras, a los efectos de que el juez tenga mayor movilidad para su juzgamiento.
Y si insisto en ponerles un límite de altura máxima, es como ya lo expresé por tratarse de una raza nueva, que debemos uniformar en lo posible, pero para arriba, jamás para abajo lo que irá en detrimento de la raza. Debe ser descalificado todo macho adulto que tenga menos de 63 centímetros y toda hembra con menos de 60. Reiteramos, que el creador de la raza ha enseñado que el Dogo Argentino es un normo-tipo y dentro de ello un macrotálico. Es decir que debe existir una armonía en la proporción, que bajo el punto de vista funcional es euritmia, o sea normal correlación orgánica que se traduce por una mayor capacidad de fuerza, por lo que siempre debe buscarse el de mayor talla pero sin llegar al gigantismo. Entre varios ejemplares buenos, el juez debe inclinarse por el de mayor talla, siempre que guarde simetría y armonía en su conformación.

Peso
El dogo debe tener un peso en armonía y relación con la altura.
Me ha parecido oportuno, después de la experiencia de los años de exposiciones que llevamos desde que se reconoció la raza, que el peso ideal no puede determinarse en kilos y que debe ser considerado por el juez acorde con la altura y proporcionado a ella. Bien sabemos que en las exposiciones nunca se pesan los perros por razones de práctica. Además el peso varía de acuerdo al estado de gordura del animal y es muy difícil determinarlo a ojo y en el escaso tiempo que el juez tiene para juzgar. El juez no queda así atado a un cliché muy difícil de determinar por razones prácticas. Con la altura y el estado general del perro, el juez podrá juzgarlo con acierto.

Manto
Completamente blanco. Toda mancha de cualquier color, debe descalificarse como carácter atávico.
Los blancos con la piel muy pigmentada de negro deben considerarse como ejemplares no aptos para la reproducción, por el carácter recesivo que muestran y que puede entrar a ser predominante en los hijos si se aparean con otros ejemplares que tengan en potencia dicho defecto. Las manchas pequeñas en la cabeza, no son motivo de descalificación, pero entre dos ejemplares similares, debe preferirse al que sea completamente blanco. En cambio toda mancha de pelo en el cuerpo, debe ser motivo de descalificación.

MOTIVO DE DESCALIFICACIÓN
Ojos sarcos, sordera, manchas indefinidas de pelos en el cuerpo, pelo largo, nariz blanca o que tenga más de dos terceras partes de blanco, prognatismo en cualquiera de sus formas, labio muy péndulo, cabeza agalgada, orejas largas, sin recortar o con el pabellón totalmente mutilado, talla inferior en el macho a 63 centímetros y hembra 60, más de una mancha grande en la cara y toda desproporción física. El dedo aberrante le resta puntaje, sin llegar a la descalificación.

Standard sacado del libro Todo acerca del Dogo Argentino (Edit. Plus Ultra - 1994), del Dr. Víctor A. Valiño.

Estás escuchando el tango "Libertango" (Astor Piazzola)



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