Entre bocado y bocado, mientras saborea un plato de langosta con salsa de panceta que, según ella "It's exciting" (palabra que de aquí en más repetirá hasta cansarse), Fran cuenta que a los 15 años se presentó en un concurso para Miss Nueva York Adolescente y no ganó, salió primera princesa. "Pero seguí el consejo de mi mamá y, para poder entrar en el show business, que era lo único que quería, mentí y dije que había ganado. Sólo exageré un poquito", se excusa. "Necesitaba conseguir un agente, hacer que ellos pensaran que yo era alguien especial, más interesante que otras chicas".
Su perseverancia y convicción no fueron en vano. En 1977 consiguió su primer papel en la película Fiebre de sábado por la noche, con John Travolta. "Fue mi primera experiencia en un trabajo como actriz donde tenía una ínfima parte hablada. Todo lo que había hecho hasta entonces eran comerciales. Fue excitante. Yo era fanática de John y él ya era muy famoso. Conmigo fue súper dulce, el mejor bailarín que conocí"
-Y después de la película ¿qué pasó?
-Estudié cosmética y peluquería (se ríe a carcajadas). A veces puede ser un trabajo excitante. En realidad lo hice por si lo de la actuación no resultaba. Y no me equivoqué; durante un tiempo tuve que cortar el pelo. Muchos amigos del ambiente, que luego fueron famosos, probaron mis manos. Conocí las peladas de David Carusso y de Dennis Quaid, por ejemplo.
Así como Fran no se conformó con las tijeras, tampoco lo hizo con la actuación. La señora es hoy una superempresaria, que piensa siempre en billetes. Produce y es la estrella de la serie de televisión que en Argentina y por Telefé ven un millón y medio de personas todas las tardes a las 16. "En La niñera hago de todo: pienso historias, imagino situaciones y después se lo asigno a algún guionista que escribe cada libreto. Y una vez terminados, los corrijo. Estoy presente en cada detalle, ese programa es el bebé que no tengo".
La actriz también se hace tiempo para escribir. "Mi primer libro "Enter Whining" (Entrar chillando) fue bestseller. Es una autobiografía donde cuento mi experiencia en el show business. Recientemente también escribí, produje y dirigí un show televisivo para la MTV y fui la productora ejecutiva y la protagonista junto a Timothy Dalton de la película The Beautitian and the Beast, una especie de parodia de The Beauty and the Beast. Fue una experiencia excitante".
Como si todo esto fuera poco, Fran también es una excelente cheff. Y hasta en ese aspecto tan personal de su vida, la señora piensa en verde: "Me encanta cocinar y lo hago muy bien. Hasta tengo patentada la receta de los croutons, los cubitos de pan tostado que uno pone en las ensaladas o en sopas. Debo admitir que me salen muy bien. Por eso decidí fabricarlos y ahora tengo una compañía que los hace. ¿Por qué no explotar esa virtud también?", dice y se ríe de ella misma.
-¿Por qué un sitcom (comedia) americano tiene tanto éxito en otros países?
-Fran Fine es una niñera muy sexy, que usa ropa fantástica y tiene una mezcla atractiva de inocencia y charme que la hace querible. Y trata a los chicos como iguales. Además creo que a muchos les gusta la historia de la chica trabajadora que enamora al dueño de casa, un aristócrada con dinero y sin señora.
-¿Quiere tener hijos propios, Fran?
-Me gustaría, por lo menos uno. Pero ahora estoy separada de mi marido Peter y se complica. Estuvimos juntos 17 años, luchamos por sacar la pareja adelante, pero no pudimos. Vivíamos peleando y gritando. Hasta fuimos juntos a terapia, pero no pudo ser. Igual nos seguimos queriendo.
-¿Le gustan los chicos?
-Me encantan. Adoro la forma en que funcionan sus cabecitas, pero no sé si les tengo mucha paciencia. Nunca viví con chicos, seguramente el día que tenga los propios aprenderé. Pero admito que con los ajenos, me pasa que después de un rato, en especial cuando empiezan a llorar o a gritar, prefiero que se vayan.María Calatayud
producción: Sofía Delger
fotos: Christian Beliera
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EditorialAtlántida , 1998.
