"Soy una mujer de negocios"
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De visita en Buenos Aires, Fran Drescher, la estrella de la comedia "La niñera", sueña con hacer teatro dramático en Broadway. |
Llegó a la Argentina como parte de una campaña promocional del reciente acuerdo entre Sony Entertainment Television y Telefé. La visita de Fran Drescher, protagonista de la serie norteamericana "La niñera", es el primer fruto de la flamante unión empresaria. Y ella, como miembro activo del mundo de los negocios del espectáculo, supera ampliamente la altura de las circunstancias.
Con absoluta profesionalidad, Drescher se sometió anteayer, durante todo el día, a entrevistas que incluyeron el reportaje en vivo con Susana Giménez, más participaciones grabadas para "El show de Videomatch" y "Versus", siempre para la pantalla de Telefé. Ayer, con la misma sonrisa y buena disposición, siguió al pie de la letra las instrucciones de la prediseñada campaña promocional.
El corsé de estas obligaciones no la incomoda, sino que más bien se siente a gusto en el marco de una agenda de hierro. Nada está más lejos de esta mujer que la imprevisibilidad. Ella misma explica que hasta su vestuario no es el propio sino el de alguno de sus dos personajes:Fran Fine, de "La niñera", o Fran Drescher, la celebridad. La Drescher doméstica se viste de negro, en cambio el producto que ha hecho de su persona cumple en usar un vestuario para el que exige los siguiente requisitos: color, sex-appeal y un apropiado diseñador.
-¿Te considerás una mujer de negocios?
-Absolutamente. Manejo una gran compañía que es "La niñera".
-¿Cuáles son las cualidades de esa mujer de negocios?
-Tenés que saber qué es lo que querés y comunicarlo de una forma en que alguien sea capaz de escucharte. Tenés que ser amable, generosa, permitirle a la gente un sentido de la dignidad y trabajar más que cualquier otro porque es la manera en que la gente sienta ganas de trabajar aún más para vos. Yo no juego al golf en un club y hago que todos los demás se queden trabajando para hacer que el show sea bueno. Por el contrario, pretendo que todos los demás puedan ponerse a la par conmigo, que estoy trabajando desde antes que cualquiera. Soy la primera en empezar con el trabajo a la mañana y la última a la noche, los siete días de la semana. La gente no me mira y piensa: "Esa perra que no mueve un dedo... ¿por qué tengo que hacer esto si ella no lo hace?"
-En "La niñera" tu tarea no es sólo la actuación sino también escribir los guiones, producir y dirigir. ¿Harías esto mismo en un proyecto donde no actuaras?
-He escrito, producido y dirigido un programa de televisión para la señal MTV, en el que no trabajaba como actriz. Así que sí. Ese es el plan. Tener opciones para cuando me sea difícil obtener papeles. Tener la seguridad de que puedo hacer otras cosas.
-¿Te será posible trabajar como actriz después de "La niñera"?
-Es posible, pero quiero tomarme un descanso, hacer una obra en Broadway. Me gustaría hacer algo más serio.
-Una obra dramática.
-Sí, algo más trágico.
-Muchas veces, los actores de TV no son considerados actores de primera categoría, como los de teatro. ¿Es una actriz de segunda categoría en Estados Unidos porque trabaja en televisión?
-Creo que ya no se lo considera algo snob. Estoy segura de que hay algunas personas que les otorgan a los actores de teatro la condición de ser más de elite y honestos que los que hacen TV. Pero la televisión que yo hago es muy buena. Si estuviera haciendo una porquería, pienso que no sería tan respetada entre mis pares, pero soy muy respetada en mi país a pesar del hecho de que mi fama y mi notoriedad vienen de un programa de televisión.
-¿Por qué estás tan interesada en hacer una obra dramática en Broadway?
-Pienso que sería una buena movida en mi carrera. Le permitiría a la gente ver otros colores de mi actuación. En una sitcom no podés mostrar mucho del rango de emociones, pero a mí me gustaría que el público viera un poco más. Si hiciera un drama pienso que tendría la posibilidad de mostrarle a la gente qué más soy capaz de hacer.
Aunque Fran Drescher no tiene, más allá de su particular voz, demasiados puntos de contacto con su personaje de la ficción, parecería que en la trama de "La niñera" aparecen los deseos y fantasías de la actriz. Para empezar, la niñera judía de la televisión surgió a partir de la necesidad de Drescher de escribir sobre lo que conoce. Y ella dice que nada le es tan familiar como su familia judía y sus costumbres.
-¿Ser judía te permite hacer chistes sobre esa cultura?
-No sé si se puede decir que es esto lo que me permite hacer chistes sobre la cultura judía en mi programa. Lo que pasa es que uno tiene que escribir sobre lo que conoce. Escribo sobre eso porque es cercano a mi persona y veo el humor que hay en ello, veo lo que hay de divertido en ello. Lo más importante es que escribas sobre lo que conocés y eso es lo que conozco.
Gracias a esta asociación, rápidamente se recuerda la condición de soltera que obsesionaba a su personaje hasta que logró casarse con su jefe, Maxwell, y el hecho de que la sexta temporada de la comedia finalizará con el nacimiento de una beba.
-¿La obsesión con la soltería tiene que ver también con tu vida personal?
-Estuve casada por muchos años, pero me separé de mi marido y por primera vez en mi vida vivo sola. Estoy aprendiendo a disfrutarlo y a descubrir cuáles son mis necesidades y mis sentimientos por mí misma, lo cual es una nueva experiencia. Me está gustando y creo que es un buen crecimiento.
-¿El deseo de un hijo es personal también?
-"La niñera" termina con un bebe recién nacido. Es una nena, porque va a ser divertido tener una nena chiquitita a la que vista como yo. En lo personal, creo que si encontrara a un hombre que me inspirara para tener un hijo, si estuviera involucrada con un hombre con quien quisiera tener un hijo, me podría ver a mí misma teniendo un bebe, pero no en lo inmediato.
Una cuestión
de edad
Al igual que
la diva nacional Susana Giménez, Fran Drescher también tiene un
perrito tamaño portátil al que ama profundamente. Chester es a
Drescher lo que Jazmín a Giménez. Pero esta vez la mascota no
vino con su dueña, sino que se quedó en Estados Unidos.
"Mi perro Chester está viejo y ya no viaja conmigo porque
creo que puede ser muy estresante para él. Prefiero que se quede
en casa con gente que lo cuida." Ama tal vez demasiado a ese
perrito, tanto que prefiere hablar de él como si no tuviera
edad. Seguramente, no decir en voz alta cuántos años tiene la
aleja de la posibilidad de vejez y muerte de su mascota.
La historia se repite. Preguntar cuántos años tiene Fran Drescher no está permitido. Un número no dicho -ni siquiera en voz baja- se transforma en una edad que no existe. Ella lo confirma y dice en medio de sus increíbles carcajadas: "Puedo tener la edad que vos quieras que yo tenga". Seguramente, son muchas cosas más las que puede hacer creer. Finalmente, es una mujer de negocios y su negocio es la verosimilitud de su propia imagen.
Miriam Molero
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