Es reconocido dentro del folclore andino colombiano por haber compuesto por allá en los años 30’s un bambuco con cadencia y sabor caribes, pero manteniendo su ritmo de manera absoluta: el “Bambuco Costeño” o “Adiós Mujé”, nombres con los que se le identifica:

“Adiós ‘mujé’ que me diste el icaco de tu boca,
y con la pasión más loca ‘dormía’ en tus pechos me diste…
no me quieres ya querer, ay, mujé!..."

Compuso unas pocas obras más pero parece que ninguna de ellas alcanzó a penetrar en el público de manera importante.

Al maestro Mejía se le recuerda como un excelente tiplista, cosa no muy corriente para un músico de nuestra costa caribe. Por los años 40’s integró y dirigió el afamado grupo “Remembranzas” de la ciudad de Barranquilla, dedicado de manera preferencial a la ejecución de música del interior del país.

Parece que ese especial interés de un costeño por la música andina lo transmitió a su hijo, barranquillero como su padre, el extraordinario compositor Rafael Mejía, autor y compositor, entre otros, del famoso bambuco “Arroyito campesino” y de muchísimas otras obras de gran calado en el gusto nacional.

El maestro Francisco Javier Mejía falleció en Barranquilla en 1948 a los 76 años de edad.

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