RAFAEL CONTRERAS
Alumno inicialmente del profesor Trinidad Bonett, a los siete años ya era un buen intérprete de la flauta. A los 14 años es llamado a integrar la “Lira Ocañera” que dirigía el maestro Ramón Clavijo, a la que pertenecían otros importantes músicos de la época: Marcos Páez en el tiple, Luis Clavijo en el tiple, Antonio Barbosamen la flauta, Carlos Julio Clavijo en la trompeta, Julio Melo en la guitarra, y el barítono Luis Páez.
El año 1935 fue muy importante en la vida de nuestro biografiado: contrae matrimonio con la dama Otilia Alvernia Roca, ingresa a la Banda Municipal de Ocaña y nacen sus primeras tres composiciones musicales: la danza “Amores de otoño”, el vals “Raúl”, y el pasillo “Estival”.
En 1937 viaja a Bogotá donde adelanta durante cuatro años estudios de flauta, solfeo, dirección, armonía, etc.. en el Conservatorio Nacional, con los profesores Gino Politi, Demetrio Halarambis, Gustavo Escobar, Andrés Pardo Tobar, Sofía Antolínez, y otros.
Regresa a Ocaña en 1941 para asumir la dirección de la Banda Municipal de Ocaña, cargo que ejerce hasta 1949, cuando viaja a Barranquilla como profesor de música del Colegio Biffi y miembro de la Banda Filarmónica de la ciudad. En 1953 regresa nuevamente a Ocaña y asume por segunda vez la dirección de la Banda Municipal.
Famosas fueron las tertulias musicales del maestro Navarro en la casa de campo que tenía en el frío y solitario corregimiento de Pueblo Nuevo, en donde era imposible escapar a la inexorable ley de que la bohemia y el arte tienen nexos misteriosos e indestructibles. Y es allí donde nacen muchas de sus composiciones musicales.
Compositor versátil, con obras de todo género que abarcan desde nuestro folclor hasta música “culta”, las siguientes son algunas de ellas: “Ocañerita”, “Aires de la montaña”, “Benitín”, “Eneas”, “Chicuelo”, “Cantaclaro”, “Magnolias”, “Bésame”, ”Embrujo tropical”, “Amores de otoño”, “Fantasía”, “Cantares de Ocaña”, etc...