Desde pequeño una de mis grandes atracciones fueron esas maquinitas donde una persona escribia en un teclado y luego algo nuevo aparecía en una especie de diminuto televisor sin botones en frente de él. Muchos años mas tarde me enteraría que se llamaban computadoras y que estarían en casi todos los escritorios de las empresas e incluso, yo llegaría a tener una de esas en mi recámara.

Viendo mi interés en esas curiosidades, mis padres a los 8 o 9 años me obsequiaron para Navidad la que sería mi primera microcomputadora: un Atari 800XL con cassettera incluida para cargar juegos y programas a su memoria. Tambien allí aprendí mi primer lenguaje de programación: Basic. Pero avancemos un poco...

Tengo cierta atracción por la vida al aire libre. Seguramente debido a que desde que yo recuerdo hemos ido en familia a la casa de mis abuelos paternos, ubicada fuera de Santiago, a unas cinco horas en automóvil mas o menos. Desde allí puedo mirar el cielo, las estrellas sin las molestas luces de la ciudad. Puedo pasar horas y horas contemplandolas, y a veces todo es recompensado con el paso de una estrella fugaz. A pesar de mis plegarias y súplicas, aun no se me cumple un deseo pedido desde hace años. Simplemente encontrar a... bueno, no es necesario que se enteren de toda mi vida, ¿o si?.

También me gusta la música en general, desde la clásica hasta la moderna. Soy relativamente tolerante a ese respecto. Sin embargo la música suave la prefiero a la estridente. Admirador de Jean Michel Jarre y Vangelis, junto con Kitaro y Enya.

continuará...