Los
Niños
Los niños, saben tan poco y enseñan tanto, que bastaría observarlos un rato para
comprender muchas lecciones de la vida.
Anoche, estando de visita en casa de una amiga, contemplé un grupo de chiquillos
que se divertía proyectando sombras chinescas en el blanco tapiz de la pared.
¡Aquí va el ratón! dijo uno- dando a sus deditos un ligero movimiento de
animal perseguido. Todos rieron. Entonces dijo otro: -Yo voy a formar un león-. El grupo
inmediatamente se disolvió asombrado, porque los niños, temían ser devorados por la
soberbia figura del animal que ya empezaba a proyectarse en la pared.
A mi lado, la señora X que también encontrábase allí de visita, hacia trizas la
reputación de una familia bien acogida en la sociedad. Alguien, -sin pretender imitar a
los niños-, se retiró del círculo donde se destrozaba el honor ajeno.
Pocos quedamos escuchando los comentarios del corrillo; pues desde el primer
momento, debimos como los niños que proyectaban sombras chinescas en la pared-,
abandonar el lugar de la malicia y la intriga.
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