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No Busques Más Allá…


¿Por qué pierdes el tiempo y torturas tu mente tratando de pasar los límites de tus propias posibilidades…?


Entre los deseos y las realizaciones no existe ninguna muralla que te impida pasar; si embargo, un hilo invisible corta tu paso y no sabes por qué. Entonces, maldices e increpas contra el destino, como si éste fuese algo que no puedes evadir. Caes impotente y te quedas allí limitado por las circunstancias; y si no resultase así, ¿cómo podrías saber de amarguras, deseos y esperanzas…?

La vida nos parecería un sueño y las cosas fútiles e irreales si todo nos llegara al primer esfuerzo mental. Y he aquí, que la gran satisfacción de haber llegado a la meta, se presenta en proporción a las heridas recibidas en el camino de la lucha.

¿Cuál sentirá más sed, el que llega por la sabana abierta sin refugio de sombra y azotado por el viento mordiente del mismo día; o el que se demoró bajo los árboles del camino y escucho el trino del pájaro que vuela entre la fronda? Ahora, preguntad a los dos:

-¿Cuál de estas dos aguas será más clara y dulce siendo del mismo manantial?

En el Universo todas las cosas se compensan de una manera u otra. Los ciegos somos nosotros, que pretendemos ir más allá cuando debemos detenernos; y nos quedamos rezagados cuando hay una sabana ríspida y ardiente que atravesar. Por ello, no maldigas ni increpes contra el Destino; tu mismo eres el camino y algún día tendrás que llegar.