Estudios de Factibilidad:
En general los análisis de factibilidad más profundos,
o los estudios de factibilidad, se completan durante la fase de diseño
de sistemas, en general durante la consideración de la evaluación
de las diferentes alternativas de solución propuestas. Los estudios
de factibilidad consideran la factibilidad técnica, económica
y operacional de cada alternativa, así como si el proyecto es o
no apropiado dados los factores políticos y otros del contexto institucional.
Factibilidad operacional:
Esta factibilidad comprende una determinación de la probabilidad
de que un nuevo sistema se use como se supone. Deberían considerarse
cuatro aspectos de la factibilidad operacional por lo menos. Primero,
un nuevo sistema puede ser demasiado complejo para los usuarios de la organización
o los operadores del sistema. Si lo es, los usuarios pueden ignorar el
sistema o bien usarlo en tal forma que cause errores o fallas en el sistema.
Segundo, un sistema puede hacer que los usuarios se resistan a él
como consecuencia de una técnica de trabajo, miedo a ser desplazados,
intereses en el sistema antiguo u otras razones. Para cada alternativa
debe explorarse con cuidado la posibilidad de resistirse al cambio al nuevo
sistema. Tercero, un nuevo sistema puede introducir cambios demasiado rápido
para permitir al personal adaptarse a él y aceptarlo. Un cambio
repentino que se ha anunciado, explicado y “vendido” a los usuarios con
anterioridad puede crear resistencia. Sin importar qué tan atractivo
pueda ser un sistema en su aspecto económico si la factibilidad
operacional indica que tal vez los usuarios no aceptarán el sistema
o que uso resultará en muchos errores o en una baja en la moral,
el sistema no debe implantarse.
Una última consideración es la probabilidad de la obsolescencia
subsecuente en ele sistema. La tecnología que ha sido anunciada
pero que aún no está disponible puede ser preferible a la
tecnología que se encuentra en una o más de las alternativas
que se están comparando, o cambios anticipados en las practicas
o políticas administrativas pueden hacerse que un nuevo sistema
sea obsoleto muy pronto. En cualquier caso, la implantación de la
alternativa en consideración se convierte en impráctica.
Un resultado frecuente de hallazgos negativos acerca de la factibilidad
operacional de un sistema es que éste no se elimina sino que se
simplifica para mejorar su uso. Otras posibilidades son que los programas
de relaciones públicas o de entrenamiento estén diseñados
para enfocarse a sobreponerse a la resistencia a un nuevo sistema, o se
desarrollan formas para hacer fases en el nuevo sistema en un largo periodo
para que el cambio total, que traumatizaría a los usuarios u operadores,
se convierta en una serie de pequeños cambios.
Factibilidad Técnica:
El análisis de factibilidad técnica evalúa si el
equipo y software están disponibles (o, en el caso del software,
si puede desarrollarse) y si tienen las capacidades técnicas requeridas
por cada alternativa del diseño que se esté considerando.
Los estudios de factibilidad técnica también consideran las
interfases entre los sistemas actuales y nuevo. Por ejemplo, los componentes
que tienen diferentes especificaciones de circuito no pueden interconectarse,
y los programas de software no pueden pasar datos a otros programas si
tienen diferentes formatos en los datos o sistemas de codificación;
tales componentes y programas no son compatibles técnicamente. Sin
embargo, puede hacerse una interfase entre los sistemas no compatibles
mediante la emulación, la cual son circuitos diseñados para
hacer que los componentes sean compatibles, o por medio de la simulación,
que es un programa de cómputo que establece compatibilidad, pero
con frecuencia estas formas de factibilidad técnica no están
disponibles o son demasiado costosas.
Los estudios de factibilidad técnica también consideran
si la organización tiene el personal que posee la experiencia técnica
requerida para diseñar, implementar, operar y mantener el sistema
propuesto. Si el personal no tiene esta experiencia, puede entrenársele
o pueden emplearse nuevos o consultores que la tengan. Sin embargo, una
falta de experiencia técnica dentro de la organización puede
llevar al rechazo de una alternativa particular.
Factibilidad Económica:
Los estudios de factibilidad económica incluyen análisis
de costos y beneficios asociados con cada alternativa del proyecto. Con
análisis de costos/beneficio, todos los costos y beneficios de adquirir
y operar cada sistema alternativo se identifican y se hace una comparación
de ellos. Primero se comparan os costos esperados de cada alternativa
con los beneficios esperados para asegurarse que los beneficios excedan
a los costos. Después la proporción costo/beneficio de cada
alternativa se compara con las proporcionan costo/beneficio de las otras
alternativas para identificar la alternativa que sea más atractiva
e su aspecto económico. Una tercera comparación, por lo general
implícita, se relaciona con las formas en que la organización
podría gastar su dinero de modo que no fuera en un proyecto de sistemas.
Los costos de implementación incluyen comúnmente el costo
remanente de la investigación de sistemas (ara este propósito,
los costos en los que ya se ha incurrido no son relevantes), los costos
de hardware y software, los costos de operación del sistema
para su vida útil esperada, y los costos de mano de obra, material,
energía, reparaciones y mantenimiento. A través del análisis
de costo/beneficio, la organización debe apoyarse en los conceptos
tradicionales de análisis financiero y las herramientas como teoría
del valor presente, análisis de costos diferenciales y análisis
de flujos descontados.
Algunos costos y beneficios pueden cuantificarse fácilmente.
Los beneficios que pueden cuantificarse con facilidad son de dos tipos
generales: Ahorros en costos, tales como una disminución en costos
de operación y aumentos en las utilidades directas. Como un ejemplo
de lo último, un cliente podría haber contratado la suministración
de pedidos de una cantidad conocida si la organización implanta
un sistema que información que proporcione al cliente información
continua acerca del estado de la producción en proceso de los embarques
planeados de mercancía, de tal forma que a los clientes de dicho
cliente pueda dárseles estimaciones exactas de cuándo estará
disponible la mercancía.
Un problema importante con el análisis de costos/beneficio es
la atención inadecuada de costos y beneficios intangibles. Éstos
son aspectos de las alternativas de los nuevos sistemas que sí afectan
los costos y utilidades y deberían evaluarse pero que los afectan
en formas que no pueden cuantificarse fácilmente. Los factores intangibles
con frecuencia están relacionados a la calidad de la información
proporcionada por el sistema y a veces a formas sutiles en que esta información
afecta a la empresa, tal como alternando las actitudes para que la información
sea vista como un recurso.
Con frecuencia los diseñadores de sistemas no están a
gusto basando sus recomendaciones en intangibles "vagos" que deben estimarse
en forma contraria a lo que se llama "hechos Duros" de costos y beneficios
fácilmente cuantificables; prefieren justificar sus recomendaciones
con datos determinados objetivamente. Cuando se da mayor importancia a
los costos y beneficios cuantificables que a los costos y beneficios
intangibles, quizá haya una desviación contra el nuevo sistema
por que la mayoría de los costos pueden cuantificarse de manera
fácil, mientras muchos de los beneficios más importantes
pueden ser intangibles y por lo tanto no se consideran correctamente.
Dos beneficios intangibles son el servicio a clientes y mejor información
administrativa. Por ejemplo, los clientes pueden recibir información
puntual y exacta acerca de los envíos, estados y otros informes
más exactos, y nuevos servicios. Los cajeros electrónicos
en los bancos que permiten a los clientes realizar operaciones 24 horas
al día y que pueden resultar en un mayor número de clientes
y utilidades para el banco, son un ejemplo de un servicio al cliente. Además,
un nuevo sistema puede proporcionar una mejor imagen de la organización
a sus clientes, vendedores, y empleados, que ayuda a atraer más
clientes a que ayuda a retener a los empleados.
Los beneficios intangibles importantes pueden ser adquiridos de un
nuevo sistema de información. Es cierto que el principal ímpetu
al desarrollar un nuevo sistema puede ser la expectativa de información
más exacta y a tiempo, un mejor formato de los informes, o informes
que estén más enfocados a áreas particulares de problemas.
Por ejemplo, los informes pueden recibirse más pronto después
del cierre del periodo, o el nuevo sistema puede hacer que la información
esté disponible con base en preguntas durante todo el tiempo. Además
en muchos casos el nuevo sistema proporciona información que
antes no estaba disponible, como información de los costos estándares
o incrementos en los costos.
También pude haber menos beneficios intangibles obvios. Un nuevo
sistema puede proporcionar mejor control sobre las operaciones de
la organización, o puede ser que la auditoría sea más
rápida o a un costo menor. Un beneficio intangible final es que
la experiencia obtenida de la investigación de sistemas y del uso
de un sistema de información más avanzado a menudo coloca
a la organización en una mejor posición para tomar ventajas
de desarrollos futuros en tecnología de computación y sistemas
de información. Por ejemplo, es posible que la experiencia obtenida
del desarrollo de una base de datos de personal tenga mucho valor si la
organización decide implantar una base de datos financiera; no sólo
estará afectando positivamente l diseño de la base de datos
financiera, sino que también existirá una reducción
en los costos de su desarrollo, que es un ahorro en costos hacia el siguiente
proyecto de sistemas que debería considerarse como un beneficio
proporcional por el proyecto actual.
La mayoría de los costos y beneficios intangibles de una alternativa
afectan en forma indirecta las utilidades, pero esto es difícil
de medir. La siguiente es una forma de cuantificar los costos y beneficios
intangibles:
1. Identificar las causas y efectos directos. Por ejemplo, el efecto
directo de computarizar tareas repetitivas puede ser que un nuevo sistema
mejore los trabajos actuales y mejore la moral.
2. Identificar los efectos indirectos. Por ejemplo, una mejor moral
puede resultar en cerca de 5% menos ausentismo y un 10% menos en el índice
de rotación de empleados.
3. Estimar el impacto económico de los efectos indirectos para
la vida estimada del sistema. Por ejemplo, una reducción en los
retrasos de la programación y horas extras debidas a la reducción
del ausentismo puede ahorrar casi $2,000 al año, y una reducción
en los costos de entrenamiento debidos a una reducción en la rotación
de los empleados puede ahorrar hasta $3,000 al año. El beneficio
total (ahorro en costos) debido a una mejora en los empleos sería
entonces $5,000 al año o de $20,000 para una vida estimada de 4
años del sistema.
Esta forma puede usarse para una gran variedad de costos y beneficios
intangibles. Aunque arbitraria y subjetiva, es preferible a ignorar los
intangibles. Esta forma puede describirse como “hacer tangibles los intangibles”.
Una forma alternativa es dejar sin cuantificar a los intangibles. Después,
los usuarios y diseñadores de sistemas los estudian y llegan a un
acuerdo acerca de la importancia relativa de lo cuantificado y de los costos
y beneficios intangibles. Sin embargo, con frecuencia los costos y beneficios
intangibles no se analizan completamente, y no se hace ningún intento
para llegar a un acuerdo acerca de su importancia.
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