Fernando y Reubén se metieron a sus salones y salieron inmediatamente después de leer la carta, ¿verdad? En el momento que salieron (y que Liní estaba cerca de su salon y del patio trasero), ella pudo ver cómo Alfonso estaba pegándole repetidamente a su palma izquierda con su puño, mientras volteaba la cabeza por todos lados en señal de desesperación. Ya con esto se dió cuenta plenamente de las intenciones de Alfonso, así que corrió hacia donde iban Fernando y Reubén, o sea, al patio trasero.

    Alfonso, claro, la arrebasó, y estaba a punto de desnucar a Reubén a una velocidad increíble (para luego seguir con Fernando), pero, Liní ya estaba lo suficientemente cerca para ordenarle que se detuviera.

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