TALTOS

Taltos es una raza gigante, dotada de conocimiento paranormal, que se alimenta de los segundos y vive a lo largo de los siglos.

De Nueva Orleans y Louisiana a Stonehenge, de los altiplanos escoceses a la más remota historia de la Oscuridad de los Tiempos, pasando por una Nueva York volcada en la alta tecnología, los Mayfair, los Talamasca y los Taltos combinan el poder de sus mitos, su oculta sabiduría y la tecnología más puntera en un vertiginoso baile con el destino.

En la tercera crónica de las Brujas Mayfair, la Talamasca busca preservar la casi extinguida raza de los Taltos uniendo a un macho y a una hembra. Tal búsqueda capta la atención de un anciano Taltos llamado Ashlar que está relacionado con la identidad del Impulsor. Ash, una figura gigantesca, de comportamiento magnético y enigmático, contempla desde las alturas de su ático el centro nevado de Nueva York. Se trata de un personaje a la vez imponente y tierno. Se trata de Ashlar, miembro de la raza de Taltos, más viejo que el tiempo. Todavía corre por sus venas el dolor que ha sufrido, y el que ha provocado.

Ashlar revela la mitología y el linaje de los Taltos y consigue la ayuda de Michael y Rowan en su batalla contra el mal. Ashlar desea arreglar los sufrimientos de su gente. Para ayudar a Ashlar, Michael debe mantener su "acoplamiento" con Mona Mayfair (una precoz adolescente que ama el sexo y los ordenadores por igual) en secreto, puesto que ha producido una nueva Taltos hembra. Rowan intenta ayudarlo, pero la tarea es difícil puesto que Morrigan, la Taltos, ha sido nombrada la heredera de la fortuna Mayfair. Morrigan se convierte en el nuevo monstruo de la familia Mayfair.

HECHO INTERESANTE:

Cuando Ashlar relata su historia, él da los detalles de la persecución de los Taltos por los Celtas, y la necesidad que tuvieron los Taltos de ocultarse bajo la identidad de una tribu de humanos llamados los Pictos. Los Pictos existieron en realidad en Gran Bretaña. Anne se sintió intrigada por ellos porque habían gobernado Escocia durante siglos y de repente un día desaparecieron, dejando sólo unos extraños artefactos como única prueba de que existieron alguna vez.

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