Desvergüenza




No te basta con ser
el martirio de mi desvelo,
ni te es suficiente saber
que las líneas que salen al vuelo
no tienen otra razón
que no sea tu presencia,
y que los versos y los trazos
ni un suspiro tuyo merezcan.

No estás conforme con manejar
mis actos, mis pensamientos;
cada vez que te vas
y se queda tu voz y tu mirar tierno;
bien sabes que mi corazón es prisionero
...o por lo menos imaginas algo...
bien sabes que mi verdugo es tu recuerdo,
y entre otras cosas por eso te pienso tanto.

No te basta con todo esto
no te llena, no lo comprendes;
no quedas satisfecha con los versos,
ni mi pensamiento te es suficiente.

No, tú quieres más
quieres acabar conmigo dulce y sutilmente,
y tal parece que de mí te quieres burlar
¡Porque tienes el descaro de adueñarte de mi mente!




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