NOMBRES DE LAS CRÓNICAS DE LOS VAMPIROS
Akasha
Alex
Amel
Armand
Augustin (uno de los hermanos mayores de Lestat)
Azim
Babette Freniere
Baby Jenks
Bárbara (la imaginaria prometida de Lestat)
Benjamín, el Diablo
Sheridan Blackwood
Pieter Brueghel
Carlos
Carmilla
Cassandra
Celeste
Christine
Clarence Oddbody
Claudia
Daniel
Daniel Molloy
David Talbot
Davis
Denis
Dios encarnado
Dora
Nicolás de Lenfent
Lestat de Lioncourt
Louis de Lac
Dr. Polidori
El Viejo (es el mismo Pieter Brueghel)
Eleni
Emily
Enkil
Eric
Eric Sampson (alias de David)
Estelle
Eugenie
Felix
Flaminia
Gabrielle
Matthew Godwin
Maria Godwin
Lestan Gregor
Gretchen
Jake
Janna
Jason Hamilton
Raglan James
Jesse
Katherine La Voison
Khayman
Lamia
Larry
Laurent
Madame LeClair
Lelio
Aaron Lightner
Potter Lionel (alias de Lestat)
Lord Ruthven
Luchina
Madeleine
Mael
Magnus
Maharet
Marius
Mekare
Memnoch
Sebastian Melmoth
Míriam
Míriam
Míriam (sí, hay 3)
Morgan
Mojo (un pastor alemán)
Pandora
Parker
Pierre Roget
Renaud
Roger
Santiago
Santino
Tim
Stanford Wilde
LAS PRINCIPALES FAMILIAS DE VAMPIROS
PROGENIE DE AKASHA
Árbol de la familia
Amel ---------------------- Akasha
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Enkil
Khayman
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Maharet
Mekare
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Jesse
PROGENIE DE MARIUS
Árbol de la familia
Dios del Bosque
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Marius
Mael
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Pandora
Armand
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Daniel
PROGENIE DE LESTAT
Árbol de la familia
Desconocida Criatura Parisina de las Tinieblas
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Magnus
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Lestat
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Louis
Claudia
Nicki
Gabrielle
David
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Madeleine
LOS PRINCIPALES PROTAGONISTAS DE LAS CRÓNICAS VAMPÍRICAS:
LESTAT:Procedente de la refinada y decadente aristocracia francesa del siglo XVIII, al convertirse en vampiro inmortal Lestat dará rienda suelta a sus perversiones nocturnas viajando a través del tiempo y el espacio, hundiendo sus colmillos en todo hombre, mujer o niño que se cruce en su camino, asesinándoles o concediéndoles la vida eterna cuando le plazca. Prefiere, eso sí, los chicos jóvenes. Bisexual y atormentado, a pesar de ser un implacable cazador solitario, Lestat desea tener unos compañeros que alivien su soledad, para lo cual convertirá, a mordisco limpio, al bello Louis y a la pequeña Claudia.
LOUIS: Destrozado por la reciente pérdida de su hermano, el joven y decadente Louis de Pointe du Lac cae bajo el magnético influjo/ataque del maligno Lestat, hasta convertirse en su colega. Con su carácter débil, el guapo Louis quedará condenado a permanecer junto al perverso vampiro que también le ha transformado a él en monstruo nocturno. Tras la comunión de sangres que practica Lestat en él, Louis va descubriendo poco a poco, con horror, en qué consiste su nueva condición. Su vida y sus reflexiones existencialistas quedan recogidas en la entrevista que da origen a Confesiones de un Vampiro.
CLAUDIA: No contento con la única compañía de Louis, Lestat ansía tener una hija adoptiva con la que completar su macabra familia. La elegida es Claudia, una niña de 5 años, quien tras la conversión deja atrás la inocencia de la infancia. Sin embargo, ella, crecida mentalmente pero atrapada en un cuerpo infantil, y Louis, quieren volver a ser humanos y librarse de la influencia de Lestat. Implacable y sanguinaria como éste, pero torturada por cavilaciones existencialistas como su amado Louis, con quien tiene una relación en los límites de la paidofilia, será ella quien ejecute al tirano Lestat. Por desgracia, pagará un alto precio por ello, puesto que ha violado las leyes no escritas de los No-Muertos.
ARMAND: Este bello, gélido y magnético vampiro francés resulta no sólo el más respetado sino también el más anciano (al menos que sepamos, en la primera entrega), aunque no lo parece ni por asomo, del antiguo continente. Hasta él llegan Louis y Claudia en su periplo europeo, en su búsqueda de respuestas. Por supuesto, se encaprichará de ellos, y les traerá a su decadente y exquisito Teatre des Vampires parisino, donde gobierna una legión de seres de ultratumba, encabezados por el torvo Santiago. Anne Rice lo describe:
( ) vi su cara radiante; blanca, sin poros, nervuda y varonil.
( ) su pulido rostro y sus ojos pacíficos se mostraban como si hubieran sido así desde siempre, como si jamás hubiera habido un cambio en ellos.
( ) cada vez que hablaba parecía salir de un estado contemplativo ( ) y, sin embargo, jamás se movía y parecía estar siempre alerta.
( ) era hermoso y simple y ninguna intimidad con él hubiera sido repelente. Había algo grotesco en él, acentuado por su gracia y la serenidad imperturbable de su rostro blanco.
( ) No parecía haber nada humano en él; incluso sus facciones apuestas y su pelo moreno se convertían en los atributos de un ángel terrible.