Durante los años 1941 y 1942 Candela trabajó en Acapulco, en sociedad con un contratista, erigió varias residencias, una casa de departamentos y una serie de cabañas en el Hotel Papagayo. Debido a al atmósfera del lugar que no era muy conducente al trabajo aprovecho una baja temporal en los negocios para unirse a Jesús Martí un compañero refugiado quien dirigía una oficina de arquitectura en la Ciudad de México. Con Martí permaneció cuatro años los más tranquilos de su vida en América. Construyó más residencias, entre ellas una casa en Tepozotlán y reconstruyó el Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca. Independientemente, construyó un hotel y un cine en Guamúchil, manejando la obra a través del correo por medio de un amigo que puso como residente. De esta obra ganó suficiente como para traer a su madre y hermana de España, y persuadió a su hermano Antonio que las siguiera. Los hermanos decidieron trabajar por su cuenta. Su primer contrato fue un bloque de departamentos de renta baja, con una bodega en el piso inferior. Sus cálculos estructurales fueron difíciles y llevados a cabo hasta el más mínimo detalle, ya que de ese tiempo Candela dice : "Todavía tenía yo fe en la exactitud de los cálculos". El mismo cliente pidió entonces la construcción del Hotel Catedral en la calle de Donceles. Su estructura fue de acero pero su fachada fue tradicional, en relación con la arquitectura Colonial del rumbo. La cimentación fue diseñada por el Dr. Nabor Carrillo (quien fuera más tarde rector de la UNAM) difícil de ejecutarse ya que tuvieron que escarbar cinco metros de profundidad dos metros abajo del nivel natural del agua.
©
1997,98
Carlos
Ruiz