Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla, se metieron en sus barcos y se preparaban a partir, pero el AMOR se quedo, porque se quería quedar un rato más con la isla que tanto amaba, antes de que se hundiese.
Cuando se estaba ahogando, el AMOR comenzó a pedir ayuda.
En eso venía la RIQUEZA y el AMOR dijo:
- ¡RIQUEZA, llévame contigo!
- No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para ti.
Él le pidió ayuda a la VANIDAD, que también venia pasando....
- ¡VANIDAD, por favor ayúdame!
- No te puedo ayudar, AMOR. Tú estás todo mojado y vas a arruinar mi barco nuevo.
Entonces, el AMOR le pidió ayuda a la TRISTEZA:
- TRISTEZA, ¿Me dejas ir contigo?
- ¡Ay AMOR! Estoy tan triste que prefiero ir solita...
También pasó la ALEGRIA, pero ella estaba tan ALEGRE que ni oyó al AMOR llamarlo.
Desesperado, el AMOR comenzó a llorar, ahí fue cuando una voz le llamo:
- Ven, AMOR, yo te llevo.
Era un viejecito, pero el AMOR estaba tan feliz que se le olvidó preguntarle su nombre.
Al llegar a tierra firme, el AMOR le preguntó a la SABIDURíA:
- SABIDURíA, ¿Quién era el viejito que me trajo aquí?
La SABIDURíA le respondió:
- Era el TIEMPO.
- ¿El TIEMPO? Pero ¿Por qué sólo el TIEMPO me quiso traer?
La SABIDURíA respondió:
- Porque sólo el TIEMPO es capaz de ayudar y entender a un gran AMOR.
Author: Anónimo.
Gracias a Nina Garza por darme este bello cuento.
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