La Sociedad

Maria del Mar

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"Ojalá y el tiempo
se convierta en nuestro amigo
y que hallemos en él
lo que no tenemos
si acaso lo perdimos.
Ojalá y mis manos
inmersas en tus cabellos
acaricien esos sueños
que ambos tenemos
y que mis ojos tristes
alegren tu mirada verde.
Ojalá y nuestra violencia
dormite a la sombra de un único deseo
para que cuando ambos despertemos
(sin hacer silencio)
no la perturbemos.
Ojalá y mis besos
sanen tus heridas
y que las mías
cicatricen en tus labios
y que tu voz de ave
pronuncie nuestros nombres
unidos para siempre.
Ojalá y tus ganas
se entrelazen a las mías
y que hechas una sola
sequen cada lágrima
e intenten la vida.
Ojalá amor
si fuera yo tu pena
volviera tu sonrisa bella
a esa boca triste
apenas yo me fuera..."

"Quisiera dibujar en tu piel
el futuro de ambos
con finos trazos enlazados
y los colores del arco iris
todos esbozados;
que el pincel de mis dedos
haga de cada tramo tuyo
el mejor de los retratos.
Quisiera adivinar en tu piel
el mejor de tus deseos
borrar con besos nuevos
cualquier otro beso
e imaginar tu alma mía
como no lo fue de nadie.
Quisiera, sólo quisiera...
captar no tu primer sentimiento
tan sólo deseo el mejor de todos
y dormirme en tu piel
y dibujar nuevamente
el futuro de ambos."

"Qué pronto llegó el velero
ondeado en las nobles olas
que danzan en el mar;
en mi atardecer triste
cada noche solitaria
todas las estrellas
que en el cielo están.
Era aún temprano
un susurro leve
me hizo enamorar;
en tu mirada verde
el fulgor de una luna
que no quiso menguar.
Qué pronto llegó a mi puerto
aquel velero tuyo
aquel deseo intenso
cuando con arruyos
quisimos dormitar;
cuando el día inmenso
un anochecer denso
nos hizo enamorar.
Qué pronto nuestro velero
que flotó en el océano
dió un giro extenso
y pudo naufragar;
la marea estaba alta
el viento en contrasentido
y todo aquel tiempo...
hundido en tempestad.
Y nuestro velero
como nave necia
dió la media vuelta
y volvió a navegar."

"Remontando la cumbre alta
(de mis anhelos)
estallar las ganas de los sueños
y llegar más alto
que el cielo mismo
que las estrellas de mi piel.
Abrazas mi miedo fiero
acaricias cien plumas tristes
y me lanzas contra el viento;
daré mil vuelos traviesos
giros de besos violentos
pero hazme volver...
¡Ay amor!
he perdido mi camino
mi nombre y un verso
(que ayer te escribí);
he perdido mi instinto de ave
traigo un ala herida
¡ay mi amor!
has bebido del agua pura
de mis entrañas.
Y encendiste un suspiro blanco
que iluminó aquella cumbre parda
(de mi mirada)
recorriste los restos de mi cuerpo
y pude sentirme tuya
y pude aletear en tu espalda;
¡ay amor!
besa el silencio en mi figura
busca el nido de mis ansias
conquista el límite de mi esencia
procrea en mi vientre vida.
Remontando la cumbre alta
(de mis anhelos)
oye como trina mi alma
alimenta de migajas mis pasos
libera esos sueños azules...
en la cárcel noble
de una poesía
(que ayer te escribí)
en todos los extremos lilas
y en el vuelo bajo
de este ave herida."