Un día, cuando vuelve del instituto en autobús, Daniel encuentra los ojos negros y
escrutadores de una chica, que parece que quiera decirle algo muy importante.
Aquella misma tarde aparecerá el mapa: un mapa antiguo, lleno de
nombres y de figuras extrañas que, tal como le confirmará el profesor Iusef Belkasim, no
sirve para indicar el camino a nadie, sino para explicar el viaje que, seiscientos años
atrás, hizo un mercader barcelonés a la China y que, por lo que parece, acabó muy mal.
La chica de los ojos negros, y el mapa, arrastrarán a
Daniel a una aventura fantástica, donde el amor y la ambición tendrán su papel.
No editado en castellano
Iba a protestar cuando algo le pasó silbando junto a la oreja y se oyó un golpe seco. Daniel giró la cabeza y vio un puñal clavado en la puerta de madera que tenían detrás. Del susto, tuvo la impresión de que el corazón se le subía a la boca y se la tapó con la mano, como si quisiera impedir que saltara.
-Es Xang-Poh! -exclamó la chica-. Deprisa, huyamos!
Le cogió por el brazo y lo arrastró por el callejón.
Corrían como dos posesos y el se dejaba llevar, incapaz de reaccionar. Notaba las piernas flojas y tenía miedo de que le fallaran y cayera de rodillas allí mismo. Detrás suyo, unos pasos ligeros y rápidos no les dejaban atrás. La chica torcía a derecha e izquierda con ligereza y Daniel estaba seguro de que se perderían por el laberinto de callejones viejos y estrechos del barrio antiguo. Finalmente, los pasos que los perseguían dejaron de oirse.
