Carta Aguascalientes, El Laicismo

Acuerdos emanados de los trabajos realizados en la reunión interpotencial en el Gran Oriente de Aguascalientes realizado el 28 de Enero de 2006, con la participación de los Grandes Orientes de Chihuahua, Durango, Zacatecas y Aguascalientes; cuyo objetivo es expresar la postura de la Masonería Mexicana en lo referente al laicismo y sus consecuencias en el desarrollo histórico de nuestra nación en todos y cada uno de los ámbitos del desarrollo socio-político, educativo y cultural. Laicismo. Forma de pensamiento que se expresa en una conducta del hombre, en la búsqueda del conocimiento de la verdad y que no requiere dogmas para llegar a ella, si no del libre albedrío del mismo. Es el pensamiento con capacidad de una conciencia en la libertad e igualdad entre los hombres, que propicia un conocimiento de la verdad histórica en la transmisión y ejecución de las capacidades humanas en provecho de la humanidad, en su desarrollo sociopolítico y económico. Establecer el enlace entre el ejercicio de la razón y el libre albedrío en todos los ámbitos del pensamiento y la acción del ser humano. Buscar, crear, y ejecutar los mecanismos que propicien la real aplicación del laicismo en beneficio del crecimiento y desarrollo de los pueblos y naciones en sus ámbitos social, político y económico. El articulo tercero constitucional, nos otorga todas y cada una de las garantías encaminadas a la transmisión del conocimiento sustentado en los valores universales de igualdad y libertad para beneficio de la sociedad civil de nuestra nación. Laicismo y sociedad La base de cualquier sociedad democrática es el laicismo, ya que este nos conduce por el sendero de la sana convivencia entre todos sus miembros, sin importar que culto profesen, o inclusive si no profesan culto alguno. Este camino también conduce a una libertad total en cuanto al desarrollo espiritual; así como a una igualdad de oportunidades educativas, laborales y de desarrollo personal. El laicismo debe estar presente en todos los aspectos del la vida del individuo en sociedad; empezando por las instituciones gubernamentales, legislativas y educativas; continuando también en un aspecto personal; ante la convivencia con otros miembros de la sociedad se debe siempre tener presente el laicismo para establecer una convivencia respetuosa con los otros miembros de esta, sin importar creencias personales o religiosas. Si bien el individuo en lo privado puede profesar las creencias que desee, en lo público y en su convivencia en sociedad no se debe tratar de imponer las creencias personales sobre las de otros individuos. Se debe invitar ala sociedad a la práctica del laicismo, ya que la no práctica de este concepto implica un franco retroceso. También se hace una enérgica invitación a las autoridades a hacer cumplir la legislación que sobre este punto existe, ya que en los últimos tiempos se ha visto una flagrante violación a este derecho de cualquier ciudadano. Laicismo y política A partir de la instauración de las leyes de Reforma, el estado laico establecido en México ha sufrido cambios. De tal suerte que en la actualidad, el laicismo en la República se ha ido deteriorando poco a poco. La época actual vive un parte aguas para la determinación de la continuidad del laicismo o su desaparición, por la inacción de las instituciones liberales, incluida la masonería. En relación al laicismo involucrado con la política, debemos aplicar y exigir, que independientemente de las creencias religiosas de un gobernante, este no deberá utilizar su credo para implementar sus políticas de estado. A partir de estos conceptos podemos verter las siguientes conclusiones: La masonería deberá proyectarse como la forjadora de hombres laicos y la observadora de la conservación del estado laico. La masonería deberá recordar a la población, a las instancias gubernamentales y a la iniciativa privada lo que implica el estado laico y los beneficios que este arroja al pueblo en general. Compromiso de la masonería como corporación proyectada en grupos liberales hacia una política de estado laico. La incidencia de las ideas laicas en los diferentes medios de comunicación a través de las diferentes organizaciones liberales conformadas por los masones. Para tal efecto es necesario continuar con la reforma, pero ahora con la reforma del estado, la cuál se podría iniciar con propuestas firmes y manifestadas públicamente, y las cuáles siguiendo los cauces legales, sean puestas en el ordenamiento constitucional vigente. Habrá varias o muchas propuestas sustentables y no de fácil realización, pero si viables mediante el esfuerzo y compromiso leal y decidido de la masonería, misma que sin duda, puede y debe tomar ya acciones reales y concretas, visionarias y con pasión renovada, retomando el sitio que debe a la confraternidad universal. Laicismo y religión. De manera natural el hombre siempre ha luchado por la libertad de pensar, razonar y formar juicios de corte científico, los cuáles expliquen objetiva y racionalmente los fenómenos universales. También, y a veces, con el mayor sacrificio ha luchado por la natural libertad de creer en lo que mejor le plazca, incluidos el origen del cosmos y la vida. La libertad de creencias ha dado lugar a las religiones por querer imponerse estas a la conciencia de los individuos, surgiendo naturalmente como contraparte el laicismo. En México, la conquista por la cruz y la espada no pudieron borrar de la conciencia de los mexicanos el deseo de tener libertad de pensamiento, y como consecuencia la libertad de creencias. En el periodo de la guerra de independencia, el laicismo siguió latente, y fue hasta los albores del México independiente cuando la administración de Valentín Gómez Farías tomó ímpetu, pero las fuerzas retrógradas no lo dejaron florecer. Posteriormente en el periodo de Reforma, la Constitución de 1857 en su artículo tercero, estableció la enseñanza libre, aunque todavía permitía la educación religiosa en los planteles particulares. Después con las leyes juaristas de 1867, 1869 se reforzó el establecimiento del laicismo en la educación, siendo hasta 1874, con Sebastián Lerdo de Tejada, mediante decreto del 10 de diciembre, donde la educación laica quedó formalmente establecida. Al triunfo de la Revolución Mexicana, el laicismo se hizo presente en los constituyentes del ala liberal, quienes hicieron posible que nuevamente y con más fuerza y vigor, se legislara para que la educación laica fuera una verdad. Propuestas: Orientar la educación hacia el libre pensamiento La instrucción religiosa deberá confinarse a sus propios espacios: templos, iglesias, mezquitas o en el ámbito familiar. La masonería debe participar vivamente en el quehacer social, y no solo limitarse al nivel teórico-especulativo. Que se rescriba el artículo tercero constitucional, donde se generalice que la educación sea laica, independientemente de quien la imparta, atendiendo solo los programas educativos de naturaleza científica y filosófica.