"La trova cubana está muy viva y goza de muy buena salud, a pesar de la crisis económica que dificulta de alguna manera el desarrollo de la cultura en Cuba", asegura Frank Delgado, uno de los representantes actuales y heredero de una tradición cultural que se remonta al siglo pasado. De la época cuando a los bohemios de Santiago de Cuba les dio por hacer serenatas con canciones propias, con influencias del bolero español, de la ópera francesa y de la canción napolitana.

Frank Delgado es primera vez que viene a Chile y estará algunos días en Concepción actuando en diferentes espacios con auspicio de la FEC, a partir de la próxima semana. Aunque es la primera vez que estará en nuestro país, conoce su música y se ha familiarizado con ella en sus giras por otros países. Conoce mucho de Illapu, de Quilapayún, de Inti Illimani y de Eduardo Gatti.

LA CANCION DESPOETIZADA

Contó que tiene una gira comprometida en Argentina para el mes de agosto y adelantó su viaje para conocer Chile "in situ". Frank Delgado dice ser representante de la trova despoetizada que usa un lenguaje mas directo, que habla de la realidad actual, con temas mas descriptivos, donde los símbolos son mas fáciles de descifrar, sin que ello quiera decir que sea un mero discurso de protesta. Su trova se puede definir como una crónica social, una crónica urbana con un contenido socialmente interesante.

"La trova fue siempre muy rebelde, acota, desde la trova vieja".

Tiene además un poder de convocatoria muy fuerte y un público militante. Después que tomas la trova no te gusta otra cosa, no hay término medio. El público de la trova es totalmente radicalizado.

EL DOMINIO DE LA SALSA

Reconoce, sin embargo, que la trova está viviendo una crisis en la Cuba actual, por la invasión de mucha música enajenante, fruto de una cultura subdesarrollada facilitada por el turismo. La salsa, por ejemplo, ha reemplazado a la trova en los actos políticos. "En la época de Silvio, la trova era la banda sonora de la revolución. Todos los actos políticos fueron amenizados con las expresiones de la nueva trova; en este momento, aunque nos llaman para algunas cosas, los actos políticos han pasado al circulo de la salsa".

De todas maneras la trova, en general sigue teniendo un espacio importante en la Casa de las Américas. El teatro de esta casa siempre es escenario para que los trovadores muestren su trabajo.

Hay otros lugares como las escuelas de arte que tienen salas y sirven de trincheras para los trovadores que estamos luchando contra la otra corriente que es la salsa. Una música desidiologizada, enajenante y que está muy vinculada a aquella gente que ahora tiene poder en Cuba con todo esto de la flexibilización y las empresas mixtas. De pronto hay gente que tiene acceso a medios económicos y esa gente como demostración de su poder, se evade a los grandes grupos de salsa que tienen un cover de 15 dólares por entrada, mientras que un trovador cobra 5 pesos. Pero la trova está muy viva, amén de los problemas existentes.

Diario "EL SUR", Concepción, Chile

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