Desaparecida en acción:
Carola Bony
"Carola vivía en Buenos Aires pero un día se marchó. Nadie supo bien porque. A Londres ella se fue. Un poquito caminando y otro poquitito a pie..."
Si hay alguna pregunta que la "comunidad sónica" se hace de vez en cuando es: ¿qué será de la vida de Carola Bony?. Si, la chica esa que hacía música electrónica y se fue a Londres porque estaba aburrida de la vida en Buenos Aires creemos firmemente que Carola debería demandar a Deborah de Corral por robarle esa brillante idea, aunque hay que decir que la ex de Charly Alberti no aguantó mucho y ya está de vuelta con nosotros tomando cerveza en un comercial-. Bony hija del afamado pintor Oscar Bony- había grabado un disco de tapa multicolor con algunos temas experimentales y algunas lindas canciones bastante buenas cabe aclarar-. También había lanzado un cassette llamado "Autista" con otras cosillas y dejó sus temas "Pow" para el compilado "City Limits" y el inolvidable "Espejos" para "Lady Radio". Amiga de Daniel Melero que participó en la canción "Cena" del disco multicolor sin nombre- y de Gustavo Cerati, la chica había comenzado su "meteórica" carrera cantando en los temas "Pudo ser" y "Colores santos" de los padrinos sónicos. Entre el 92 y el 96 la joven dejó verse por cuanto evento de la movida alternativa hubiera, mostrando siempre llamativos colores en su pelo y hasta llegando en bicicleta al ciclo Estetoscopio. Pero se ve que se cansó de nosotros. Seguramente no éramos dignos de contar con su presencia a nuestro alrededor. Sus performances en vivo con películas de ciencia ficción y clásicos deformes a sus espaldas quedan en el recuerdo. Lo mismo que su última presentación cuando ya vivía en la capital del Reino Unido- donde presentó un set acústico en el idioma de Shakespeare, porque, según dijo ese día: "donde vivo ahora hablan en inglés". Ya sin máquinas nos contaron que comentó que iba a volver a tocar con samplers cuando fuera "viejita" y no le quedara otra- julio de 1997 fue la última vez que la vimos con vida. Los rumores dijeron sucesivamente que tuvo un affaire con Brett Anderson, que conoció a Blur y ellos les dijeron que le gustaba su disco y que para sobrevivir trabaja como camarera. Pero nada de eso importa. Porque mientras Carola Bony siga desaparecida seguirá avivando el imaginario colectivo de la impiadosa colectividad alternativa.
Mariano Lago
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