El Nacional
Miercoles 16 de Agosto de 1995México, D.F.
El asunto este de
Elvis me tiene un tanto perturbada. Elvis no marcó mi
vida, ni "King Creole"(1958)
me agarró en curva, aunque entiendo que a toda la
literatura de la onda sí.
Debo confesar que "Love me" me gusta más en la
versión de Nicholas
Cage de "Wild at heart", y las visiones pélvicas del rey no
me
mellan. A la mejor tenias
que haber estado ahí.
Me conmueve más
"Accidents will happen" que "Love me tender",
después de todo Costello
es el Elvis de mi generación.
En el caso de Elvis se
recuerda con mas precisión la fecha de su muerte,
que comparte con el blusista
Robert Johnson y el beisbolista Babe Ruth, que la de
su nacimiento. Será
que a los difuntos uno los recuerda mejor muertos . Quien
sabe. Lo que si sé
es que Elvis es multicitado y por tanto, no puede descansar
en paz .
Con la segregación
racial encima y época de los "race records", Sam
Phillips, dueño del
pequeño sello Sun que llevó a la prominencia a Elvis, había
dicho que necesitaba
a un blanco negreado, y ese fue Presley, que grabó
"Houndog" que antes había
cantado Willie Mae "Big Mama"Thornton.
De ahí en adelante
todo es historia y los jóvenes de entonces tendrían
su
propia música y su primer
simbolo sexual "Elvis The Pelvis".
Innegablemente carismático,
niñas, amas de casa y corredores de bolsa
desfallecián a la sola
mención de su nombre. Pocos artistas afectan de esta
manera a distintas generaciones.
Manejado ávidamente
a lo largo de su carrera, Presley incursionó en el
cine, en las fuerzas armadas,
en la pedofília y en el karate, y encarna el ideal del
"white trash" que se respetabiliza.
El sueño norteamericano. Nació en la parte
equivocada del pueblo y llegó
a ser ídolo de multitudes.
Rodeado de escándalo
y una vida irreal capitoneada por cantidades
industriales de comida
frita , el rey siempre ha tenido un lugar en el inconsciente
de la mayoria moral norteamericana
que ya olvidó la falta de pasión de sus
últimos años
, y a manera de peregrinación inunda año tras año
"Graceland" y sus
inmediaciones para mantenerlo
vivo y tal vez llevarlo a casa en forma de llavero,
taza o camiseta.
Richard Thompson canta
en "Galway to Graceland", como una bella
irlandesita deja a su marido
de 20 años y en la noche se enfila hacia Memphis,
para hacer guardia en la tumba
del rey. Las obsesiones son universales.
"She had Elvis I love
you tatooed on her breast", se pone tan en la necia
que la tienen que sacar de
las greñas aunque ella alega que es la esposa del rey.
Parece que en su momento,
este tipo de psicodramas eran hechos en
honor de Pedro Infante, el
charro cantor y tal vez el único difunto local que tiene
una pelicula sobre la fecha
de su muerte, aunque ní así la recuerde.
La capacidad de
convocatoria de Presley reune cada año en Las Vegas
(Viva) a toda una pléyade
de imitadores, incluyendo a EL Vez. No sé si los haya
de Infante pero si de Juan
Gabriel (no está muerto), lo que a la mejor manda todo
este asunto de las equivalencias
a jugar a otro campo.
La obsesión por
Presley, hace que directamente cada tanto tiempo se
reviva al rey, lo localizen
en algún centro comercial, o ya en el colmo se
consuman Elvis burgers, Elvis
choco roles, o alguna otra forma de canibalismo,
equiparable solo con el suyo
personal.
Dicen que solo los buenos
mueren jóvenes, y Presley que murió a los 42
años, después
de 18 años (16/8/77) sigue siendo material de programas de
televisión, "rockumentales",
y a veces sustento único de tabloides dedicados a
preservar su memoria, en el
típico caso del "flogging a dead horse".
El matrimonio de
la hija del Rey, con el rey del Pop, tal vez tuvo la intención
de perpetuar un lineaje hecho
en el infierno, donde todo se maneja en términos de
mercadotecnia, y el Col. Parker
está muy complacido cobrando el porcentaje de
su pedacito del Rey.
En fín, hay que
apechugar y celebrar la mayoría de edad de este
sexagenario cadáver
que sigue siendo citado (véase Chris Isaac, Dread
Zeppelin, Jeff Buckley) pero
al parecer no puede ser igualado. Así que me voy a "Gracias Land"
con mis huaraches azules.