"Bajé del avión arruinado, y me pararon en la aduana.
Me interrogaron, me hicieron desnudar y me revisaron la agenda. Cuando
descubrieron que entre los números que Andrew Oldham me había
pasado, estaba el de la Reina, me metieron preso"
(Juanse contando de la experiencia de su primer día en Londres,
cuando viajó a Inglaterra en 1992)
"De las veces que me tiré del escenario, una vez pasé un susto muy grande en el Velódromo. Había veinte mil personas. Me tiré y no volvía. Tendría unas doscientas personas arriba mío, una montaña de gente, pero no me veían ni oían mis gritos. Un plomo me tuvo que sacar medio desmayado. Creí que me moría ahí mismo. Había hecho tres intentos por salir, y al final me quedé quieto, entregado a lo que pudiera pasar."
"Cuando estuvimos con Oldham lo acribillamos a preguntas sobre los Stones. Después nos dimos cuenta de que los que nos contó ya lo sabíamos."
"Yo estaba en el hotel de Manhattan. Vino Oldham y me llamó: "vení para acá que tengo un regalo para vos". Agarró el teléfono y llamó a Richards. Atendió un mayordomo y dijo que estaba en lo de Ronnie. Pero cuando llamó a lo de Wood, resultó que los dos acababan de irse para Barbados, así que Richards no pudo meter la guitarra que iba a tocar para nuestro tema "Shadow and thunder". Como Andrew estaba re-mal por no poder hacerme ese regalo, me hizo meter la melodía de "Satisfacción" en uno de los puentes del tema "Wah wah".
"Una vez dije que los Ratones no teníamos que envidiarles a los Stones y es verdad, porque nosotros hicimos todo lo que nos gustaba y alcanzamos con sacrificio nuestro lugar en este medio. Pero hay algo que nos diferencia de ellos. Siempre el material que grabamos fue nuestro, aún a riesgo de tener falencias compositivas. Los Stones no pudieron darse ese lujo. Tuvieron que empezar grabando temas de otros para hacerse conocer".
"Cuando tenía 15 años yo sentía que era Jagger. Me miraba al espejo, hacía playback, era parte de la adolescencia. Después cambié, fui encontrando mi propia personalidad. Voy a seguir siendo Stone hasta la muerte."
"Es patético que recién en el año 90 haya tenido éxito una banda como la nuestra que tiene la esencia del sonido Stone. Eso es por culpa de los Beatles y de su influencia en las bandas argentinas."
"Los Beatles son como una medicina. El exceso produce alteraciones psíquicas. Ellos fueron los culpables de toda la música blanda que vino después y que yo no me la banco. Si sólo hubiesen existido los Rolling, el mundo estaría mejor."
"Respeto a bandas como Divididos, los Redondos o Attaque 77, porque no son un invento. Tienen muchas horas de ensayo encima y tuvieron que hacer mucho sacrificio para llegar, como nosotros.
Lo que no me banco es a todas esas bandas que siempre fueron blandas y cuando vieron que endureciéndose podían beneficiarse económicamente, empezaron a meter mas guitarras y todo eso. Esos grupos van a seguir siendo blandos, y la gente los sabe. ¡Por suerte!"
"Nosotros tocábamos en pubs y vendíamos siete entradas. Sabíamos que haciendo rock n' roll cuando estaba de moda la basura del tecno, nos cagábamos de hambre. Bueno, ahora se dio vuelta la casa. El rock'n'roll hace furor. Estamos ahí, nos va bien, ¿que tiene de malo eso? Dentro de cinco años, vamos a ver cuántas de estas bandas caretas que meten guitarras para parecer rockeras, van a estar haciendo rock n' roll. Nosotros seguros que sí."
"Si tengo algo de frívolo, me lo gané gracias a que me rompí el culo. Tengo este departamento que me costó años de ahorro, y un auto ¿que más? ¿por que tengo una mínima comodidad soy frívolo? Frívolos son los que viven de las acciones y no les importa nada de los demás. Yo no, loco, pero esperá, ¿a quién no le gusta vivir bien, tomarse unos buenos tragos, tener buenas mujeres..."
"Los Stones me marcaron la pauta de lo que significa pretender ser una estrella del rock n'roll, pero también me marcaron la pauta de sacrificio. Ahora si, como una parte del periodismo es frívola, entonces cuando hago notas mando cualquiera, para que los caretones crean que soy un rock-star, relajado, extravagante. Pero la realidad es otra. Yo y los que me conocen, saben cómo empezamos. Es de eso de lo que estoy orgulloso."
"En mi adolescencia tenía muchos prejuicios con respecto a Charly García, porque a mi me gustaba "Invisible". Y en esa época tener ese gusto implicaba odiar a Sui Generis. Después cambié, conocí a Charly y me pareció un tipo bárbaro".
"Charly siempre subió a tocar con nosotros, hasta cuando recién empezámos. Yo me divierto con Charly, lo paso muy bien. Cada vez que nos cruzamos, más que un encuentro artistico se produce un acontecimiento social".