De acuerdo a Musker, "el mayor reto de la película fue lograr que los espectadores se interesaran en Aladdin como una persona con su propio dilema. Y a pesar de la personalidad deslumbrante y arrolladora del Genio y de los demás personajes, si no lográbamos que la gente se interesara en el protagonista, la película no resultaría".
Quien aceptó el reto de animar a Aladdin, fue el supervisor de animación Glen Keane, un veterano con 18 años de experiencia en la Disney, cuyos créditos más recientes incluían la supervisión de la Bestia en "La Bella y la Bestia", la magnífica águila dorada Merahute en "The Rescuers Down Under" y Ariel en "La Sirenita".
Keane trató de inspirarse para crear un personaje que fuera fuerte e impactante, y que reuniera en el elementos como una gran capacidad de inspirar confianza, que fuera agradable y bien parecido como Tom Cruise, que fuera carismático y simpático como Michael J. Fox y que tuviera fluidez de movimientos, como el rapero M.C. Hammer, pero que además tuviera sus propios sentimientos y que fuera sensible. Reuniendo estos elementos, el tuvo una fuerte y clara idea de lo que quería para el personaje de Aladdin. "Aladdin fue un personaje más sencillo de lograr que una sirena o una bestia -dice Keane-. Yo me imaginaba a mi mismo, recordando mis días en la preparatoria y recordaba como actuaba yo cuando cerca de mi había una chica que realmente me gustaba. Así, pensé que cuando Aladdin vio a Jasmín por primera vez, sin duda tuvo que armarse de mucho valor y confianza en sí mismo para acercarse a hablar con ella."
"Otra cosa que me parece graciosa en Aladdin es el cambio por el que el personaje va atravesando -continua Keane-. Al principio, el cree que tiene un brillante destino por delante y que el puede llevar a cabo grandes hazañas, pero muy en su interior, el realmente no cree eso y duda de sí mismo. El piensa que el hecho de haber conseguido la lámpara mágica le dará el poder que necesita para hacer sus sueños realidad. Pero luego descubre que realmente ni la lámpara ni el Genio tienen el poder de ayudarlo. Y cuando comprende esto y comprende que el verdadero poder está dentro de sí mismo, es cuando nos damos cuenta que tipo de persona el es realmente, es donde aparece su verdadera personalidad".
Para Eric Goldberg, el supervisor de animación del Genio, y el primer animador que llegó a trabajar en "Aladdin", la realidad no era gran problema en la parte que le había tocado, pero sin duda su trabajo requería una gran cantidad de trabajo y de pasión.
"Al Hirschfeld fue nuestra mayor influencia para crear al Genio y muchos otros de los personajes de la película - dice Goldberg-. Sus dibujos tienen una gran elegancia y estilo y una forma de presentación que los hace ver muy simples, aunque en realidad no lo son. Su trabajo envuelve la calidad y el espíritu que yo estaba buscando. En vez de dibujar gran cosa de anatomía, nuestra idea fue que necesitábamos más gráficos y hacer las líneas de manera simple y curvada para darle una apariencia como de espíritu y de gran libertad en sus movimientos. Al final, el Genio quedó como una curvilínea figura de humo. Esto era perfecto, pues combinaba con ese "estilo árabe" impuesto por Richard Vander Wende en los escenarios y paisajes de la película."
"Otra fuente de inspiración para la creación del Genio fue el trabajo de los animadores Ward Kimball y Freddie Moore en los viejos cortos de Disney -continua Goldberg-. Sus personajes eran sumamente exuberantes y salían de todo lo establecido y esencial. Una simple linea era la pierna y nos conducía al zapato y de ahí a la otra pierna, y todo era tan elegante como los dibujos de Hirschfeld. Esos dibujos tenían gran libertad en sus movimientos por la razón de que sus trazos eran muy simples. Eso era lo que queríamos para nuestro Genio".
El personaje de Jafar le trajo una serie de retos muy diferentes a su supervisor de animación, Andreas Deja, quien tenía sus más recientes créditos con Gastón en "La Bella y la Bestia" y el Rey Tritón en "La Sirenita".
"Lo que más me emocionó a mí a cerca de esta película y del personaje de Jafar fue que nosotros podríamos experimentar con estilos totalmente nuevos -comenta Deja-. Jafar es un tipo bastante elegante y lo dibujamos de tal manera que pareciera que estaba continuamente en un desfile de modas. Estudié las creaciones de Erte para crear su apariencia y también incorporé la simplicidad de los dibujos de Hirschfeld. Traté de economizar las líneas y hacer que todas se dirigieran hacia su rostro. También le di una cara muy larga y unas cejas muy espesas que enmarcan su rostro y se extienden hasta su turbante, haciéndolo verse muy alto y muy vertical. Su barba nos da la oportunidad de añadirle personalidad, haciéndolo que la retuerza cuando está planeando algo. Su bigote nos ayuda a enmarcar su boca y a darle más énfasis a sus diálogos. Su rostro, por sí mismo, es como una máscara tras la cual esconde su codicia y ambición.
"Todo el mundo conoce a alguien como Jafar -menciona Deja-. Es el tipo de persona que jamás pierde la compostura, y que, aunque se enoja con mucha facilidad, en cuanto se da cuenta de que está perdiendo su compostura, rápidamente la recobra. El es realmente una persona muy correcta y educada y seguramente es de los que se bañan por lo menos tres veces al día".
Mark Henn, el supervisor de animación responsable de Ariel en "La Sirenita" y de Bella en "La Bella y la Bestia", una vez más fue asignado a la parte femenina de esta película. Aunque no quiere parecer imparcial, el admite que Jasmín es su heroína favorita de las tres. Henn trabaja en los estudios Disney MGM en Florida, donde más de 100 artistas trabajaron en "Aladdin".
"Estas tres jovencitas tienen personalidades muy diferentes -dice Henn respecto a esas tres mujeres animadas que existen en su vida-. Jasmín es muy diferente al resto de las mujeres; es mucho más valiente y apasionada que Bella y no es tan ingenua como Ariel. Al principio yo realmente tuve que romperme la cabeza para entender como sería Jasmín como persona. Pero la gran inspiración vino, al fin, cuando pensé en esa manera como Aladdin se la describe al Genio. Creo que ningún personaje describe a otro con tanta pasión y tantos detalles en ninguna de nuestras anteriores películas, como la forma tan expresiva que tiene Aladdin de describir a la princesa. Yo escribí esa descripción en un papel y lo pegué con cinta en mi escritorio, justo frente a mí, donde pudiera verlo continuamente. Y desde entonces comencé a sentir como si Jasmín estuviera realmente ahí, sin que yo tuviera que hacer nada, ella simplemente, por sí misma cobró vida ante mi. La voz de Linda Larkin fue también mi gran inspiración y traté de combinar esa energía y esas emociones que Linda le da a la Princesa, al momento de animar al personaje".
Para obtener la inspiración para crear al personaje de Iago, su supervisor de animación Will Finn se dio a la tarea de estudiar los pájaros que el y su esposa tienen por mascotas, especialmente a su cacatúa Ángel. "Es un enorme pájaro de voz muy ronca y con una personalidad tan inconfundible como la de Iago -dice Finn-. Ese pájaro camina por su jaula de la misma manera en que lo hace un comediante en el escenario, así que cuando Gilbert Gottfried obtuvo el papel de la voz de Iago, yo inmediatamente comencé a trabajar con el, divirtiéndome terriblemente al trabajar a su lado. La voz de Gilbert realmente me dictó lo que el personaje debería de ser en realidad, y como debería verse, especialmente en su forma particular de mirar, su enorme boca y sus dientes, siempre a la vista. La idea era hacer una caricatura de manera que simplemente pareciera como si Gilbert se hubiera puesto un disfraz de loro. Su voz era una gran inspiración para mi animación y en cuanto el grabó sus diálogos, yo ya no podía esperar para comenzar a dibujar."
Otros supervisores de la película son Duncan Marjoribanks, quien se encargó de las acciones acrobáticas y juguetonas y las travesuras de Abu, el mono mascota de Aladdin; Dave Pruiksma, el artista a cargo de la actuación del Sultán; Aaron Blaise, el animador residente en Florida, encargado de la animación de Rajah; y Randy Cartwright, quien le dio su personalidad y carisma a la alfombra mágica.
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