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La princesa Rosella se había de casar, pero no sabía decidir con quién. Un día, mientras paseaba con su madre, tuvo una visión en un lago, al que se lanzó. Su madre, la Reina Valanice de Daventry, corrió para salvarla, pero también cayó. Así se verán transportadas a un mundo mágico, del cual tendrán que buscar una manera de salir. Se enfrentarán con Malicia, la bruja malvada causante de este accidente, y viajarán por diferentes mundos buscando una salida. Encontrarán seres fantásticos, misteriosos y amigables que las guiarán en su camino. Finalmente, Rosella descubrirá la razón de esta aventura: el príncipe Edgar. De nosotros depende que la historia acabe en romance o en tragedia. 
En mi modesta opinión, lo peor de este juego es el guión: la historia no vale mucho por sí sola. Ahora bien, el juego es fabuloso. Los enigmas están bien planteados, la dificultad es la adecuada, los gráficos son maravillosos (así como las animaciones) y la banda sonora es preciosa. Además, el juego está dividido en capítulos, aspecto muy útil si se quiere jugar una parte determinada de la aventura. Por todas estas razones, se diferencia notablemente de las sagas anteriores. King's Quest VII: the Princeless Bride es realmente como un cuento de hadas, pero con un guión poco trabajado. El juego podría haber resultado casi perfecto si no hubiera sido por este pequeño detalle. 
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