A los hombres para nada
María José García / Noveno grado
Un día hablaba con mis amigas sobre muchas cosas que no habían pasado. Cuando salimos de clase, yo me fui con Miguel porque él me iba a acompañar a arreglar el celular.
Cuando íbamos en el metro, hablamos de muchas cosas. Entre ellas, cosas sobre él y yo. Cuando llegamos a entregar el celular me dijo que gustaba de mí. Claro, yo no le creí.
Al día siguiente lo saludé de lo más normal, sin importarme lo que me había dicho. Él me miraba y yo también lo miraba.
Cuando lo empecé a tratar más, cuando empezamos a tener más confianza, tuvimos algo. Claro, los amigos de él se enteraron de lo que teníamos él y yo. Después de un tiempo la relación no era la misma. Yo me extrañé porque yo no le había hecho nada, pero no entendía por qué si él me había dicho todo lo que me había dicho, no me hablaba. Pero si cada vez que llegaba al colegio me decían que él había preguntado por mí, por qué no me tomaba en cuenta directamente. No sabía qué le pasaba. Por qué me había dicho que me quería. Entonces, por qué se había empatado con esa chama que lo trataba mal, cuando él amí me decía muchas cosas. Todo era mentira.
Varias veces volvía a irme con él, y él me volvía a decir lo mismo, que me quería. Claro, yo no le creía porque llegaba al colegio y se iba con su novia. Después salía de clase y me volvía a decir lo mismo y los amigos de él sabían lo que él sentía tanto por ella como por mí. Bueno, en fin, todavía no sé qué siente por mí. Porque todavía me dice que me quiere. Algunas personas me lo dicen, pero él sigue insistiendo con su ex novia. Bueno, pero él dice que no son nada. Ella dice que no va a volver con él. Después están juntos. Se abrazan. Se separan. Se odian. Se dicen de niños para abajo. Y después vuelven y luego viene para donde estoy yo y me dice que me quiere, que ella no es nada. De verdad que no entiendo a los hombres para nada.
Receta de matrimonio
Viktor Gentner / Noveno grado
Una albóndiga de billetes
Dos cucharadas de gusto
1 kilo de amor
60 kilos de besos
Calentar, revolver bien duro.
Dejar reposar por 9 meses.
Después de los 9 meses, echar una tonelada de trabajo.
Después echar una probadita y comprobar el sabor amargo.
Dejar reposar por un año más y comprobar el sabor a piche.
Echar una pizca de paciencia. Calentar poco a poco la cama hasta 60 grados. Después a 50. Después a 20. Después a 10 y finalmente a 0 grados centígrados.
Después echar una probadita y comprobar el sabor a demonio.
Eso es el matrimonio.
Callada
Sarah Ramos / Noveno grado
Estoy pensando últimamente que tal vez para mí sea imposible estar callada. Por más que estoy consciente de mi escándalo, no lo controlo. He tratado de aplicar ya muchos métodos: el de un tirro en la boca, la ley de hielo se la aplico a todos para ver si puedo, pero es imposible.
El otro día revisé la nómina y al ver las observaciones noté que decía que yo era muy conversadora.
Mi mamá dice que ella cuando pequeña era muy callada y que no sabía por qué yo había nacido así.
Por ahora sólo me queda buscar una profesión que vaya acorde con mi situación, o tendré que esforzarme en quedarme callada.
Around
Samantha Spadafora / Noveno grado
Me gusta mucho la canción When I com around, no sé, es demasiado buena, ja, ja, ja, qué risa con Fabián, siempre anda perdido, estoy comiendo nucita y huele muy extraño, estoy en el mesón y son las 8:15 am. Sara, Lucía, Daniela y Fabián hablan y hablan. Lucía hace la tarea como yo. Fabián sigue perdido. Sara habal de los errores. Acaranta llega, me saluda y dice que se me quedó algo en su bolsillo ayer. Fraia le lee su cuento, como siempre sangriento. LlegaMaría y saluda a Fabian y aún está perdido. Tengo 4900 bolívares. Fraia hace cuentos de pinga y Lucía sigue con el tatananana. Acaranta está conectada con fabián y también está perdida en el espacio. Viene a mi mente la melodía de When I come around. Está muy buena esta nucita. Quiero otra ovomaltina y le pido el favor a Fraia para que me compre otra. Lucía discute con Waleska y María. Fabián habla del frío. Lucía habla de los ronquidos de Vanessa. Hablan de Frina. Me viene a la mente una canción de Slipknot: you around fuck to know the ratin. Qué extraño, Fraia es sonámbula. La cotufera habla. Tiene una voz que parece de pajarito. Todos se quedan callados y al fin termino la tarea.
Fragmento de diario
Lucía Segovia / Noveno grado
El siguiente fragmento es de un diario perteneciente a Anne Lufer, una de las famosas hermanas holandesas desaparecidas hace medio siglo:
Día 4/2 de 1947
Me encuentro sentada junto a mi hermana. Lo único quen os separa son unas gruesas rejas. Ella se encuentra totalmente desnuda y tiene marcas de fuertes latigazos. No entiendo por qué yo no me encuentro en ese estado, aunque me alegré. Siento lástima por ella. Está en muy mal estado.
Día 7/2 de 1947
Tengo ya 3 días que no escribo. Estaba muy débil. Creo que alguien me inyectó gran cantidad de suero porque no he comido nada. Estoy muy consternada. Ya mi hermana no está junto a mí. Se la han llevado...
Día 8/2 de 1947
Antes de amanecer escuché un gemido de clemencia que parecía venir de mi hermana. Alguien estaba afilando una gran hacha, por el sonido. Temí que no era precisamente para cortar carne animal...
Día 10/2 de 1947
Hoy, durante la mañana sentí que alguien me manoseaba y medía con una cinta de medición lo que quedaba de mi cuarto. La forma en que lo hacía era extrañamente delicada y hasta llegué a sentir placer...
Día 15/2 de 1947
Creo que las presunciones y temores eran ciertos, durante estos días no supe, escuché ni vi a mi hermana. Creo que ha muerto, y aún peor. Sigo yo, eso creo. Sospecho que alguien me observaba a través de un enorme espejo. Ahora yo me encuentro desnuda, pero no golpeada. No sé, quizás le simpatizo un poco más que mi hermana. Creo que es porque soy menos violenta, pero eso no durará mucho tiempo...
La perra vida
Aritz Bilbao / Noveno grado
Todo empezó cuando esa perra me dejó a mí, Ramón de Castro. A mí. Yo le compré ropa, su carrito para visitar a las amigas, el jacuzzi para que se relajara, las citas en la peluquería, la manicure, la pedicure y todas esas porquerías, también el apartamento en la playita para que tomara sol, pero eso sí, una piscina para bañarse porque ni loca se metía en la playa, perra, y de huevón le vengo a pagar toda esa mierda y lo peor, las leyes venezolanas le dan la custodia del hijo y eso le da a la perra más de mi dinero que parí para conseguir. Pero como yo de estúpido me vine a casar con esta tipa, es que uno ve cualquier cosa que camine y tenga lo suyo bien chévere y es la mujer de los sueños. Pero no es así. Los primeros años todo chévere, papi, no se qué, papi, no sé cuanto y yo, de huevón, la complacía, pero ¿cómo no complacerla si me manipulaba de una manera...? Pero juro que no me voy a dejar llevar más nunca. Ahora a empezar de nuevo todo lo que perdí por idiota y más nunca vuelvo a soltar.
Otra vez otra maldita perra con su faldita y su cosa bien chévere me arruinó. Pero esta vez sí me arruinó, pero arruinado. Papi, no uses preservativos para hacerlo al natural al natural al natural, un nada ya que me dejó y se fue con 10 hijos que ahora tengo que mantener porque las leyes venezolanas dicen que hay que ayudar a los hijos, pero esto más nunca me va a volver a pasar.
Sucia existencia
Acarantaír Escalona / Noveno grado
Estaba en la plaza tirado en el sucio suelo, como todos los días, desde el primer día de mi vida. Nací en una plaza cualquiera, no importa el nombre. Al momento de mi nacimiento, mi madre me abandonó. Desde ahí me crió una perra callejera: mi prima. Hace tres años que no la veo por estos lugares, tal vez se la comió otra perra y seguramente la debe haber vomitado por lo agria y por los diez años que tiene o tenía sin bañarse. Yo debo empezar a buscar un baño, ya ni hay ratas aquí.
Así que decidí pararme e irme de ese mal oliente sitio, aunque el que lo hacía apestoso era yo.
Tenía muchas ganas de orinar. De repente apareció una botella de cerveza Ice, así que tomé la botella e hice. Miré la botella y la saludé. Enseguida de eso vino un policía, o al menos eso decía ser. Me quitó la botella. Al instante de ello vi un tipo de mirada brillante, roja y perdida hacia mí. Se acercaba cada vez más, viendo para todos los lados; con pasos lentos y sobrios. Pude sentir claramente cómo aquel hombre introducía su mano en mi bolsillo roto. Mientras el oficial probaba el contenido de aquella "cerveza" el otro introducía su mano en mi bolsillo roto. Mientras el oficial probaba el contenido de aquella "cerveza". El otro tipo soltaba la bolsa de cosas verdes en mi bolsillo. El hombre se había perdido en la multitud. Mientras el oficial retiraba la botella de su boca, el paquete de contenido verde caía lentamente al suelo. El oficial siguió la caída del paquete con la mirada, estaba terminando de tragar, cuando parecía que fuera a devolver el líquido, trago con asco, y estrello la botella al suelo. Yo me agaché y recogí el paquete, parecía como hierba verde o algo así. Revisé el contenido palpando por encima del plástico, el oficial me miró y me dijo:
–Si me das a la amiga te dejo libre y nada pasó.
Yo pregunté:
–¿Qué amiga?
–La que estás estripando –contestó él.
Se la di, la guardó en su bolsillo y se fue. Me devolví a mi rincón, me senté. De repente, se acercó a mi una perra de muy mal aspecto, era mi prima, de nuevo.
Te regalo
Mauricio Trotta / Segundo de Ciencias
Te regalo la noche
la noche más bella de todas.
La que necesito para soñarte
para tenerte
te regalo mis fantasías
con estrellas, mi corazón
re regalo la luna
hecha a mano, llamada perfecta
consuelo de los días en que no estás
te regalo la inspiración y en ella
mis pensamientos, yo mismo diciendo: deseo.