A letra limpia - Número 7 - 06 de noviembre de 2001

 

 

Un día  nublado

Nicolás Domínguez (octavo)

 

Sabes que cuando los días

son así de soleados

veo cómo cantan los pájaros

veo cómo las parejas se besan

y me siento en la supremacía

 

Es algo tan especial cuando los

rayos del sol entran por mi ventana

y me despierto poco a poco y paso

todo mi día feliz pensando

en lo que vendrá pero...

en realidad no quiero

caerme a mojones.

  

Hoy está lloviendo, estoy enfermo

me siento mal, pésimo, horrible

y exageradamente triste

hoy en un día nublado.

 

 

La amistad

Jessica Da Silva (octavo)

 

Es algo difícil de explicar

es como el no confiar

en los que te rodean

es como una persona

te trata.

 

La amistad es como

la luz de tus ojos,

como un árbol

a quien contarle tus

cosas.

 

La amistad es como

un diario donde

escribes tus secretos

donde nadie pueda

saber, sólo él lo

sabe.

 

 

Frío

Robyn Jenkinson (octavo)

 

Frío corre detrás de mi espalda

mi mano calmada ya se delata

no siento mis piernas ni mi cabeza

pensándolo bien será la cerveza

preguntando la hora

intentando calmarme, le

digo lo siento no lo tengo

él me golpea

yo corro

él grita

me asusto

voy hasta la esquina

ya todo está normal

otra vez.

 

 

 

Acéptalo y vívelo

Robyn Jenkinson (octavo)

 

Hay gente que cree en la magia y otra gente que no.

Hay gente que cree en el otro mundo y algunos no.

Siempre va a haber otras cosas aunque tú no estés de acuerdo; así sea que ya esté comprobado por científicos o por gente que ha tenido una experiencia.

Tom: El mundo es plano.

Sam: No lo es, es redondo como lo dijo Cristóbal Colón.

Como éste, casi todos sabemos que el mundo es redondo. Pero todos tenemos ojos distintos y todo lo demás, y nuestros pensamientos son distintos.

La única manera de evitar una pelea es aceptando a la persona o quedarse callado.

El mundo fue hecho de mentiras.

 

 

 

La vida

Juan Sebastián Ibarra (octavo)

 

La vida es inexplicable

un código sin descifrar

todo lo que hacemos es así

el misterio más grande de todos

puede ser que cuando la gente muera

no deje de existir

simplemente no se puede entender

pero no hay nada que hacer. Así es la vida.

 

 

 

Metáforas en poemas

Franz Silva (octavo)

 

Aquí estoy nadando y gozando un puyero,

Matando peces y comiendo nueves.

Mi hermano besa a la novia y yo le hago una ceremonia.

Mi papá caza un león y lo mata de un tirón.

Las canciones de mi tío me dan escalofríos.

Los chistes de mi tía me dan una alegría.

Mi mamá me ama cuando yo hago la cama.

Se parten los platos cuando mis hermanos están borrachos.

Cuando me pongo triste necesito a alguien que me cuente un chiste.

Mi hermano me molesta cuando él no me contesta.

Mi corazón palpita cuando me dan papitas.

Inglaterra es el centro de mi tierra.

 

 

 

La vida

Juan P. Stempel (octavo)

 

Aunque presente estoy todo esto es una imaginación. TODO LO QUE ESTÁ a mi alrededor es una imaginación.

Aunque no me puedas creer yo tu mente puedo leer, y en el 2002 ya yo no estaré y el que no se dé cuenta es porque no está a mi nivel.

Todo esto no es mentira, pero el día que evolucionen presente yo estaré.

El que tenga fe cuando muera vivirá, pero no en cuerpo sino en alma y así su luz brillará en lo más resplandeciente del cielo. Y podrás ayudar al mundo que está mal y así sus heridas que son pura maldad poco a poco van a sanar. Pero paciencia tendrás para poder ayudar y así tu dios superior te va a dar la luz para que puedas brillar.

 

 

 

La amistad

Jessica Da Silva (octavo)

 

Es algo difícil de explicar

es como el no confiar

en los que te rodean

es como una persona

te trata.

 

La amistad es como

la luz de tus ojos,

como un árbol

a quien contarle tus

cosas.

 

La amistad es como

un diario donde

escribes tus secretos

donde nadie pueda

saber, sólo él lo

sabe.

 

 

 

Las hojas

Daniela Delgado (octavo)

 

Las hojas caían y caían.

Los árboles desnudos

por la brisa fuerte del otoño.

Las hojas amarillas, marrones y verdosas

en el piso haciendo remolinos por doquier

ya yéndose rápidamente

por el viento frío del atardecer

llega un nuevo día

y vuelven a caer

al ritmo que va llegando el amanecer

con los pájaros cantando al

bello día y al sol amarillo

ver aparecer.

Alumbrando todo el día

con su brillo y su querer

luego viene la tarde

y el sol se va a esconder

para darle chance a la luna

y a las estrellas poder ver.

 

 

 

Soy yo

Ernesto Cazal (octavo)

 

Mi cuarto soy yo

yo soy mi cuarto

 

Mi puerta soy yo

soy yo mi puerta

 

Mi televisor soy yo

yo soy mi televisor

 

Mi nintendo soy yo

yo soy mi nintendo

 

Mi sala soy yo

soy yo mi sala

 

Mi cama soy yo

yo soy mi cama

 

En fin

mi casa soy yo

yo soy mi casa.

 

 

 

Diversión desolada

Fabián Viloria (noveno)

 

Lugar vacío

paredes blancas y desnudas

tres escalones solos y olvidados

muros corroídos por el skate

pisos tatuados con pisadas, derrapes y sangre

sólo el busto del gran cantante sigue en pie

esto asimila las ruinas

y aún así es la diversión de algunos.

 

 

 

 

La habitación

Sara Grand (noveno)

 

Todo se encuentra oscuro, todo me golpea, aunque yo no me mueva. Todo se encuentra húmedo, a la luz le dio miedo y se fue corriendo. Un vaso de agua se apoderaba del escenario. Las mesas y las sillas se alejaban lentamente de mí, las paredes del pasillo se caen y las sombras las pintan de negro.

 

 

 

Mi cuarto

Iker San Sebastián (noveno)

 

Mi cuarto azul y amarillo

a mis pensamientos él encierra,

como un baúl,

dentro de la tierra.

Amarillo como el sol

y azul como el mar y el cielo.

Tranquilo y silencioso,

cuida todos mis secretos,

y les da lugar a mis pesados objetos.

En la noche me resguarda

y me cuida las espaldas.

Mientras en él duermo

se desatan mis extraños sueños.

Pequeñito como un punto

en un raro y extraño mundo,

en las noches

nunca dejamos de estar juntos.

Comparte todos sus secretos

con la acolchada cama y el rígido armario

que siempre están con mi azul y amarillo cuarto.

 

 

 

El pequeño mar

Vanesa Flores (noveno)

 

El pequeño mar en el colegio

tranquilo reposa en su lugar

con sus seres

tan pacíficos como el mismo ambiente

con sus verdes plantas

en el norte

tratando de protegerlo con sus hojas

rodeado de tantas preocupaciones

y alborotos

parece no ser afectado

aunque es el material

más fácil de destruir

parece fuerte

y valioso

envidio a sus seres

ellos estando

en la paz más absoluta.

 

 

 

El supermercado

Andrés Abando (noveno)

 

El supermercado el hombre noble, sitio de dinero, él con tantos pasillos y cosas en donde te puedes perder en un viaje interestelar por la gran variedad de chucherías, comidas y mierdas de limpieza . Siempre me pongo a pensar  en los descoñetados carritos de mercado cuyas ruedas se quedan pegadas.

Las personas lo atosigan y lo harán a toda hora, están comprando y siempre las cajeras con caras de basura, pero lo bueno de esto es que siempre está ahí en el mismo sitio y siempre confiable para lo que quieras.

 

 

 

Alguien que se fue

María José García (noveno)

 

El reloj marcaba las 11:30 pm. Mientras yo estaba aquí alguien estaba entre la vida y la muerte. Yo no sabía. Al rato sonó el teléfono; era mi hermano. Yo sólo escuchaba su voz que me decía: «Se nos fue, se murió». Del impacto tranqué el teléfono. Era tan difícil aceptar que se había ido y que no volvería más. Luego el reloj marcó las 12:00 p.m. Yo iba rumbo a otro sitio. Sólo pensaba en que lo quería ver. No pensaba en más nada. Mi mente no me daba para pensar en nada más sino en él. Por fin llegué a ese sitio.  Estaba lleno de mucha gente conocida. Por fin lo vi. Estaba ahí tan lindo, como siempre lo había sido. Bueno, lo vi. Lloré como nunca lo había hecho. Me despedí pero sé que donde él esté me está cuidando.

 

 

 

Las cosas

Sarah Ramos O. (noveno)

 

Sentada aquí, pensando, me pregunto muchas cosas, y una de ellas es cómo hará la papelera para que ese papel se bote, mientras la puerta moviéndose a poco busca cómo cerrarse. Este piso, qué fuerte este piso de madera, cómo soporta tanto brinco, tanta corredera, y este pupitre que me recoge haciendo que yo me apoye en él.

Es preferible esperar a que la ventana se acerque a ver cómo mi lápiz se mueve con más rapidez que antes contando todo lo que ve. Veo cómo una pelota de básquet rebota y rebota cada vez más alto buscando meterse por un aro, veo cómo esos zapatos corren como locos por todo el patio; y pienso, sentada aquí, en muchas cosas y una de ellas es ¿Cómo hará este cuaderno para llenarse da palabras?

 

 

 

Pensamientos

Noveno grado

 

Mis pensamientos excavan la blanda tierra de mi alma.

Iker San Sebastián

 

La alegría es el cartero en este país de tristeza.

Andrés Abando

 

La alarma es la persona que me devuelve de mi vuelo a mi realidad.

Aritz Bilbao

 

Con las alas del pájaro puedo volar hasta llegar a mi ida real.

Víctor Genter

 

Un amigo es el motor que impulsa tu carro hacia nuevas aventuras.

Fabián Viloria

 

El autobús se lleva mi vida ideal.

Sara Grand

 

Mi corazón  late como un motor a toda velocidad.

María José García

 

Trabajo fumigando las impurezas que me impiden florecer.

Andreína Guerrero

 

Quiero tallar una alegre madera con un cuchillo de alegría.

Sarah Ramos

 

La ventana donde están las malas brisas del alma.

Jean Carlos

 

Hay que ventilar y evaporar todas nuestras tristezas.

Samantha Spadafora

 

Mi corazón salta hacia el abismo.

Waleska Cerpa

 

Mis zapatos me ayudan, me protegen, me llevan por el buen camino.

Ilse Vanesa Flores

 

 

Cuando estoy ahí siento que vuelo y cuando bajo me da sueño.

Daniela Chacón

 

 

 

Escogimos vivir

Leonardo Moreno (séptimo)

 

Escogimos vivir para morir después. Escogimos vivir por una falsa esperanza que no nos servirá para vivir más. Escogimos vivir porque creemos que era la salida, pero nos encontramos con un estúpido final que no nos sirve sino para lamentar nuestros estúpidos errores. No creo en dios como el ser supremo y perfecto sino como una persona totalmente inexperta y descuidada. Pero ya que no podemos hacer nada, me encuentro escribiendo palabras estúpidas que no tienen ni el más mínimo sentido. Me siento miserable e insignificante, no sé nada más que jugar y divertirme pero es lo que más me importa y no pienso cambiar y si alguien se interpone, puede hacerlo pero no tiene el más mínimo sentido. Es totalmente una persona a la que no le agrada su vida y se la pasa buscando sus defectos en los demás. Pero, qué más le queda: si no puede valorar su vida no tiene derecho a hacerlo con los demás.

Nuestra vida puede ser miserable pero ya cometimos el error de vivir y ahora hay que sufrir las consecuencias.

 

 

 

 

El barco

Rebeca Wood (séptimo)

 

El barco se había ido

un siglo de la tierra.

Lo buscábamos, lo radiamos,

lo seguimos, lo conectamos y

lo perdimos.

Era verde, con dos manchas,

era largo y ancho, tenía

un cuarto para el capitán y

otro para su hija, tenían

un perro llamado Skit al que

le encantaba el mar, un

gato llamado Tom y una

colección de insectos, el barco

se llamaba “El siglo”.

En el final de la eternidad

encontramos al capitán, su hija,

su perro, su gato y la colección

de insectos viviendo en una

isla más pequeña que una

hormiga.

 

 

 

 

El amor

Amanda Egui (séptimo)

 

El amor es algo que no se puede explicar. Estarás enamorada, tendrás novio, estarás casada o comprometida, y aún así no sabes explicar qué es el amor.

Crees que sabes pero no lo sabes hasta puedes pensar que lo sueñas.

Pero en realidad ¿qué es el amor? Puedes haber leído millones de poemas sobre el amor, pero en realidad el amor es algo que no puedes explicar.

A ti te puede gustar una persona pero siempre vas a sentir cierto aprecio por todo el mundo, quieras o odies, siempre vas a tener algo de  esa persona en ti.

 

 

 

 

Lucio Segovia (séptimo)

 

Me encantas. Eres la persona más bella en el planeta. Por ti me desvelo diez mil noches. Eres mi amor, mi vida, alma y rata podrida. Tus ojos son como dos enormes y bellas ciruelas masticadas. Tu barriga es tan grande que equivale a 20 como la de Jocosuna. Tu cabello es tan fino como las guayas de un ascensor. Tus piernas son tan bonitas y peludas como las de un hombre lobo. Ahora que te escribo este poema, sabes que eres tan bella como La Fea y que por ti vendería mis tripas y entrañas.