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extensión es la misericordia amorosa del Corazón de Jesús¡...¡Ah¡ LLena ella todos los tiempos. ¡Qué misericordia, qué amor tan extenso, tan constante, tan santificador y eterno¡ Bien merece tan amorosa misericordia el epíteto de excesiva.
Ni lo es menos por su
universalidad; porque si el Salvador hubiera tenido misericordia solo para su pueblo, si solo la hubiera tenido de los buenos, es decir, de los cumplidores de la ley, ya hubiera sido excesiva; porque se compadeció de ellos y los amó hasta el fin, y los amó, no solo con un amor cualquiera, sino con el supremo, según dijo Él mismo por San Juan.(15,13) Majorem dilectionem nemo habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis. Ninguno puede tener mayor amor a su amigo, que dando la vida por él. Y Jesús, no solo dió su vida por pura misericordia y amor, sino que la dió en los mayores tormentos, afrentas e ignominias; y no la dió solo por los amigos, sino también por los enemigos suyos, hasta por los mismos que le condenaron a muerte, y por los que le crucificaron.¡Qué exceso de misericordia y amor¡ Y sigue teniéndola de tantos obstinados herejes, como son los de nuestros dias, obcecados en sus vicios, endurecidos en sus corazones por las injusticias y crueldades para con el pueblo escogido de Jesús, y cometen tantas iniquidades, porque son ciegos emisarios de lucifer; y sin embargo, de todos se compadece el divino Corazón, a todos espera, a todos llama; a todos ofrece su misericordia y amor; porque no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.¡Qué exceso de amor y misericordia¡.
¡Oh, Corazón divino, con cuánta razón pudo decir vuestra amante Teresa de Jesús, y también vuestra fiel discípula Margarita, y con cuánta podemos repetir los que conocemos el exceso de vuestra misericordia...
Misericordias Domini in aternum cantabo. (Ps.88,2).

Punto 3. En el exceso de la misericodia de mi corazón...No hay duda que una sola gota de la sangre de Jesús hubiera bastado para redimir mil mundos; como no la hay, que los hubiera redimido condignamente con la que derramó en la Circuncisión, en el Huerto y en la Cruz; pero esto último con su preciosísima muerte bastaba para poder decir que su misericordia y amor para con los hombres, por quienes la derramaba, eran excesivos; para elevar más este exceso de misericordia para con el hombre, quiso derramar también las últimas gotas que después de muerto quedaban  aún en su Corazón. Y para ello permitió que Longinos rasgara con la lanza su costado, e hiriera y traspasara su divino Corazón, para ofrecer por el rescate del mundo toda su sangre. ¡Qué exceso de ignominia para el cuerpo difunto de Jesús¡¡Con qué exceso de crueldad fue herido aquel Corazón divino; y con qué exceso de dolor el de su traspasada y desolada Madre¡ Y al propio tiempo, qué exceso de misericordia al derramar aquellas últimas gotas de su sangre, que llaman los Santos Padres sangre redentora.¡Cuánto exceso de misericordia para con el hombre¡ ¡ Cuánto en humillarse, en ser despreciado y permitir que lo fuera también su beatísima Madre¡...¡Cuánto exceso de amor y misericordia¡...
Ni paró aquí el exceso de misericordia y amor; pasó adelante; y ya que su Corazón había dado al mundo su vida de amor y toda su sangre, quiso manifestarle también su mismo Corazón para que pudieran ver en Él  todos los tesoros que encierra; es decir, quiso manifestar a los hombres  todos los secretos de su amor, abriéndoles su
Corazón. Y así lo quiso, no solo para que sus amantes y fieles devotos pudieran penetrar en Él para hacer allí su mansión, sino para que pudieran ver en Él todos sus designios misericordiosos y la abundancia de sus gracias, para que todos sus redimidos pudieran librarse con ellas de los males y extravíos de los últimos tiempos.
La bienaventurada Margarita dice todo ésto  muy hermosamente en su revelación, que podemos llamar la primera de sus principales.¨ era, dice, el 27 de diciembre de 1673, fiesta de San Juan Evangelista, y recibí de aquel amable corazón gracias tales, que el recordarlas me saca fuera de mi...
                                                                                               (continua)



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