Organizándonos para el colapso


 gurkel


El Estado lleva ya mucho tiempo preocupado en el establecimiento de un vínculo entre la “extrema derecha” y la actividad proto-terrorista. Existe el caso convenientemente bien publicitado de John Tyndall y su grupo de entrenamiento Spearhead (punta de lanza) de los años 60; el ficticio complot  de Tony Malski para atentar con bomba contra el carnaval de Notting Hill; el enredo de Dave Roberts, demostrado agente de los servicios secretos, con su “Column 88” (Columna 88) a principios de los ochenta; y la inexistente colaboración del National Front (Frente Nacional) con el terrorismo árabe internacional en el 1988. El hecho de que todo esto no sean más que mentiras parciales o totales, no significa necesariamente que los separatistas raciales hayan sabido salir siempre airosos en el evitar las peligrosas e incriminatorias consecuencias de la actividad paramilitar. Esto ilustra simplemente  el que nosotros no hemos hecho lo suficiente para clarificar nuestro posicionamiento  en relación a esta cuestión tan importante y polémica. Como corriente revolucionaria, cualquier error por parte de los NA a la hora de tratar este asunto sería inexcusable. Es momento  de evaluar la situación actual y de modificar  nuestro acercamiento estratégico en consecuencia.


La primera cuestión que debemos preguntarnos es si  el conflicto entre los revolucionarios nacionalanarquistas y el Estado es realmente  inevitable. Ya se ha  tratado en otra ocasión la cuestión de la futilidad de las elecciones democráticas y de las tácticas electoralistas de organizaciones como el BNP o cualquier otro grupo nacionaldemócrata (sentencias), ¿pero es nuestra alternativa de crecimiento orgánico en el seno de la sociedad realmente suficiente? Es un hecho el que las iniciativas de acción comunitaria pueden conducir hacia la creación de  un nuevo orden social, político y económico que pueda minar de un modo efectivo al viejo régimen. De hecho, una vez que dejemos de confiar en las instituciones burocráticas del Estado, éste tenderá a ser cada vez más supérfluo hasta ser finalmente  barrido. ¿Pero es esto realmente suficiente?


Los desarrollos recientes nos dejan con muy poca dudas sobre la resolución de la clase dirigente de usar todo su poder represivo sin excepción, incluido el militar, para aplastar cualquier amenaza a su actual sistema de explotación y gobierno. Aquellos que no saben percibir este hecho, no tienen derecho a estar involucrados en la verdadera lucha anticapitalista, y esto incluye a la totalidad de los activistas que creen hacer la revolución consumiendo hachís o que siguen moviéndose dentro de los conceptos del Sistema de izquierda-derecha. Es evidente que las fuerzas clandestinas que hay tras el Imperio global no van a abandonar el inmenso poder del que disponen sin presentar ninguna resistencia. Crear una cotra-cultura o, de hecho, un contra-poder paralelo al sistema existente es una necesidad básica, pero mirando las tendencias actuales con realismo no existe una solución pacífica, o exclusivamente política,  a los múltiples problemas de la sociedad moderna.

Así, si el conflicto se ve como hecho inevitable – al menos para aquellos que no se las hayan ingeniado para fundar sus comunidades en algún lugar – ¿qué forma de organización se puede tomar en la lucha política? La respuesta a esta cuestión no puede ser sacada precipitadamente de un catecismo revolucionario de bolsillo, nosotros carecemos de cualquier control sobre la dirección futura de nuestra sociedad en esta etapa y únicamente podemos enfrentar cada situación a medida que se nos va presentando.  Por otra parte, el escenario más probable en las grandes urbes de Inglaterra en los próximos años, será de caos y desorden. A medida que más y más gente es clasificada, indentificada, categorizada y básicamente contemplada como habitantes no-consumidores de una clase baja creciente, se ve más seguro que estos nuevos ousiders serán la piedra angular revolucionaria sobre la que se construirá nuestra resistencia a la maquinaria represiva de los poderes dominantes de nuestro tiempo.

El multirracismo va a jugar un papel decisivo en la desintegracón del tejido social, un tejido que  por muy fuerte que sea su represión o avanzados sus métodos de manipulación de masas, no va a lograr remendar la situacion. Su  “corrección política” y su  “discriminación positiva”, acabarán derrumbándose incapaces de ofrecer nuevos argumentos. Los negros harán frente común con los negros, asiáticos con asiáticos y – ante el aumento de las dificultades económicas y sobretodo de la criminalidad – los blancos tendrán que buscar a su vez la protección, el consuelo y el respeto entre su propia gente. Se ha dicho siempre en la antigua mitología  que  el Caos contiene en si los elementos de la salud y la redención; éste espíritu unificador que engendrará el Caos que hoy ya comenzamos a vivir en nuestras calles y barrios, reconstruirá nuestra identidad común permitiendo a la gente trabajar conjuntamente y contraatacar.

Este escenario no está diseñado para parecer romántico o sobredramatizado, sino que es una interpretación realista de cómo los NA emergerán de las ruinas del Capitalismo. Hasta ahora la  pequeña burguesía puede disfrutar de sus barbacoas, de su televisor por satélite y de su comida preparada, pero si tuvieran más cabeza deberían comenzar a pensar en otras prioridades.  Las nubes negras de la guerra están comenzando a surgir de todas las esquinas de Inglaterra con su mortal carga infernal. Es prioridad preparar el camino hacia la victoria en el inevitable conflicto que se avecina. ¿Pero cómo?

Los medios de preparación para el combate revolucionario ya existen, y están allí para ser aprovechados. Examinemos las tres vias básicas en las que el NA debe internarse con la intención específica de adquirir el conocimiento indispensable para el futuro:


1.Ejercicio físico.

La era materialista nos ha llevado a un indudable incremento  de la vanidad, a la egoista búsqueda del “cuerpo hermoso; pero lo positivo de esta tendencia es que las oportunidades y facilidades para el desarrollo  físico óptimo han aumentado también con ello.  Este pais tiene un sinnúmero de centros de deportes, asociaciones de atletismo y gimnasios de todo tipo y no existe razón para que los NA no utilicen  estos espacios para su mejoramiento físico. Mientras las masas aborregadas se sientan ante sus televisores hinflándose con rancios Kebabbs, nosotros debemos personificar el retorno de la edad del guerrero y del nuevo hombre. Si se está mal de forma, es necesario solucionarlo: dejar de fumar, moderar la bebida, buscar la comida sana y hacer ejercicio. Aquellos NA que se vayan agrupando para realizar un trabajo conjunto, deberían también  buscar modos de organizar actividades de excursionismo y acampadas conjuntas – como entrenamiento y reforzamiento de los vínculos. Es importante permanecer siempre activo.


2.Autodefensa.

La mentalidad individualista y competitiva del capitalismo ha destruido casi los últimos vestigios de la buena vecindad que todavía quedaban. El violento y degenerado es capaz de apuñalar o golpear a cualquiera en la calle por el precio de una onza de cannabis, y en muchas áreas ni viejos ni jóvenes pueden circular sin el temor a un ataque en cualquier momento. Para mujeres, niños y ancianos la situación es todavía peor, pues los violadores, los abusadores de niños y toda clase de sociópatas campan a sus anchas por las calles de las ciudades inglesas a la caza del incauto o del débil. Pero esta tendencia puede ser contrarrestada mediante un firme entrenamiento en técnicas de defensa personal. Ya sea Kung-fu, judo o Kick-Boxing, aprender habilidades básicas para la defensa personal es requisito indispensable para poder enfrentar los años de creciente violencia que se nos avecinan. A medida que la sociedad continue su proceso de degradación, tendremos que formar nuestros propios grupos de autodefensa y vigilancia, y limpiar nuestras propias comunidades de los elementos indeseables que intenten asaltarlas. La desintegración social conducirá a  un creciente proceso de la organización de los barrios en bandas que pueden convertirse en verdaderas organizaciones mafiosas, en sociedades paralelas e independientes al poder del Estado. Cuando llegue el momento, será necesario asegurar la comida, la electricidad – un generador podría llegar a ser un objeto extremadamente apreciado – o el suministro de agua. Será necesario controlar las calles de nuestra zona para defendernos a nosotros mismos, a nuestras familias y propiedades.


3. Actividad adicional.

Si los activistas revolucionarios se vieran forzados a defenderse a si mismos y a sus familias de los mercenarios sin rostro del Estado, - y esto incluye a la policía, a los recaudadores, alguaciles,  ejército, etc... – será necesario que se familiaricen  con métodos militares.  No es tan difícil perder un solo dia a la semana y un fin de semana al mes, para ingresar en la “Territorial Army” (defensa territorial). El TA paga a sus voluntarios, pero sobretodo, les da el mismo entrenamiento que a un soldado regular; aprovechar un entrenamiento ofrecido por el Estado y a la vez cobrar por eso es un negocio redondo y algo muy recomendado para todo Nacional-Anarquista.




Estas tres opciones no son recomendables a todos los NA de un modo uniforme, de hecho cada NA puede aprender, entrenar o especializarse en lo que desee o en lo que mejor se adapte a sus aptitudes y capacidades. Sin embargo, toda persona sana debe tomarse en serio su preparación física. El objetivo  de esta preparación no debe  tener ninguna finalidad agresiva, sino defensiva. En la  actual  descoposición progresiva de Inglaterra, en medio del gradual derrumbamiento de la social-democracia, ningún consejo puede ser mejor que el de prepararse lo mejor posible y poder dar la cara cuando llegue el momento crucial de la pregunta sobre quién deberá ser el que tome el control cuando el sistema en el que vivimos se desmorone.


nationalwarriors


Nuestra misión es la de prepararnos para la sociedad post-cataclísmica.