Baldr soñó una noche con su muerte. Cuando contó su sueño, su madre Frigg recorrió todo el mundo e hizo que todos los seres animados e inanimados juraran no agredir a Baldr.
En esas circunstancias, los Ases organizaban juegos en los que disparaban a Baldr cualquier cosa, sin conseguir alcanzarle.
Pero Loki, el hermano por juramento de Odín, sentía terribles celos del dios intocable. Averiguó que había un brote de muérdago, al cual, por ser muy joven, Frigg no había exigido el juramento. Entonces arrancó el brote de muérdago y lo dio a Hödr, el hermano ciego de Baldr, animándole a participar en el juego de los Ases.
Con la ayuda de Loki, Hödr lanzó el muérdago y mató a Baldr, causando la consternación en Asgardr. Nanna murió de pena y fue incinerada en el mismo navío que su esposo. Pero eso no fue todo: tras los funerales de Baldr, el veto de Loki impidió a Odín recuperarlo del mundo de los muertos. Esto colmó la cólera de los Ases, que tramaron una terrible venganza.
La fiel esposa de Loki, Sygin, permanece a su lado con una copa que utiliza para recoger el veneno. Pero cada vez que que la copa se llena, tiene que apartarla para vaciarla. Entonces el veneno cae sobre el rostro de Loki, que se retuerce entre terribles gritos de dolor.
En esas condiciones lo encontré cuando unos trolls me llevaron ante él (ver mi relato). Pero a pesar de todo conserva tremendos poderes. Cuando llegue el fin del mundo, él habrá de guiar a las fuerzas del mal en su conquista de Asgardr (ver la página sobre el Ragnarök).