Mi
papito
Mi papito lindo,
mi
papito ahí va
en
su camioneta nueva,
lleva
cosas interesantes,
me
lleva a la escuela
y
eso me alegra porque es bueno para mí.
¿Y qué
regalo le puedo dar?
Y
de cumpleaños ¿cómo lo puedo sorprender?
Él
me quiere como yo a él,
él
es bueno como todos y más,
lo
queremos tanto,
él
es el mejor acá.
El que le diga que
no, no está confiando aquí,
él
es el mejor, nunca lo dejaremos,
nunca
nos dejará,
él
es el mejor,
pues
él es así,
nos
quiere también,
es
muy bueno aquí,
él
nunca nos dejará,
es
el mejor regalo como todos los demás.
Es un padre excelente,
nunca
pero nunca se olvidará de nosotros
o
de nuestros nombres,
él
nos ama también,
¿por
qué no le damos un regalo?
Nunca
se puede morir,
siempre
él será un ángel para mí,
Dios
lo creó y nunca lo olvidaremos.
Ni por arte de magia
su
nombre olvidaremos,
tengo
ganas de gritarlo,
ahorita
no pero más al rato,
quiero
gritarlo, quiero gritarlo,
pues
él es el mejor padre del mundo que he visto.
Es
el mejor, nunca lo olvidaré,
él
nunca se confundirá,
nunca
lo olvidaré
Y
su nombre es Toño, qué bien,
él
es bueno y de corazón
no
es nada malo, es el mejor,
nunca
se olvidará su corazón tan bueno.
Es un ángel de
la guarda
que
me manda Dios para cuidarme,
por
eso lo quiero mucho.
Es
un ángel y gracias a él viviremos,
ni
una palabra mala le diremos,
una
buena calificación nos sacaremos por él,
eso
es todo por hoy,
siempre
un ángel él será
y
él vivirá feliz para toda la eternidad.
Andrea
Martínez Jiménez
5 de octubre de 2007