Yo estaba en casa, salí a jugar,
pero vi ¡a una mariposa!
La quise atrapar. Como vi unas bellas flores,
le pregunté a mamá entrando a la casa:
¿Hoy que día es?
Es la primavera, me contestó.
¡Que ya es la primavera, mamá!
¡Yo no lo sabía!

Muchos gusanitos saliendo de su hoyo frío,
las abejas volando en las flores tomando miel,
con su pico de abeja la toman muy bien,
y las mariposas también,
volando volando
y hasta una flor besando.

Hago tarea buscando animales,
me encanta jugar y la diversión.
Mientras nos quedamos en casa
nos podemos aguantar,
pero yo les diría que era mejor esperar,
que los pajaritos con su hermoso pico
están cantando que ya viene la primavera
¡Ya vino la primavera!

Todos están festejando este día feliz.
Le entrego a mi mamá un hermoso regalo:
es una dulce flor bella y mágica.
A mi mamá le encanta la primavera,
que puede hacer lo que sea ¡sin ir a trabajar!
Por eso me encanta mi mamá.
Y he visto muchas cosas.
Mi mamá tiene un corazón de flores y de miel.
Aunque yo no tenga esos corazones no me importa,
yo siempre voy a querer a la primavera.

Adiós primavera, ya viene el invierno,
te voy a extrañar con mucho amor.
Adiós gusanitos, se van al otoño
y otro día vendrán a la primavera,
o al otoño o al verano con dulce amor.

Poesía publicada en Entropía el 4 de mayo de 2008.
                              

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