REUNIDOS
en
la ciudad de México partidos políticos, organizaciones sociales,
no gubernamentales, asociaciones civiles, académicos, estudiantes
y ciudadanos en lo individual, convocados por la figura histórica
y el pensamiento de los patricios de América Benito Juárez y Simón
Bolívar, para proyectarlos en esta hora de nuestra Patria Grande,
luego de analizar la situación de nuestro país y de América Latina,
considerando que:
-
El pueblo mexicano, al igual que los pueblos latinoamericanos,
sufren un proceso de pérdida de soberana, excesiva transferencia
de recursos al exterior, inequidad en la distribución social que
se expresa en el enriquecimiento descomunal de unos cuantos y
la pobreza creciente de muchos. Corrupción, desempleo pobreza,
inseguridad y pérdida de perspectiva, sobre todo a partir de que
la inserción subordinada en el proceso de globalización neoliberal
bajo el dominio hegemónico del capital financiero trasnacional.
- Los
problemas que enfrentamos los mexicanos también los sufren los
otros pueblos hermanos de América Latina y el Caribe. La deuda
externa crece día con día a pesar de los cuantiosos recursos que
se dedican a servir, en menoscabo de la atención a las enormes
necesidades de nuestros pueblos. La economía se privatiza, entregando
las principales fuentes de producción de riqueza a los capitales
extranjeros. Los procesos electorales, de aparente avance democrático,
no se concretan en el verdadero ejercicio del poder por parte
del pueblo.
-
A los pueblos de América Latina y el Caribe nos hermanan semejanzas
de orden histórico y cultural que son ampliamente conocidas y
que fundamentan por sí solas, con solidez suficiente, el anhelo
bolivariano de unidad, compartido por cierto por Hidalgo y Morelos,
por Juárez, por Sucre y San Martín, Por Artigas y Toussaint L'Ouverture,
por justo Arosemena, por Morazán y Martí, y toda la pléyade de
los grandes hombres de nuestra historia común. Pero nos hermanan
sobre todo los mismos grandes, lacerantes problemas, y la necesidad,
por tanto, de luchar uniendo esfuerzos e intercambiando experiencias,
para resolverlos.
-
Nuestros pueblos son víctimas de constantes y permanentes agresiones
por parte y de especial manera por los Estados Unidos, por lo
que en este momento es urgente denunciar con energía la agresión
y campaña desinformativa contra la revolución pacífica y democrática
de Venezuela, las medidas encaminadas a intensificar la presencia
militar en Colombia. Es necesario ratificar nuestros votos por
la autodeterminación de Puerto Rico, el cese al bloqueo a Cuba,
el desmantelamiento de las bases militares como Guantánamo y la
devolución de las Malvinas. Mención especial merece el caso del
niño cubano secuestrado en Miami, Estados Unidos, que en contra
de los elementales derechos humanos y normas jurídicas de los
países, a la fecha de celebración de esta Conferencia, aún permanece
indebidamente retenido, lejos de su familia y su patria. Exigimos
su devolución inmediata.
Hemos
resuelto libremente como anfitriones iguales de nuestra Gran Patria
latinoamericana en esta Primera Conferencia Mexicana Juarista-Bolivariana
por la soberanía y la unidad de los pueblos de América Latina y
el Caribe declarar que:
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Sustentamos la convicción de que procede y urge la reflexión colectiva
y el intercambio de opiniones en busca de soluciones, que tiendan
a defender la soberanía de los pueblos latinoamericanos y caribeños
y plantear alternativas de desarrollo que miren hacia la satisfacción
de las necesidades de nuestros pueblos, que eleven la calidad
de vida del ciudadano, que rompan las esferas de los incluidos
y excluidos de la sociedad, que edifiquen una democracia verdadera
en la que el pueblo mande, que terminen con toda forma de colonialismo
y cumplan con su tareas de integración, autodeterminación y libertad
de los pueblos, que nos legaron nuestros próceres.
-
Sustentamos la convicción de que estas alternativas tendrán que
luchar contra el hegemonismo en las relaciones internacionales
y rechazar el proyecto neoliberal, que hace de la ley del mercado
el único valor universal del desarrollo. Tendrán que ser renovadas,
democráticas y liberadoras de las estructuras del atraso y del
desarrollo desigual que azotan a nuestros pueblos, lo que solo
podrá ser posible si se sustentan en la fuerza de la unidad, de
la unidad de naciones en lo regional y de la unidad de los más
amplios sectores sociales y políticos que concuerdan con el objetivo
de lograr una América Latina y un Caribe prósperos, plenos de
justicia y equidad para el nuevo siglo.
-
Esta unidad es posible para nosotros, bajo la bandera juarista
del Respeto al Derecho Ajeno, y la bandera bolivariana de la Patria
Grande, de la igualdad de oportunidades, derechos y deberes para
las naciones; es posible bajo el ideario vivo de independencia,
libertad, paz y justicia para nuestros pueblos, haciendo realidad
los sueños de tantos y tantas patriotas que lucharon por acabar
con la impunidad de la injusticia y alcanzar una comunidad de
naciones libres. En este camino, retomamos como antecedente la
Declaración de Panamá del 25 de noviembre de 1999, así como los
demás esfuerzos realizados con anterioridad en diversos lugares
de la región latinoamericana y caribeña, coincidentes con nuestros
objetivos de unidad bolivariana.
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Convencidos de que hoy necesitamos más que nunca de un espacio
permanente y democrático de diálogo entre todas las fuerzas progresistas
de nuestro país y del hemisferio, por encima de las barreras políticas
e ideológicas que nos dividen, resolvemos:
Primero:
Constituirnos desde este momento, todos los asistentes a este evento,
en fundadores del Movimiento Anfictiónico Juarista Bolivariano en
México, y darnos a la tarea de su construcción y crecimiento.
Segundo:
Llamar fraternalmente a todos los compatriotas que compartan los
ideales de la defensa de la soberanía y la defensa por la unidad
de los pueblos de América Latina y el Caribe, a incorporarse a este
movimiento, que sólo persigue fines de carácter superior.
Tercero:
Avocarnos a la construcción del Movimiento Anfictiónico Juarista
Bolivariano en todos los Estados del país y en lo inmediato en:
Baja California, Chihuahua, Distrito Federal, Guanajuato, Hidalgo,
Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Puebla, Tabasco, Tlaxcala,
Veracruz y Zacatecas.
Ciudad
de México, D.F., 21 de marzo del 2000. |