Segunda Conferencia Juarista
Bolivariana
19 y 20 de marzo de 2001
RESOLUCION
SOBRE EL TEMA DE CUBA
Y LA COMISION DE DERECHOS HUMANOS EN GINEBRA
El
gobierno de los Estados Unidos basa su política internacional
en la agresión militar, económica y política
a los pueblos del mundo, para proteger sus intereses; agresión
que adquiere su mayor expresión hacia los pueblos latinoamericanos,
cuyos territorios consideran su patio trasero.
Entre
otras formas de agresión utiliza el tema de los derechos
humanos, manipulándolo a su antojo, con el fin de desacreditar
a países que ejercen su soberanía; a los que no se
subordinan, como es el caso de la hermana República de Cuba.
Washington
promueve en las Naciones Unidas la condena a este país hermano,
por supuestas violaciones a los derechos humanos y utiliza para
ello a los gobiernos de la República Checa y de Polonia,
siendo que en la Patria de José Martí difícilmente
se puede acreditar algún caso de violación a los derechos
humanos en su aspecto de garantías individuales: libertad
de pensamiento, de reunión, de expresión, etcétera,
que sí se violan en muchos otros países de manera
hasta escandalosa, caso notorio el de Estados Unidos mismo, sin
que sea motivo de una actitud que, en cambio, se muestra inquisitorial
en contra de Cuba. Eso sin tomar en cuenta el otro aspecto de los
derechos humanos, que incluye los derechos a la salud, educación,
empleo, vivienda, cultura y recreación, que en la sociedad
cubana han alcanzado grados superiores de expresión.
Estados Unidos y los gobiernos que se subordinan a sus intereses,
al manipular de esta manera el tema, con propósitos de injerencismo
político y de agresión, vulneran ellos mismos uno
de los derechos humanos que es fundamental, el derecho a la autodeterminación
de los pueblos.
Los
mexicanos, como resultado de la experiencia adquirida a través
de un doloroso proceso histórico plagado de agresiones por
parte de potencias extranjeras, en el que incluso, en una de esas
agresiones nos fue arrebatado más de la mitad de nuestro
territorio, hemos sustentado una política internacional basada
en los principios de no intervención y autodeterminación
de los pueblos que se concretan en la Doctrina Estrada, principios
que se expresan claramente en nuestra Carta Magna en su artículo
89 y que se sintetizan en el conocido apotegma del Benemérito
de las Américas, Benito Juárez: entre los individuos
como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz.
Consecuentes
con esa experiencia histórica, con esos principios y con
ese mandato constitucional, hoy rechazamos esa agresión estadounidense
a nuestra hermana Cuba.
Por
todo lo anterior, la Segunda Conferencia Mexicana Juarista-Bolivariana
por la Soberanía y la Unidad de los Pueblos de América
Latina y el Caribe
R E
S U E L V E :
Primero:
Demandar al gobierno mexicano que no se sume a la maniobra encabezada
por el de Estados Unidos, de incriminar a Cuba por supuestas violaciones
a los derechos humanos. Solicitar al titular del Poder Ejecutivo
de la República, Vicente Fox Quesada, que la representación
mexicana rechace con energía cualquier intento de resolución
de condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra.
Segundo:
Exhortar a todos los legisladores mexicanos, a sus distintas fracciones
parlamentarias del Senado de la República y de la Cámara
de Diputados, así como a las comisiones de Relaciones Exteriores
de ambas cámaras; a los congresos de los estados de la República
y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a que expresen
públicamente su oposición a las maniobras que pretenden
incriminar a Cuba, teniendo en cuenta que con ellas se violan los
principios de derecho internacional que han sido el fundamento de
nuestra histórica política exterior.
Tercero:
Solicitar a los Poderes Ejecutivos de los países latinoamericanos
que participan en la Comisión de Derechos Humanos en la ONU,
Guatemala, Perú, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil,
Ecuador, Costa Rica y Uruguay, que en la próxima reunión
de Ginebra asuman una posición digna, latinoamericanista
y caribeña, solidaria y consecuente con el pensamiento y
las luchas de nuestros próceres, con nuestro pasado histórico
común y con nuestro futuro de unidad regional y de independencia
frente a otros poderes extrarregionales y que voten decididamente
en contra de la resolución que incrimina a Cuba en materia
de derechos humanos y que dolosamente promueven Estados Unidos y
otros gobiernos subordinados a ése.
Cuarto:
Exhortar a todos los legisladores de los Parlamentos de estos mismos
países hermanos, a sus distintas fracciones parlamentarias
a que se expresen públicamente sobre este tema, puesto que,
al agredir a Cuba, se agrede también a todos los países,
a todos los pueblos de la Patria Grande.
Ciudad
de México, a 20 de marzo de 2001.
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