Cinco
siglos de saqueo. Cinco siglos de luchas sin tregua.
Nuestros
pueblos todos, desde México hasta la Argentina y Chile,
todos los de la América Latina y el Caribe, suman ya cinco
siglos de ser saqueados por potencias imperiales o imperialistas.
El
gran poderío que desarrollaron las potencias de Europa
y Estados Unidos de Norteamérica hubiera sido imposible
sin el proceso de acumulación originaria, al que contribuyeron
de manera poderosa las toneladas -miles de toneladas- de oro y
plata saqueadas de nuestra región de modo impune. Tampoco
se hubiera dado sin la explotación despiadada de nuestros
pueblos originarios. Y después, de nuestros pueblos ya
con su integración pluriétnica actual, con indígenas,
afro descendientes y mestizos.
Los
niveles económicos de esas potencias no podrían
ser siquiera imaginados si no siguieran saqueando nuestros recursos
y explotando a nuestros pueblos. No serían posibles sin
el petróleo y el gas, que nos han robado. Sin todas las
materias primas que nos saquearon y nos siguen saqueando.
Nuestros
pueblos nunca han sido pasivos frente al ultraje y el robo. Nunca
han sido resignados. Han luchado sin tregua durante cinco siglos.
Jamás se han rendido. La historia de Nuestra América
está llena de páginas brillantes de esta lucha heroica.
Soberanía
política, económica, energética, alimentaria,
cultural, versus dependencia creciente con sus caudas de saqueo
y miseria.
Nuestros
pueblos exigen su plena soberanía. Ser los dueños
de su destino en todos los órdenes, sin excepción.
Soberanía política, económica, energética,
económica y cultural.
Si
logramos todo esto, podremos al fin ser libres e independientes.
De lo contrario seremos cada vez más dependientes en todos
los órdenes. Crecerá el saqueo y con él la
miseria de nuestros pueblos.
La
fase neoliberal, la peor de todas.
El ALCA como amenaza mayor.
La
fase neoliberal, puesta en marcha en las últimas dos décadas,
ha sido la peor de la etapa moderna. El saqueo de nuestros recursos
ha crecido de modo vertiginoso. Nos han vuelto a despojar de recursos
que ya habíamos recuperado para la soberanía de
nuestros pueblos. Y hoy mismo nos amenazan con ahondar el robo.
La energía eléctrica, el petróleo y el gas
están en la orden del día, en el caso de México.
Y de varios otros de nuestros países.
Y
ya se disponen a pasar a una nueva generación de la rapiña
infinita. Ahora quieren nuestra agua, nuestro oxígeno,
nuestra biodiversidad, las grandes riquezas del siglo XXI que
se inicia.
Cuentan
con la complicidad de Fox, como antes de Salinas y de Zedillo.
De Ménem. De Carlos Andrés Pérez. De Sánchez
de Lozada. De toda una sarta de pillos que no parece tener fin.
El
ALCA es hoy en día la amenaza mayor. Y está allí,
a la vuelta de la esquina. Apenas a unos meses de distancia.
Estamos
en la fase de la lucha por nuestra segunda y definitiva independencia.
Actualidad de la visión de Bolívar y Martí.
Luego
de la primera independencia, la independencia política
formal con respecto de España u otras potencias europeas,
según el caso, estamos ahora en la fase de la lucha por
nuestra segunda y definitiva independencia.
Dentro
de ésta, en la etapa que vive el mundo hoy, cobra absoluta
validez la visión unitaria de Simón Bolívar,
El Libertador, y de José Martí.
Llegó
el momento de poner en la lista de las tareas urgentes, ya, el
asunto de la unidad de nuestros pueblos. Unidad política,
no sólo económica o comercial. Unidad política
y cultural. Construir una confederación de naciones libres
y soberanas. Una unidad entre iguales, sin dominadores ni dominados.
Esto está a la orden del día.
¡Unidos
seremos invencibles!
La
reunión preparatoria
del Congreso Bolivariano de los Pueblos.
Compartiendo
las convicciones anteriores, nos reunimos en los últimos
días de agosto un conjunto de compatriotas provenientes
de veinte países de la región. Poco más de
700. De México estuvimos el ingeniero Cuauhtémoc
Cárdenas y este servidor.
Cambiamos
opiniones entre todos. Coincidimos en que era necesario retomar
todos los esfuerzos previos de la larga lucha de nuestros pueblos
por su liberación y por su unidad, desde los que vienen
de siglos atrás hasta los muy recientes. Que era necesario
darles nuevo impulso. Y decidimos convocar al Congreso Bolivariano
de los Pueblos que se celebrará del 25 al 27 de noviembre
próximo, allá mismo, en Caracas.
Qué
es el Congreso Bolivariano de los Pueblos.
Quiénes lo integramos.
El
Congreso Bolivariano de los Pueblos es un esfuerzo nuevo. Con
hondas raíces. Unido por ideales superiores. Sin fines
de carácter menor, de beneficio personal o de grupo. Privilegia
a las organizaciones de masas. Porque siendo un esfuerzo en el
que todos caben, los únicos que no pueden estar ausentes
son los pueblos.
¿Quiénes
formaremos parte del
Congreso Bolivariano de los Pueblos?
Todos
los que compartamos los ideales de independencia, de soberanía
y de unidad de nuestros pueblos. Todos los que estemos en contra
del saqueo, de la explotación y de la subordinación
de nuestros pueblos. Todos los que estemos en contra del neoliberalismo.
Dentro de estos parámetros, no hay límite. No hay
exclusión. No hay liderazgos. No hay "dueños
del balón". Todos somos iguales. Todos somos hermanos.
Nos unen ideales elevados. A garantizar que esto sea así
nos comprometimos de modo expreso todos los que asistimos a la
reunión preparatoria, allá en Caracas.
En
la reunión preparatoria se integró un secretariado
provisional. Está formado así: Círculos Bolivarianos,
de Venezuela. Comités de Defensa de la Revolución,
CDR, de Cuba. Movimiento al Socialismo, MAS, de Bolivia. Movimiento
de Unidad Plurinacional Pachakutik, de Ecuador. Movimiento Piquetero
Barrios de Pie, de Argentina. Movimiento Sin Tierra, de Brasil.
Y
una Secretaría de Organización, a cargo del Proyecto
Emancipación, de Argentina.
Integremos
una gran delegación mexicana
al Congreso Bolivariano de los Pueblos.
¿A
qué debemos aspirar los aquí reunidos? A contribuir
a la integración de una gran delegación mexicana
al Congreso Bolivariano de los Pueblos. Lo más amplia que
sea posible. Lo más representativa. Que la mayor parte
de los sectores de nuestro pueblo estén representados.
Una amplia gama de sus organizaciones. Que nadie se sienta excluido.
Una
delegación que lleve aportes al Congreso. Que coadyuve
a la pronta obtención de los objetivos comunes de nuestros
pueblos. Su plena liberación y su unidad. Una delegación
que sea la base sobre la cual se construya el Capítulo
Mexicano del Congreso Bolivariano de los Pueblos, que deberá
dar impulso aquí, en nuestro país, al máximo
de sus capacidades, a los ideales de soberanía y unidad.
Y que deberá impulsar el cumplimiento de las resoluciones
que tome del Congreso.
Una
delegación en la que participen todas nuestras organizaciones.
También las que no pudieron venir por alguna razón.
Y llevemos el mensaje a las que todavía no lo hubieren
recibido. A quienes aun no tengan noticia de este extraordinario
esfuerzo. Llevémosles el informe. Despertemos su interés.
Hagamos que participen todos.
Plena
solidaridad con la Revolución Bolivariana. Una invitación
adicional.
Quedémonos
la mayoría de los delegados mexicanos a Caracas, a vigilar
las manos de los agentes del imperialismo y la oligarquía
golpista durante el referéndum revocatorio. Esto será
del 28 de noviembre al 2 de diciembre. Será una acción
de merecida solidaridad con el pueblo venezolano. Será,
al mismo tiempo, una acción de defensa de nuestros propios
pueblos, de lucha por nuestra liberación, por nuestra segunda
y definitiva independencia. Será una acción a favor
de la unidad de Nuestra América.
¡Viva
la soberanía y la unidad de nuestros pueblos!