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Movimiento Mexicano
Juarista Bolivariano

POR LA SOBERANIA Y LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS
DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
La crisis global, Bolívar,
Mariátegui, el Che y la alternativa

Narciso Isa Conde (2)

HACIA UNA CRISIS GLOBAL

Estamos frente a una crisis que estremece la civilización humana y avanza en medio de la globalización neoliberal, de las privatizaciones y de la financierización del capitalismo hacia una gran y multifacética crisis global.

En su vertiente económica es esencialmente otra crisis de sobreproducción, otro choque brutal entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación del producto del trabajo; ahora usurpado en mayor escala a través de la especulación financiera y de la propiedad privada altamente concentrada.

Ella se expresa en forma más dramática como "crisis financiera", pero está claro que esa es sólo su manifestación de "punta", el "iceberg" de la misma, la expresión más aguda de una crisis multifacética, en la que el fenómeno de la sobreproducción adquiere volúmenes nunca vistos y se articula a otros de no menor impacto destructivo.

Los efectos de las guerras financieras no se han limitado a México, al Sudeste asiático o a la antigua URSS. Abarcan cada vez más países de Asia, vuelve sobre Rusia, repercute sobre Brasil, impacta por momentos la bolsa de Nueva York y se extiende a otros países del continente americano y del mundo.

Es la crisis de un capitalismo al cual la especulación y la voracidad extrema se han incorporado como algo consustancial. Por esa vía, las transnacionales y los grandes bancos de negocios reconquistan espacios, áreas económicas, activos... y dentro de esa dinámica sólo los más fuertes pueden acumular para no quebrar en medio de una economía que ordena consumir, consumir y consumir, y que no le permite a los seres humanos lograr ingresos que le posibiliten hacerlo en la proporción que su superoferta galopante exige y que su alocada y volátil acumulación de dinero prohibe.

Estallan así las bolsas de valores bajo el impacto de las hiperbombas financieras.

Caen sus cohetes electrónicos sobre diversos países.

Se desploman, de un día para otro, monedas que parecían fuertes.

Quiebran bancos, empresas y economías nacionales que los propios agresores, escudados en el FMI como mecanismo "de salvamento", pasan a controlar.

Y todos estos fenómenos masivos se han visto acompañados de estallidos sociales, deterioro institucional, incremento de la delincuencia, deslegitimación de los sistemas políticos, fractura de sociedades nacionales y hasta de destrucción de países enteros... mientras una minoría logra multiplicar riqueza y poder en las escalas planetaria, nacional y local.

Así las cosas, la propiedad y la forma de apropiación de los bienes creados por la humanidad vuelven a estar en el centro de la crisis en desarrollo. El nuevo reparto internacional de las riquezas, ejecutado a través de la manipulación de los mercados financieros, se convierte en una de las causas fundamentales de la presente crisis, generando a la vez caos económico y devastación social.

En esta nueva era del capitalismo, la conquista de las naciones, el control de sus activos productivos, del producto del trabajo, de los recursos naturales y las instituciones, además de llevarse a cabo con el despliegue de tropas, bombardeos e intervenciones (tal como ocurrió recientemente en Africa, en el Golfo Pérsico, en Yugoslavia y los Balcanes...) pueden hacerse de forma impersonal: las órdenes se emiten por computadoras y por los teléfonos móviles y se acompañan de maniobras especulativas (comerciales, monetarias, compra de divisas, fondos de inversiones...).

En el plano militar, el caso de la agresión a la nueva Yugoslavia a propósito del conflicto en Kosovo, luego de que Estados Unidos, Alemania e Inglaterra estimularan los nacionalismos y las pugnas inter-étnicas para desintegrar la federación original, es hoy una de las más altas expresiones de genocidio y doble moral destinada a conquistar Serbia luego de haberlo hecho en Croacia, Eslovenia y Bosnia dirigida a reestructurar la hegemonía militar a escala europea y mundial.

Primero desatan los diablos de las pugnas étnicas con todas las aberraciones que ellas conllevan y luego la usan como pretexto para intervenir y bombardear al tiempo que violentan la legalidad internacional y readecúan sus fuerzas y alianzas militares (OTAN) para facilitar el uso de la misma a escala mundial.

Por otra parte, el propósito de las modernas guerras financieras es controlar más capitales, activos, instalaciones y empresas. Sus blancos no se limitan a los viejos enemigos de la guerra fría, sino que con sus intervenciones asaltan indistintamente las bóvedas de los bancos centrales tanto de Rusia como de México, Brasil, Corea, Indonesia o Tailandia.

¡Y con la ventaja para el gran capital de que el "gran salvador", el FMI, responde a los mismos intereses de los asaltantes!

Estamos, pues, no sólo ante una crisis de amplia envergadura, sino ante la crisis más grave de la historia moderna, camino a convertirse, repetimos, en una crisis realmente mundial, con efectos más devastadores que los producidos por la Gran Depresión de los años 30.

Una crisis que además se expresa en el agotamiento e involución de las instituciones y cánones democrático-liberales y genera respuestas de los centros de poder que refuerzan el control oligopólico y la opresión militar de las elites dominantes.

DESENLACES POSIBLES

No quiere decir que éstos sean los estertores o que nos encontremos en la proximidad del fin del capitalismo como tantas veces se dijo en el pasado en forma extremadamente ligera.

Las grandes crisis tienen generalmente diversas salidas y la que hoy agobia a la humanidad podría o dar lugar a una recomposición del sistema capitalista por un camino diferente al neoliberal, o provocar un intenso y prolongado caos, o servir de punto de partida para un nuevo tránsito revolucionario hacia un orden social y político realmente alternativo al capitalismo actual.

Esta última posibilidad depende del accionar de las fuerzas transformadoras, y del poder que logren desplegar los grandes torrentes democratizadores conformados por los sujetos sociales y políticos impugnadores del actual sistema de dominación; depende de la posibilidad de articular en los diversos escenarios nacionales, regionales, y en el gran escenario mundial, los nuevos proyectos emancipadores que encarnen las fuerzas del trabajo manual e intelectual y todos los sectores explotados, excluidos, oprimidos y afectados por el gran capital transnacional, regional y local.

1) Ponencia presentada en la Primera Conferencia Anfictiónica Bolivariana de América Latina y el Caribe. Fragmentos.
2) Destacado pensador y luchador político de la izquierda en la República Dominicana.

   
 
 

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