ATAQUE A SIDI DRIS (2 de junio de 1921, jueves)
Como continuación del éxito obtenido en Abarrán, los rifeños atacaron la posicion de Sidi Dris durante 24 horas, siendo rechazados por la defensa realizada por el comandante Benítez.
La pérdida de Abarrán mostró a los rifeños la vulnerabilidad de los españoles. Abd el-Krim no dudó en exhibir los cañones y el material tomado en Abarrán, y trató de convecer a los rifeños que unidos podrian derrotar a los españoles y obtener botín. De esta manera, en pocos dias los efectivos de su harka pasaron de 3.000 a 11.000 guerreros. Mientras tanto, envalentonados por el éxito, Abd el-Krim dirigió sus guerreros contra la posición de Sidi Dris esa misma noche. El ataque comenzó a las 03:00 horas de la madrugada, tiroteando con violencia la posición y persistiendo el tiroteo durante todo el día. La posición estaba al mando del comandante D. Julio Benítez Benítez, quien dirigió eficazmente la defensa y quien encontraría la muerte al frente de Igueriben mes y medio más tarde. El combate era tan enconado que el cañonero Laya, enviado el dia anterior para apoyar la ocupación de Abarrán, batió eficazmente con fuego de cañón a los rifeños. Al atardecer desembarcó un pelotón de marineros (un contramaestre y 14 hombres) con dos ametralladoras, al mando del alférez de navío D. Pedro Pérez de Guzmán. El pelotón se incorporó a la posición bajo el fuego enemigo y emplazó sus ametralladoras junto a los cañones de la bateria que mandaba el teniente Galán. Al ser herido este oficial, el alférez Pérez de Guzmán se hizo cargo de la dirección de los fuegos de los cañones, llegando a disparar con espoleta a cero. La aviación, por su parte, arrojó medio centenar de bombas en apoyo a la defensa. A las 21:30 horas la harka enemiga, reforzada con nuevos elementos, dió un nuevo asalto con tal violencia que llegaron hasta las alambradas y consiguieron cortarlas en varias partes. Por tres veces intentaron el asalto, siendo rechazados sus denodados intentos de entrar en la posición. En una ocasión llegaron a seis metros del parapeto. Pero allí les esperaban los marineros del Laya, que los ametrallaron a bocajarro. A las 03:00 del dia 3 de junio los rifeños suspendieron el fuego e iniciaron la retirada. Sus bajas superaron el centenar, veintinueve de ellas entre las alambradas del perímetro exterior. Los españoles sufrieron dos oficiales (comandante Benítez y teniente Galán) y ocho soldados heridos. Los partes y telegramas oficiales cursados entre el Comadante general, Alto Comisario y el Ministro de la Guerra fueron recopilados por el general Picasso e incluídos en su expediente. Pinche aquí para llegar a ellos y consultarlos. |