|
DECLARACIÓN DEL TENIENTE CORONEL D. FIDEL DÁVILA ARRONDO Don Angel Ruiz de la Fuente y Sánchez Puerta, auditor de brigada, secretario relator del Consejo Supremo de Guerra y Marina. CERTIFICO: Que en la información gubernativa instruída para esclarecer los antecedentes y circunstancias que concurrieron en el abandono de las posiciones del territorio de la Comandancia general de Melilla en el mes de Julio de 1921, figura al folio 1.284 lo siguiente: Al margen: Declaración del testigo coronel D. Fidel Dávila Arrondo. Al centro: En Melilla, a 11 de octubre de 1921, ante el señor general de División, juez instructor, y el secretario que certifica, compareció el testigo anotado al margen, a quien se advirtió la obligación que tiene de decir verdad y de las penas señaladas al delito de falso testimonio, después de lo cual se le recibió juramento según su fuero, y PREGUNTADO por las generales de la ley, dijo que se llama D. Fidel Dávila Arrondo, que es teniente coronel de Estado Mayor, con destino en la Comandancia general de este territorio, mayor de edad y de estado casado. PREGUNTADO por el tiempo que lleva de residencia en el territorio y cargo que desempeñase al sobrevenir los sucesos del mismo, dijo que se incorporó al territorio en 8 de junio de 1919 y estuvo encargado de la Jefatura de la Sección de Campaña hasta el 9 de julio del corriente año, en que se ausentó con licencia por enfermo, situación en la cual se encontraba al acaecer los referidos sucesos. PREGUNTADO por la situación política y militar del territorio en los días que antecedieron a la ocupación de Abarrán, causas y circunstancias que determinaron, a su juicio, la formación de la harka enemiga y provocasen su hostilidad, dijo que la ocupación política del territorio ocupado hasta el día de la operación sobre Abarrán, tenía que apreciarse como de franca sumisión al Gobierno, dada la tranquilidad que una vez realizadas las operaciones sobre Beni-Ulixech y Beni-Said en diciembre de 1920, venía observándose en todo el territorio y el comportamiento de los indígenas, siendo de advertir que en la zona no ocupada e inmediata a la línea de contacto, se mantenían relaciones amistosas con las fracciones de Fetacha, Ulad-Hedra y Ulad-Dris en M´Talza, algunos jefes de la cabila de Beni-Tuzin, entre los que recuerda a Haddu Buljerif más los poblados de Beni-Buyeri y Beni-Mulel en dicha cabila, y en la cabila de Tensaman con cuatro de las cinco fracciones de ella, que eran Beni-Marganin, Beni-Buidir, Beni-Tabau y Arba el-Fokani. Es de advertir, por lo que respecta a esta cabila de Tensaman, que todos los jefes de las cuatro fracciones mencionadas hicieron acto de presencia y sumisión en Melilla ante el Comandante general, manifestando a la par que si el kaid Al-Lal, jefe de la fracción restante (Trugut), no comparecía, era debido a no poder ausentarse de su territorio en vista de haberse establecido en él la harka de Beni-Urriaguel, pero que estaba de acuerdo con los jefes presentados y laboraría en favor del Gobierno. Esta favorable situación política se reflejaba en la situación militar, la cual desenvolvía todos sus servicios en completa tranquilidad, lo que no obstó para que hubiera de exponerse alguna vez al Mando el criterio de no ser suficientes las fuerzas y elementos de que disponía en el territorio para proseguir la acción militar, y que era preciso dedicar la atención a consolidar y garantizar el dominio de la extensa zona ocupada. Puede decirse que en todo tiempo había núcleos de harka que, constituidos por indígenas de las cabilas inmediatas a la línea de contacto, aparecían situándose a la inmediación de dicha línea; pero desde la ocupación de Beni-Said, carecieron de importancia, y muy singularmente, una vez efectuado por los Tensamanisel acto de presencia y acatamiento en Melilla, no siendo de extrañar que la harka de Beni-Urriaguel, que ya tenía existencia al realizarse las operaciones sobre Tafersit en el mes de agosto de 1920, en las que tomó parte importante, y la cual harka estaba apostada Trugut al ocuparse Sidi-Dris, pero no llegó a hacer acto de presencia, limitando su acción a la parte occidental de los montes de Tensaman, residiendo en Yebel Uissex. Esta harka aumentó en importancia a consecuencia de la propaganda y excitaciones de Mahn Abd-el-Krim, y muy singularmente por la defección del partido español, que hacía años habíase organizado en la zona costera de Alhucemas, sin que no obstante aquel aumento llegase a rebasar el río Amekran hasta después de haberse producido el hecho de Abarrán. PREGUNTADO por los planes de operaciones que estuviesen acordados o proyectos de expansión que abrigase el Mando, su objetivo y preparación política, dijo que abrigaba el Mando el proyecto de ir extendiendo la zona de dominio hasta llegar al logro de situarse en condiciones de ejercer acción sobre el territorio de Alhucemas, formulándose en consecuencia un plan que cursó el Alto Comisario. Acerca de ese plan es de presumir tratasen ambas autoridades en la entrevista que celebraron en la bahía y plaza de Alhucemas y prosiguieron en Melilla; pues como resultado de ella hubo de procederse al estudio de un plan que condujera en sucesivas etapas a la ocupación de la sierra de Quilates y dominio de la margen derecha del curso inferior del río Nekor, siguiendo la línea de penetración determinada por el camino al zoco Telatza y Tizi-Tokeriest. El desarrollo de este plan se iniciaba con una operación en la que intervenían tres columnas, que cree recordar sumarían un efectivo de 7.000 hombres (aparte las harkas amigas), siendo el objetivo ocupar las colinas de Tamarabath, en las que se establecerían posiciones sobre Abarrán y Taurirt Imedleu, más ocupar zoco El Jemis, si las circunstancias fuesen propicias para esto último. Nada se resolvió acerca de este plan, disponiendo el Mando se estudiase adelantar la línea de contacto en la parte de Azib-de-Mizar, a fin de dejar dentro de la zona de ocupación los poblados adictos de Beni-Buyeri y Beni-Melul, respondiendo a la finalidad de satisfacer las aspiraciones de sus moradores, afirmar las relaciones de amistad de que daban pruebas la región de Beni-Tuzin, inmediata a dichos poblados, y ejercer acción eficaz sobre el zoco Azlaf, punto de residencia de una pequeña harka enemiga. En vías de ir a realizarse esta última operación, ordenó el Mando fuese diferida; y ordenada de nuevo, a los pocos días, su realización, decidió en la tarde del mismo día su aplazamiento, marchando a los pocos días S.E. a desempeñar una comisión de servicio en la Península. PREGUNTADO para que haga sucinta apreciación de la extensión del territorio cupado y proporción con los medios defensivos, confianza que mereciera la sumisión de los naturales y el ambiente de tranquilidad reinante, dijo que, a raiz de haberse realizado, en diciembre del año pasado, las operaciones sobre Beni-Ulixech y Beni-Said, se expuso la opinión de ser necesario dedicar toda la atención a consolidar el terreno ocupado, cuya extensión se consideraba ser muy considerable para la fuerza de que se disponía, y precisaba además asegurarnos la libertad de movimientos mediante la terminación de la carretera de Dríus y apertura de caminos; reunir elementos de fortificación, campamento, transporte y comunicaciones, aparte otras consideraciones de índole política. Expúsose al mismo tiempo la conveniencia de ocupar Sidi-Hossin, ya que ello no implicaba enfrascarnos en una operación militar, pues su consecución se reducía a la simple instalación en dicho punto, demandada por toda la fracción de Izaomen (Beni-Said), adicta nuestra, y que daba todo género de garantías, y con tal ocupación se ponía de manifiesto la realidad del ejercicio de nuestro protectorado en el terreno últimamente ocupado, pues se abría a la libre navegación y pesca la costa de Beni-Said. Apreciábase palpablemente observar una actitud de franca sumisión los indígenas de la zona ocupada; pues a raíz de haberse llevado a efecto la ocupación de Beni-Said, abandonaron los indígenas su costumbre de no salir de sus aduares sin llevar consigo el fusil; se circulaba por todo el territorio con tranquilidad absoluta, sin que se produjera caso alguno de agresión (salvo Izen Lazen), pudiéndose citar el hecho de que, habiendo hecho fuego una noche una de las posiciones de Beni-Said, acudieron inmediatamente los indígenas de las cercanías, dedicándose unos a dar una batida por el campo, mientras que otros se presentaron en la posición, poniéndose a disposición de la misma creyendo era debido a alguna agresión el fuego que habían oido, el cual era producto de una expansión de la fiesta de la Patrona que aquel día celebraba la guarnición. Tal ambiente de tranquilidad fuese consolidando con la acción política, en la que resalta la distribución de comidas gratuitas suministradas en las mías de Policía a gran número de mujeres y niños, remediando con ello el hambre y miseria por la pérdida de las cosechas, que producía gran mortandad; proceder que impresionó vivamente tanto a los indígenas de la zona ocupada como a jefes de la zona no ocupada, que tuvieron ocasión de presenciar estas distribuciones, haciendo espontáneas manifestaciones de asombr y gratitud por la magnanimidad del Gobierno. PREGUNTADO por el sentido práctico de dejar el país armado a retaguardia de nuestro frente ofensivo, dijo que lo consideraba nulo y contraproducente para el desarrollo de nuestra actuación; pues, aparte de no compadecerse bien con el pleno ejercicio de la misión que como nación protectora había de desarrollar en la zona ocupada, tenía que constituir tal concepción motivo de perenne preocupación, dada la versatilidad del indígena y la experiencia de lo que ocurrió al Roghi acto seguido del contratiempo que tuvieron sus fuerzas al penetrar en Beni-Urriaguel, sin que crea circunstancia atenuante la formación de harkas amigas, constituidas por núcleos de las cabilas ocupadas, las cuales llevaban consigo su fusil; pero había que municionarles, y al igual que se les entregaban cartuchos en el momento preciso, podía facilitárseles el fusil Remington, que era la clase de arma con que se presentaban la casi totalidad de los referidos indígenas, que eran en número reducido y escogido. Con relación a esta pregunta, se considera el declarante en el caso de exponer que el entonces Comandante general abrigaba el propósito de desarmar indirectamente a las cabilas, procediendo previamente al nombramiento de caides, y una vez efectuado esto, hacer que el armamento de la cabila fuese depositado en local adecuado, a cargo del caid, pero bajo la vigilancia y custodia de la Policía. PREGUNTADO por la ocupación y pérdida consecutiva de la posición de Abarrán, circunstancias que la prepararon, coyuntura al parecer favorable que indujera a tal decisión y en virtud de qué trabajos políticos se realizara aquella precaria posesión, dijo que, como antes ha manifestado, formulose un plan que comprendía el desarrollo de una acción militar para ocupar las colinas de Tamarabath con el establecimiento de posiciones en Abarrán y Taurit Imedlen, sin que recayese acuerdo acerca de ello, así como estaba planeado el adelantar la línea de contacto por la parte de Beni-Melul, operación que había sido diferida; pero que en los últimos días de mayo resolvió el Comandante general fuese realizada, procediéndose por ello a desarrollar el trabajo correspondiente, y por entonces fue cuando se presentó una tarde el comandante Villar, de la Policía, al declarante para demandarle las instrucciones y elementos de que dispondría para llevar a efecto la ocupación de Abarrán, mediante una operación de policía que había sido resuelta aquella mañana por el Comandante general; resolución que desconocía el declarante, siendo la primera noticia que de ella recibió las manifestaciones del mencionado comandante. Por aquel entonces, la harka de Beni-Urriaguel se hallaba estacionada en Azru Yidal, habiendo en ocasiones adelantado alguna guardia hacia Sidi-Ismael. La posición de Abarrán se encuentra a retaguardia de la casa del indígena Akar-Kach, uno de los principales jefes de aquella zona, quien, en unión de Haddu Boaza y otros jefes, cuyos nombres ignora, fueron los que intervinieron en la gestación y realización de la ocupación de Abarrán, que se llevó a efecto sin disparar un tiro, y sin que se observase novedad alguna en el repliegue de la columna que, mandada por el mencionado comandante, intervino en la operación. PREGUNTADO qué fines ulteriores infiere o conozca que se propusiera el Mando con dicha precipitada operación en Tensamán sobre la izquierda del río Amekrán, soliviantando el ánimo de los naturales y su predispuesta hostilidad, dijo que, encuazada la penetración en el valle del Nekor por la zona costera de Tensaman, yendo al dominio de Tizi-Takariest, siguiendo el camino del zoco de Telatza, era necesaria la posesión de las colinas de Tamarabath, donde se halla enclavado el mencionado Abarrán, colinas situadas en zonas sometidas, aunque no ocupadas, de Tensaman, cuyos habitantes mantenían actitud y comportamiento de amistad, mediando hasta la circunstancia de que en los últimos días de mayo se presentó en la zona central indígena el mokaden de la zauía de Sidi-du-Yacob, haciendo protesta de amistad y deseo de que el Gobierno avanzase; es de suponer considerase el Mando como pertinente realizar la ocupación de Abarrán mediante una acción de policía, lo que no obstó para que se adoptasen medidas en previsión de que fuese necesario desarrollar la acción militar. PREGUNTADO qué facultades hubiese concedido el Alto Comisario para impulsar tales proyectos y su oportunidad o discreción de abordarlos en coincidencia con las operaciones que aquella autoridad dirigía a la sazón contra los Beni-Aros, en Yebala, dijo que desconoce el contenido de la pregunta, por haber sido asunto tratado personalmente en la entrevista celebrada por ambas autoridades a que antes se ha referido, pudiendo manifestar que la víspera de la ocupación de Abarrán se participó al Alto Comisario sería ésta efectuada, así como llevaríase a efecto el sábado, 4, de la misma semana la operación sobre Beni-Melul. PREGUNTADO qué consecuencias determinó en la situación política y militar del territorio de Melilla la caída de Abarrán, cómo se juzgó el fracaso por el Mando y qué repercusión tuvo en la población indígena sometida y aledaña, dijo que la pérdida de Abarrán se juzgó en el acto de conocerse creaba una muy delicada situación, sospechándose fuese producto de una traición, y que provocaría la defección de Tensaman, unión de Beni-Tuzin con Beni-Urriaguel y repercusión en Beni-Ulixech, sin perder de vista que por el momento tenía que considerarse como un enigma cuál fuese la actitud que adoptase Beni-Said en presencia del suceso; pues, no obstante las constantes manifestaciones de adhesión que venían dando sus jefes desde el día en que se sometió la cabila y la oferta espontánea que hicieron en Sidi-Dris al establecerse esta posición, de que ellos irían contra los Beni-Urriaguel cuando se efectuase el avance, yendo la totalidad de la cabila, o cuando menos mil fusiles, no se había tenido ocasión de contrastar por modo indudable hasta qué punto era firme su cooperación; causa que obligaba a distraer fuerzas asignadas a aquella zona de Beni-Said. Previóse a adoptar las medidas militares que aconsejaba tal situación, las cuales cree recordar merecieron la aprobación del Alto Comisario, y como consecuencia de la defensa de Sidi-Dris, así como por el movimiento de fuerzas realizado el día 2, más el establecimiento de las posiciones de "A", "B" y Talilit, llevado a cado el día 3, reaccionó la cabila de Beni-Ulixech recobrando su tranquilidad, y quedaron afectos a nuestra causa los poblados de Tensaman situados en la margen derecha y curso inferior del Amekran a partir de Annual. Vióse asimismo podía contarse con la adhesión de Beni-Said, y, por ende, que podría disponerse de fuerzas de las asignadas a su zona; no obstante lo cual se consideraba necesario el aumento de fuerzas en el territorio, creando al menos, el Grupo de Regulares de Alhucemas, que se había indicado ya anteriormente. Como Beni-Tuzin seguía unido a Beni-Urriaguel y la harka que tenía establecida hacía ya tiempo en Yyermanas (con miras a impedir que los Beni-Urriaguel entrasen en su cabila, mas no en contra nuestra, según manifestaciones de Habdu Buljerif y algún otro jefe, que venían repitiendo deseaban nuestro avance, y el día en que se ocupase Axdir, de Tensaman, se presentarían allí la totalidad de los jefes), la reforzaron, implicando un peligro para nuestra línea de comunicación con Annual en su último recorrido, establecióse la posición de Igueriben, situándose posteriormente en Cheif cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras, procedentes de la columna de Beni-Said. En la región ocupada de M´Talza, así como en la de Tafersit, apreciáronse síntomas de agitación; pero los trabajos realizados por el capitán de la 9° mía de Policía en aquella y el jefe de las tropas de Policía en la segunda, lograron desvanecerlos; no obstante lo cual fueron reforzados los medios de defensa de dicha zona y sus posiciones. PREGUNTADO por los antecedentes que se tuvieran de la concentración de núcleos enemigos importantes ante nuestro frente ofensivo, su preparación, continente inesperado y resuelta actitud de agresión, dijo que el fracaso que tuvo la harka en Sidi-Dris y la acumulación de fuerzas nuestras en Annual produjeron desaliento en los harkeños; pero la propaganda de Abd-el-Krim, ascendiente por él logrado con motivo de Abarrán e impresión que pudo llevar a la cábilas del interior del Rif con la exhibición del botín cogido en esta última posición, logró mantener la harka y reforzarla con nuevos contingentes del interior, aunque no por ello adoptasen en los primeros días actitud francamente agresiva, pues ni rebasaba el río Amekrán ni mostró decisión de entablar lucha el día en que fue ocupado Igueriben, a pesar de hallarse reforzada la harka y haberse reunido en Yyarmanas crecida cantidad de gente, siendo de advertir que este día celebrábase zoco en este punto. Hacia el 14 ó 15 de junio hostilizó el servicio de descubierta de Dar Buimeyan y a la posición de Igueriben sin gran intensidad; pero el 16 de dicho mes realizó una enérgica agresión contra el servicio de descubierta de la Policía de Dar Buimeyan, que fue contenido con la intervención de las fuerzas de Regulares presentes en Annual y fuego de cañón de las posiciones de Dar Buimeyan, Annual e Igueriben. En este combate quedó muy quebrantado el enemigo, sufriendo considerable número de bajas, a juzgar por las coincidentes confidencias que de diferentes procedencias y sin posible cohesión entre sí se recibieron, así como por el hecho de retirarse inmediatamente de la harka el prestigioso jefe rifeño Sidi-Hamido y los contingentes del interior del Rif, quedando reducida la harka a unos 800 ó 1.000 hombres distribuidos en tres grupos, sin que a partir del día 18 hasta el que el declarante marchó a la Península, recuerde se registrase hostilidad alguna por parte de la harka ni que aumentase su contingente. PREGUNTADO por las medidas que en vista de tales hechos se adoptaron por el Mando para precaver sus presuntas consecuencias y cuáles otras, a su juicio, hubiese podido aconsejar la realidad de la situación, dijo que se demoró la operación sobre Beni-Melul, desplazándose fuerzas hacia Annual, donde se concentraron tres mías de Policía, el grupo de Regulares (del cual se destacaron dos compañías a la posición de Talilit el día en que fue esta establecida), seis compañías de fusiles y dos de ametralladoras de Ceriñola, cinco de fusiles y otra de ametralladoras de África, tres baterías de montaña y dos ligeras del mixto de Artillería, dos compañías de Ingenieros, secciones del Parque Móvil, ambulancias de montaña de Sanidad, compañía de Intendencia (pudiendo cometer tal vez algún error en la cifra, pero no cree será de cuantía notable), hallándose además presente la harka amiga de Beni-Said, que se envió a su territorio hacia el día 5; en Dar Buimeyan se concentraron fuerzas de Policía aparte de su guarnición. Se reforzó la columna de Telata y posiciones de la línea de contacto; estacionóse el cañonero en Sidi-Dris, estableciéndose las posiciones que antes ha expuesto e incorporándose a sus columnas las unidades que se hallaban en la plaza, donde quedó una compañía de cada uno de los regimientos de Infantería, aparte del personal con destino en la plaza. Con éste se organizó una columna de reserva, cuyo efectivo sería de unos 2.000 hombres y de la cual asumiría el mando el coronel del regimiento de Caballería de Alcántara. PREGUNTADO por las razones que movieron a ocupar la posición de Igueriben, su objeto, situación militar y medio de defensa y de conexión con nuestra línea, dijo que por la necesidad de hacer frente a una incursión que la harka de Yyarmanas pretendiera llevar a cabo sobre el camino de Izumar-Annual. Era posición que reunía buenas condiciones defensivas, con ámplio campo de acción sobre la zona enemiga, pudiendo conjugar su acción con la desarrollada por Annual y Dar Buimeyan, cual se puso de manifiesto el día 16. La posición quedó bien fortificada y su guarnición se constituyó con dos compañías de fusiles, una de ametralladoras (posteriormente se relevó por una sección de cuatro máquinas de la compañía de ametralladoras de posición), una batería Schneider de 7,5, nueve o dies policías y estación óptica. El acceso a la posición podía efectuarse por el camino de Annual, marcha por el poblado de este nombre, o siguiendo el camino a Izumar para seguir después inmediato al barranco que de Izumar va a Annual, encontrándose esta zona protegida por la acción que sobre ella podían desarrollar las posiciones Annual e Igueriben, más el servicio diurno que se establecía entre Annual e Izumar. A vanguardia y próximo a la posición se hallaba el poblado de Beni-Aza, que era adicto. PREGUNTADO por la concepción de nuestro frente defensivo, posiciones que lo constituyan, centros de apoyo y enlace, líneas de comunicaciones, columnas de protección y reserva, bases de abastecimiento, Annual como punto avanzado de concentración, sus condiciones militares y capacidad de resistencia, dijo que quedaba determinada por las posiciones de Sidi-Dris, Talilit, Dar Buimeyan, Annual, Igueriben, Izumar, posición A, Yebel Uddia, posición B, Tzaudait, Buhafora, Hamuda, Azrú, Izen Lazen, Azib de Midar, Cara-Midar, Tamasusin, Haf, Arreyen Lao, Telata, Tazarut, Uzai, que venían a constituir tres sectores Annual-Drius-Telata, donde radicaban las cabeceras de su respectiva demarcación, siendo los centros de apoyo y resistencia de las columnas; además fue estacionada en Cheif que antes ha dicho para su rápido desplazamiento, bien a la línea Tafersit Midar, ya a Yebel Uddia-Annual. La posición de Sidi-Dris era atendida con el cañonero. Como vías de comunicación existían: carretera hasta Dríus, desde cuyo punto podían transitar camiones a Ben-Tieb, Buhafora y Azib de Midar, así como a Telata, yendo por Aman Tamasusin y cañada del Tizi Lao; todos ellos quedaban intransitables para dicha clase de vehículos caso de temporal de lluvias. Entre Tieb y Annual se estaba habilitando un camino para el tránsito de autocamiones, pero no se había terminado hasta los primeros días de julio. Entre Annual e Igueriben ni entre Annual y Sidi-Dris podían transitar carruajes, salvo grandes esfuerzos. La comunicación con Telata podía efectuarse desde Monte Arruí, siguiendo una pista antigua que enlazaba con la carretera de Ergada, o bien partiendo de Batel, desde donde se puede seguir; el camino que por el pie de Tizi Midar va por Teniat el Hamara a desembocar al de Guerruau a la altura de Mezaita, y el cual camino, una vez pasado Tizi Uindor, tiene un ramal a Sidi Yagub, desde donde se puede marchar, por la cañada de Kelatcha, a Haf, o bien marchar por el que por el pie de Ych Azugaj enlaza con la carretera de Ergada. Kandussi estaba unido a Batel por camino con firme y por pista que por el pie de Tisingart y Kuntis iba a enlazar con la carretera a Kadur y puente del Kert. De Kandussi a Dríus había pista por Sidi-Aisa-Buxada-Dar Azugaj iba a unirse a la carretera Batel-Dríus. Dar-Quebdani enlazaba por pista habilitada para autocamiones, con la que comunicaba Kandussi con Chemorra. Se estaba acondicionando un camino con firme para ir desde la plaza a Hardu (Gurugú), donde el Comandante general tenía planeado establecer una fuerte posición, en la que serían emplazadas piezas de posición de las existentes en la plaza. Radicaban las columnas en Annual, Dríus, Telata y Kandussi-Quebdani; de esta última destacó un núcleo de cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras a Cheif, quedando con la columna de Beni-Said cinco compañías de fusiles. Otra de ametralladoras y una batería de montaña, de las cuales residían dos compañías de fusiles en Quebdani y el resto en Kandussi. Con el personal destinado en la plaza se organizó una columna, cuyo efectivo debía ser de unos 2.000 hombres, y cuyo mando fue encomendado al coronel del regimiento de Alcántara. Para
los servicios de aprovisionamiento se disponía de depósitos en
Tisfulín, Dríus, Afrau, Nador, Zeluán, Monte Arruí, Zaio, Hassi
Berkan, siendo de acumulación los tres
primeros. La posición de Annual fue reforzada a partir del hecho de
Abarrán, ejecutándose obras de defensa para que a su amparo
acampasen las fuerzas concentradas en aquella zona y para cuyas obras
dictó instrucciones personalmente el comandante general al teniente
coronel de África, D. Ricardo Fernández Tamarit, reuniendo
condiciones para cumplir el cometido a que respondía su
establecimiento.
PREGUNTADO acerca de los ataques reiterados al
frente de Buimeyan, descuido en dejar fortificar en manos del enemigo
la Loma de los Árboles; si por consecuencia de tales ataques conoce
que se retrajeran o redujeran en alguna medida los servicios de
descubierta y seguridad a cargo de la Policía, en evitación de
agresiones , dijo que posteriormente al hecho de Abarrán y
durante la permanencia del declarante en el territorio, no recuerda
más agresión de importancia que la antes dicha del día 16 como
consecuencia de la cual dejó de practicarse el servicio de
descubierta en la profundidad que hasta entonces se venía
practicando, y las posiciones de Dar Buimeyan y Annual batieron
algunos días con fuego de cañón al grupo enemigo que se apostaba
en la Loma de los Árboles. PREGUNTADO por la
línea indicada de retirada, su preparación adecuada para el caso,
disposiciones que hubiesen sido adoptadas para reforzar el frente,
proteger la línea de retirada y constituir líneas de defensa
accidental sobre las cuales efectuar el repliegue, caso de haber sido
éste previsto, y, en último extremo, para cubrir la plaza, dijo que
la capacidad de resistencia de la línea de contacto, refuerzo que
era posible proporcionarla en la relación con las fuerzas
disponibles y situación política del territorio y la actitud de la
zona no ocupada, no podía provocar temor de llegar al caso de tener
que evacuar aquellas; mas después de ocupado Annual fueron
establecidas las posiciones de Izumar, Yebel Uddia y Morabo, Sidi-Mohamet,
las que, así como la de Mehayast, protegían el camino de Annual a
Ben-Tieb; protección que aún fue reforzada con el establecimiento
de las posiciones A y B. De llegar el caso de evacuar el frente
avanzado de este sector, Annual podía efectuar el repliegue
acogiéndose a la línea Yebel Uddia-Izumar y montes al norte de esta
última, sobre la margen izquierda del río Salah. Aparte de
mantenerse en Beni-Said posiciones que constreñían la cabila,
existían sobre las líneas de comunicaciones que antes ha dicho
posiciones que vigilaban, las cuales posiciones fueronse reduciendo
al mínimun posible en relación con el estado de tranquilidad y
confianza que iba mereciendo el territorio. PREGUNTADO por las operaciones secundarias
proyectadas sobre Beni-Melul, que defrauran los sucesos, dijo que
la operación que iba a desarrollarse sobre Beni-Melul implicaba el
establecimiento de tres posiciones: una, en Tizi-Tamsich, que
realizaría la columna procedente de Telata; otra, en Kudia Afelut, y
la tercera, en Taulit Tamelan, por otras dos columnas que se
encontraban en las inmediaciones de Azib de Midar, previéndose la
contingencia de haber de establecerse alguna avanzadilla. PREGUNTADO
qué conjunto de circunstancias ha influido, a su juicio, tan
desfavorablemente y de manera general en la moral y vigor de las
tropas para determinar la caída de las posiciones y fuerzas móviles
de todo el territorio, con escasa y débil defensa, la falta de
espíritu en las retiradas, el predominio cobrado por el enemigo y el
escaso ascendiente de la oficialidad sobre las tropas, para hacerlas
reaccionar en momento de prueba, en que iba su propia salvación, dijo que
no puede formular juicio con base concreta de la pregunta por
desconocer la forma en que se desarrollaron los sucesos; mas la
presencia del Comandante general en Annual le hace suponer dictaría
personalmente órdenes acerca del particular, y con la desaparición
de dicha autoridad, de prestigio notorio, se deprimiría el espíritu
de las fuerzas, produciendo el consiguiente desorden. PREGUNTADO
por el grado de preparación, según su parecer, de las tropas del
territorio para las funciones aparejadas con el servicio del mismo,
discreción, método o cálculo con que fuesen empleadas, dijo que
cuantas operaciones durante su estancia en el territorio procurose
desarrollarlas en forma de restringir cuan posible fuese las bajas a
sufrir por las unidades europeas, sin perjuicio de alcanzar los
objetivos propuestos, y en cuantas ocasiones intervinieron nuestras
tropas en el combate, como en cuantos ataques y agresiones hubieron
de rechazar, se comportaron cual incumbía a su deber, sin desmayo
alguno y con elevado espíritu. PREGUNTADO
exponga cuanto le sugiera su conocimiento del territorio y la
intervención que por razón de su cargo ha tenido en las operaciones
dirigidas a la rápida expansión del territorio, dijo que el
término razonable de la expansión territorial, en relación con los
elementos de que disponía el Mando, tenía por límite, por
entonces, la ocupación y aseguramiento de Beni-Said, cuya posesión,
como la de toda la zona sometida, era obligado afirmar y consolidar.
Ocupado Annual se entraba en lo desconocido de una nueva fase, adonde
no alcanzaba la previsión de los acontecimientos, y puesta la mira
en Alhucemas, como objetivo, y alargada considerablemente la línea
de operaciones por terreno impracticable, privado de caminos, fuera
preciso buscar el apoyo de bases secundarias de la costa y arbitrar
los medios adecuados para la magnitud de la empresa, aun cuando otra
cosa se creyera. Falta de tales medios, que toda previsión imponía,
la situación creada, aventurándose en tales fragosidades y sin una
preparación política, intensa y adecuada, era francamente
insostenible, a su juicio.
PREGUNTADO qué intervención tuviese el
extranjero Angelo Girelli, de que se habla en algunas comunicaciones, dijo que
el Comandante general se lo presentó como persona conocedora de la
idiosincrasia del moro, entre los cuales había vivido largo tiempo,
y que iba a utilizar los servicios de información que con su
conocimiento de los indígenas y adhesión a la persona del
Comandante general tenía el Sr. Girelli, podía proporcionar. Los
servicios de este individuo se limitaron a traer unas fotografías
del monte Abarrán y Tisi Takariest, tomadas desde la casa de uno de
los indígenas amigo suyo.
PREGUNTADO si tiene algo más que añadir, dijo que
no. El señor general instructor dió por terminada esta declaración, que leí yo al testigo, por haber renunciado a su derecho de hacerlo
personalmente, de que fue advertido, y en cuyo contenido se ratifica
en fe del juramento prestado, firmándola con el señor general y
conmigo el secretario, de lo que certifico. Fidel
Dávila. (Rubricado.) Y para que conste, expido el presente, visado por el excelentísimo señor consejero instructor, en Madrid, a 10 de octubre de 1922.-
Angel Ruiz de la Fuente. |