Jugarse por... Lic. Carlos Alejandro Fossati |
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¿Qué
es un hábito? Es una acción, en la que su 'causa' o 'razón de ser' se
ha quedado en el origen y hoy no la recordamos, se olvidó o se la
desconoce.Es algo que hacemos y no recordamos el porqué lo hacemos así.
Hay muchos cuentos y chistes al respecto, justamente porque los hábitos
muchas veces conducen a situaciones absurdas, con el tiempo y el cambio de
las circunstancias que le dieron origen.. Esto
está muy relacionado con otro tema muy importante, el de llegar a
considerar como 'natural' algo que, en realidad, es 'habitual'. Está en
la raíz de las confusiones este trasladar a la naturaleza, algo que fue
el producto de una 'construcción' humana. Aristóteles
decía que sabio era aquel capaz de 'ver' aquello que tenía delante de su
naríz. Lo obvio, pero que justamente por eso, por su obviedad, pasa
desapercibido. Así,
también, es que terminamos quedando 'presos' de las apariencias. Lo que
se parece a.... pero no es. (El "como si...", que mencionó
Horacio) Los dirigentes (políticos, sindicales, organizacionales, etc.)
que hacen 'como si' les importara la gente, el pueblo, pero que en
realidad les importa tres joracas todo, menos sus propios intereses
mezquinos. A veces mienten tanto y tan continuamente, que ya hasta 'se
creen' sus propias mentiras. Las dicen 'naturalmente', 'aparentan'
sinceridad, cuando es solo una internalización tan fuerte que 'parecen'
espontáneos, cuando están habituados a mentir. Entonces,
habitualidad, naturalidad y apariencia, se dan la mano para contribuir a
la confusión de todos. Todos menos los interesados en que reine esta
confusión. Porque si las cosas fuesen 'claras, precisas y transparentes'
no cabría lugar a ninguna confusión. Cada uno tendría 'su' lugar, 'su'
responsabilidad y deberá asumir las consecuencias de 'sus' dichos y
acciones. Le
podemos sumar el tema de la 'igualdad'. Ahora, con esto de la globalización,
hay una revaloración de 'la diferencia'. Por eso se habla de
"iguales entre..." y no "iguales a...". ¿porqué?
porque la igualdad entre... personas permite la semejanza Y la diferencia,
y esto permite la identidad sin afectar la igualdad. Somos
iguales entre personas, más allá de cualquier diferencia que podamos
tener entre nosotros. 'Siempre
se hizo así', en el fondo es una clara mentira. Nunca se hacen las cosas
igual que antes, porque nunca somos los mismos, ni son iguales las
situaciones, ni son (ni serán) iguales los resultados. ("Nadie se baña
dos veces en el mismo río", ¿recuerdan la frase?). Pero es muy cómodo
(para que negarlo), porque no nos obliga a pensar alternativas. Solo
debemos repetir lo hecho antes. ¡cómo si uno pudiese 'calcar' las
acciones! ¿O no es eso lo que lleva a muchos a exigir 'manuales' sobre cómo
hacer las cosas? Terminamos
impulsando ¡acciones ya!. ¡Basta de dar vueltas! ¡No perdamos el
tiempo!. Cuando reflexionar, pensar, meditar, las acciones y ELEGIR la más
conveniente y adecuada a esa situación concreta y particular nos ahorrará
muchísimo más tiempo, pues habrá que realizar menos correcciones, menos
idas y vueltas, menores costos, mayor eficacia, etc. Y en las relaciones
humanas, evita manoseos, faltas de respeto, insultos, daños que, a veces,
resultan irreparables. Además de permitir contemplar los intereses de
todos a través de la participación de todos. Solo la reflexión nos
permite comprender el porqué de las cosas y obrar consecuentemente. El espíritu reflexivo y crítico (nunca criticón) es el que permite pensar alternativas. Es el que permite desarmar la confusión entre lo 'habitual' y lo 'natural', el que permite develar la apariencia de ser 'otra' cosa. Y hacer exactamente lo que se quiere hacer y para lo que se quiere. También, permite determinar la 'integridad' de una persona, entre sus dichos y sus acciones. Su coherencia. Incluso en la admisión de errores o equivocaciones existe coherencia o incoherencia. Y
solo la crítica nos permite corregir errores, porque es la que posibilita
pensar alternativas en cada encrucijada. La única certeza es la muerte.
El resto es incertidumbre. Por eso es muy distinto 'remar la propia canoa'
que dejarse llevar por la corriente. Ante cada encrucijada de la vida, hay una elección posible entre varias alternativas y su acierto depende de la reflexión crítica que se realice.
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