Apuntad Alto! |
No voy en tren... voy en avión Búho Terco |
Hay un viejo dicho que dice “quien tiene un amigo… tiene un tesoro”. La amistad, como vínculo esencialmente humano nos provee de muchas gratificaciones, porque todos sabemos que podemos contar con un amigo en las buenas y en las malas, que su mirada de ternura sabrá disimular los defectos que tenemos y resaltar nuestras grandezas. De la misma manera que la amistad es cuna de los mejores sentimientos, la enemistad contrariamente deposita su mirada en el defecto, en aquello que no funciona, mirada de muerte que tiñe todo lo que el otro puede tener de valioso. Nada mejor que el famoso chiste alemán que hace referencia a que un antisemita dice que los judíos siempre están conspirando y buscando su interés por sobre el de los demás queriendo manejar la sociedad y empobrecer al resto; el amigo le contesta que al lado de su casa vivía una persona de origen judío que era muy buen vecino, colaborador, amigo… el antisemita le contesta: viste que peligrosos y engañadores son, que bien lo disimulan… Y así ocurre muchas veces, cualquier acto de grandeza de un amigo es resaltado, cualquier gesto de grandeza de un enemigo seguramente tendrá dobles intenciones… y así estamos. Seguramente todos sabemos sobre estas cuestiones de la enemistad, pero pocas veces reflexionamos sobre las cuestiones de la amistad, que han dado origen entre otras cosas a la idea de corrupción, problema tan en boga en nuestra sociedad actual y por qué no, en nuestra Asociación. Es casi una condición necesaria que si otros son los actúan mal, uno piense que con relaciones amistosas que personalmente se tiene no ocurre… para ellos siempre existirán atenuantes o justificaciones… Es mucho más fácil ver los “favores”, “lealtades”, “incoherencias”, “mal manejo del dinero” en los demás que en nuestro propio grupo. Esto pasa a ser más delicado si el grupo en el que esto ocurre es considerado el “guardián de la Ley” de una Asociación como la nuestra.
Leyendo algunas resoluciones de la Corte que son de público conocimiento, uno puede encontrar algunos argumentos por demás interesantes. En la resolución del 7 de mayo del 2005 del Concejero candidato a Presidente, se hace referencia a que la Conducta de la persona nombrada se encuentra dentro del marco legal ya que El Concejo Directivo en 1996 resolvió que “la movilidad y viáticos para concurrir a las reuniones de ese organismo, de los Concejeros Titulares provenientes del interior del país serán solventados por la Asociación”… en una especie de “chas chas” en la cola se minimiza la cuestión de no presentar los comprobantes respectivos sobre las cenas (que no conocemos los montos totales). Hasta aquí la cuestión es comprensible, cualquiera puede cometer errores involuntarios o perder algún comprobante, y uno supondría que si el mismo criterio de justicia se aplicara para todos al menos sería parejo ya que en algún punto tiene que ver con los valores que decimos sostener... El problema comienza cuando la CNH se ubica en la posición pedagógica de “dar cátedra” en valores, posición que ella misma no puede sostener. Es en éste punto que los invito a leer el resto de la resolución ya que allí se dice entre otras cosas, del carácter del voluntario en la asociación en especial de aquellos que se encuentran en actividad dentro de los Organismos Nacionales haciendo referencia a determinados gastos que puede cubrir la Asociación - lo cual es lógico para poder lograr la representatividad nacional que todos deseamos – Se nombran en concepto de “viáticos” el traslado de aquellos miembros que provienen del interior del país y la CNH “considera que no es reprochable que la Asociación afronte los gastos en que incurren los integrantes de alguno de los organismos asociativos, en tanto y en cuanto, habiten fuera de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, siempre que esos gastos sean acordes a la situación financiera de la Asociación (de público conocimiento) y no superen un valor que pueda ser considerado como de término medio a bajo.” En este punto por mi parte no puedo dejar de estar de acuerdo, es algo que siempre sostuve… quizás dentro del “sentido común scout” algunos no precisamos que la CNH nos diga cuál es la ética en el manejo de los gastos. Conozco casos de personas que ocupaban cargos nacionales y viajaban en avión, pero pasaban en el concepto de “traslado” lo que correspondería al gasto de viaje en colectivo (valor “Término medio”). Otros Concejeros directamente pagan el día de Hotel del propio bolsillo (no porque les sobre el dinero) aún sabiendo que “no es reprochable” que el mismo fuera pagado por la Asociación, otros duermen en una situación muy incómoda (no ahondo en detalles porque sino se me van a enojar los compañeros) para no ocasionar gastos asociativos. Ahora… La CNH ¿No considera “reprochable” el hecho de que uno de sus miembros viaje en avión a un costo sensiblemente mayor que el mejor de los colectivos, siendo de público conocimiento la situación financiera?.”- sumándole que para lo que debiera ser el gasto de un noche utiliza dos días de hotel- La CNH ¿Sabe que lo que un miembro de dicho organismo gasta en concepto de traslados es una suma bastante mayor al término medio cuando no tenemos dinero para financiar proyectos asociativos? ¿Cuántas afiliaciones son equivalentes al gasto excedido que dicho miembro realiza? ¿El estar en el lugar institucional que se encuentra genera “per se” una situación de excepcionalidad –lo que vale para otros para mí no lo vale- ?... si no es así ¿Por qué no paga la diferencia de su bolsillo?
Muchos no vamos en tren (lo más barato) a la asociación porque tarda muchísimo tiempo interfiriendo con los horarios laborales… pero tampoco vamos en avión por el elevado costo, que sería lo más cómodo dado que en una hora llegaríamos a la Asociación y en el término de otra hora junto con nuestras familias que es la que nos hace el “aguante” en el compromiso que libremente asumimos… en la forma que viajamos nos lleva 8 horas de viaje y tres noches fuera de nuestro hogar, y lo hacemos contentos por tener la oportunidad de haber sido elegidos en pos de trabajar por la Asociación. Parece que en otros organismos asociativos no hace honor al dicho popular de: “Lo que se dice con el pico, hay que sostenerlo con el cuero”. Y si no me han contado mal no es que nunca se les haya observado el gasto, aunque en realidad ¿sería necesario hacerlo?… Seguramente, como dirían algunos… “que sea legal no quiere decir que sea legítimo”… hay que se mucho más cuidadoso con el dinero ajeno que con el propio.
|
Volver |