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Obstáculos para una participación real Búho Terco |
Posterior
a la ANO 2004, se realizó la primer reunión del Concejo Directivo de
Scouts de Argentina, con un Organo prácticamente renovado pero con una
representatividad al menos dudosa, dado que entre otras cosas tenemos: ·
La revocatoria de mandatos de algunos Concejeros por
parte de la Asamblea Nacional que culminó con la Asunción de los
Suplentes que habían obtenido minoría de votos en elecciones anteriores.
Incluso alguno de ellos se habían presentado en la elección de este año
no pudiendo ingresar dado el poco caudal de votos. ·
La Atípica elección realizada durante este año en
donde sólo un Concejero elegido superó la Barrera del 50% de los votos y
el Cuarto Concejero debería ser el IM “Nadie” porque obtuvo ese lugar
el voto en blanco. Si
a esto le sumamos la falta de credibilidad generalizada, la situación no
es que digamos óptima para poder trabajar de la mejor manera posible ya
que la contínua mirada de sospecha puesta en el Organismo más la bajísima
cuota asociativa son dos cuestiones que no tardarán en hacer mella en
cualquier intento de encauzamiento de la situación de SdeA. Por si esto
fuera poco como asociación nos esperan algunos momentos particularmente
difíciles ya que dos proyectos distintos de Institución se ponen en
juego: El primero, ha gobernado los destinos asociativos desde la fundación
de la Asociación hasta el momento actual, y se ha caracterizado por una
Asociación vertical con una estructura que se ocupa continuamente de
“bajar línea” creando mecanismos de pseudoparticipación en donde
todos opinen pero las cosas se decidan en otro escenario. El segundo que
vuelve a cobrar fuerza a partir de la abrumadora decisión de la Asamblea
de que el Concejo Directivo cumpla el mandato de realizar INDABAS
vinculantes y si es necesario revise los convenios con la OSI. Este último
Proyecto plantea una Asociación más horizontal, con participación real
en las decisiones, que pueda decidir sobre sus destinos orgánicamente. Las
primera voces se empiezan a sentir. Más allá de toda la fundamentación
previa de la moción de INDABAS ya se dice en los pasillos que los asambleístas
no sabían lo que votaban porque nunca estuvieron en una INDABA y que en
realidad sólo fue una expresión de disconformidad para con la Asociación;
de esta manera se comienza a minimizar la opinión de la gente en uno de
los temas que parecía no dar para mucho (dado que el eje de la Asamblea
pasaba por otro lado) y que por eso quizás no fue “operado” por
distintos los sectores. Después del resultado inesperado se dan las
primeras alineaciones de aquellos que pretenden que se responda a los
dictados trasandinos versus un Proyecto de Asociación más horizontal que
haga carne eso de que el Programa es Argentino, Regionalizado, etc. Apoyándose
en aquellos que se encuentran día a día con los niños y jóvenes
entendiéndolos como actores centrales que deben realizar el debate para
encontrar las respuestas y efectuar los ajustes necesarios al Programa. Podemos
entender a los distintos Proyectos planteando una oposición mínima: Los
que quieren llevar adelante una Asociación PENSANDO POR LOS SOCIOS, y los
que quieren llevar adelante una Asociación QUE PIENSE CON LOS SOCIOS. El
primer Proyecto creo que fracasó, claras muestras de ello son entre otras
cosas que prácticamente no podemos llevar adelante el fin social ya que
una parte importantísima de los dirigentes de jóvenes NO puede hacer
viable en la práctica el
presente Programa. Esta
antinomia seguramente se dará a su vez en el tema de la reforma
Estatutaria, dado que no es lo mismo el pensar una estructura
fundamentalmente como un mecanismo de control que pensarla como un
mecanismo de participación. Y digo fundamentalmente porque está implícito
que el hecho de que exista una estructura envuelve tanto funciones de
control como de participación. Entre otras cosas los temas centrales
rondarán en diseñar una organización centralizada o descentralizada que
mantenga la cohesión institucional cambiando el tipo de representatividad
que en este momento tenemos, hacia uno en el que las autoridades sean
elegidas por conocerlas y no por las referencias que la gente que los
conoce nos puedan dar de ellos; esto implicaría un mejor control de la
gestión ya que los representantes elegidos para el CD podrían ser
originarios de distintas zonas geográficas teniendo que dar cuenta a ese
zona geográfica de su gestión lo que garantizaría un mejor control por
parte de los socios, y de hecho una posibilidad de debate mucho mayor que
la que tenemos en la actualidad dada la proximidad de los elegidos
respecto de los votantes. Muchas serán las opciones y discusiones, pero
una de las cosas que cae de maduro es que debemos cambiar es el sistema de
representatividad logrando transparencia y una visibilidad concreta de las
personas elegidas para los cargos de gestión. Las
relaciones con la OSI será otro de los temas centrales; es sabido que
muchas de las Asociaciones del continente prácticamente están por fuera
dado que no han abonado la “cuota societaria”. La disyuntiva será el
pensar qué posición tomará SdeA, si se asociará en los reclamos con
dichas organizaciones o seguirá siendo el “buen alumno” que si bien
no paga a término cumple a full con todos los requisitos que le impone el
Director en las distintas áreas estratégicas como el Programa, sin
evaluar el impacto que ha tenido hasta el momento la aplicación de las
distintas políticas regionales. Como
vemos un año muy particular, en el que hay que estar muy atentos para que
el sueño de una Asociación participativa no se diluya ante la presión
que venga desde afuera o ante los requerimientos y maniobras que puedan
venir desde adentro ya que no debemos olvidarnos de que a la asociación o
la planificamos y construimos entre todos, o la construyen por nosotros
con los planos que les parece mejor.
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