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Hacia una reforma estatutaria

Búho Terco

         

            Los socios de Scouts de Argentina nos encontramos ante un año muy importante en lo que respecta a los cambios de la forma que nos dimos para organizarnos como Asociación, plasmada en los Estatutos fundantes de Scouts de Argentina Asociación civil, producto de la unidad de las asociaciones preexistentes ASA y USCA. Este último dato no es menor ya que el proceso de Unidad entre otras cosas, plasmó una determinada forma de organización en función de asegurar antes que nada la Unidad, verticalizando y concentrando el uso del poder en la estructura asociativa (Ver en artículos anteriores: “La situación actual de Scouts de Argentina)... y esto no fue sin consecuencias... 

            La estructura general de la Asociación creo, no nos sirve ni le sirve a nuestro país. Tenemos una estructura rígida, poco flexible, que no se adapta a las necesidades regionales ni a la conformación actual del mapa cultural y productivo imposibilitando entre otras cosas la posibilidad de realización de estrategias específicas para las regiones obstaculizando la posibilidad de gestionar el desarrollo de las mismas junto con el gobierno nacional u otras Organizaciones que facilitan créditos o brindan el apoyo necesario para Proyectos de Desarrollo. Pensemos que desde este punto de vista los Organismos gubernamentales piensan al país en función de necesidades regionales y corredores productivos, de ésta manera se plantean siete (7) zonas de desarrollo que son las siguientes: NOA (Noroeste argentino), NEA (Noreste argentino), Cuyo, Centro,  Patagonia Sur (Desde Ushuaia hasta la línea del Río Negro), Patagonia Norte (Toma provincias como Neuquen y La Pampa), Buenos Aires (Incluye la Capital Federal). Si tomáramos como base estas regiones podríamos hablar de un mapa del país con al menos 7 grandes Regiones que podrían convertirse en 8 dado que la realidad para la gestión en lo que sería Buenos Aires está dividida actualmente por “La general Paz” ya que las posibilidades de Gestionar con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires son distintas a las de las otras regiones. 

            Si desde nuestros Estatutos incorporáramos ésta estructura a nivel Nacional probablemente responderíamos mejor a la realidad y a las posibilidades de estrategias conjuntas. El Estado Nacional a través de sus Ministerios es quien en éste momento facilita subvenciones para el desarrollo de distintos proyectos, siendo muy dificultoso obtenerlos en las provincias con la excepción de la Ciudad autónoma de Buenos Aires. Si pensáramos un Concejo Directivo conformado por al menos un miembro de cada una de éstas Regiones, ganaríamos al momento del pensar políticas nacionales basadas en la realidad, y en la gestión de las mismas a la vez que  podríamos decir que nuestra Asociación asumiría una forma más Federal. Un ejemplo de distribución de Consejeros respetando a su vez la distribución de los habitantes de nuestro país sería la siguiente: 

NOA: 1 Consejero

NEA: 1 Consejero

Centro: 2 Consejeros

Cuyo: 1 Consejero

Patagonia sur: 1 Consejero

Patagonia Norte: 1 Consejero

Buenos Aires: 3 Consejeros

Ciudad de Buenos Aires: 2 Consejeros 

            Un Tema distinto sería la elección del Presidente de la Asociación ya que debiera seguir representándonos a todos; de ésta manera tendríamos tres alternativas: 

1)      El Presidente es elegido por la Asamblea Nacional y pasaríamos a un CD de 13 miembros

2)      El Presidente es elegido por la Asamblea Nacional entre los Consejeros elegidos por cada Región manteniendo el número de un CD de 12 miembros

3)      El Presidente es elegido indirectamente por el CD que se conformaría por los Consejeros elegidos por las distintas regiones. 

Con esta forma de organización perdería sentido la elección anual del Concejo Directivo por tercios (todos los años tenemos elecciones), posibilitando la conformación de un Equipo de Trabajo que al menos por tres años pueda generar una conducción política estable en la que no se pierdan 3 o 4 reuniones (sobre once) hasta que los nuevos miembros se ponen a tono… para facilitar el pasaje de un CD a otro nuevo CD se podría intercalar la elección del Presidente (en un esquema de tres años, en el primero se elige a los representantes de las Regiones, en el segundo al Presidente). 

            Posiblemente el Diseño de la Asamblea Nacional debiera ser otro; si nuestra asociación se caracteriza por la conformación de grupos de trabajo, probablemente los socios puedan realizar un mejor seguimiento de la gestión del Concejo como así marcarle mucho más claramente los lineamientos partiendo de la posibilidad de conformar dichos grupos de trabajo y a partir de allí elevar propuestas para que la Asamblea Nacional decida. Más allá de reevaluar el tema de la cantidad de miembros de la AN, una de las posibilidades concretas para usar la metodología descripta sería la realización de una jornada previa en la que se puedan conformar comisiones de trabajo para el análisis y propuesta en cada uno de los ejes del Temario; y una jornada (La de la Asamblea en sí) en donde se trabaje directamente sobre todo lo previo elaborado por las distintas comisiones. Las resoluciones serían mucho más claras ya que los mandatos ganarían en calidad porque un grupo de trabajo puede no solo establecer mandatos claros sino a su vez elevar un documento para ser considerado por la Asamblea Nacional… 

            Si el Concejo Directivo dura tres años, también hay que pensar en mejores organismos de control por parte de la Asamblea Nacional; todos recordarán que en última ANO la gran sorpresa fue que prácticamente no se habían cumplido los mandatos de la Asamblea anterior, por lo que sería interesante pensar que además de una Comisión Revisora de Cuentas quizás sea necesario agregar otro tipo de comisiones como la de Seguimiento de las decisiones de la Asamblea Nacional… 

            Un tema aparte es el Comité Ejecutivo en las Organizaciones No Gubernamentales. La experiencia de distintas organizaciones (la nuestra no es la excepción) nos dice que gran parte del PODER REAL circula por el mismo, con la desventaja de que los socios suelen tener muy poca injerencia en la elección de “sus” ejecutivos ya que generalmente los Directivos designan al DE y éste a su equipo. Si la Asamblea Nacional sólo elige al Presidente  ya que cada Región aporta los Consejeros, tranquilamente se podría pensar en la elección del Comité Ejecutivo a partir de la presentación de distintas “listas” en la que se especifiquen una propuesta general de gestión del ámbito de su incumbencia acorde a las políticas y decisiones de la AN y el CD, junto con una propuesta de personas para ocupar los distintos cargos de Directores de área fundamentada en su capacitación profesional y/o experiencia. Entiendo que a muchos les parecerá una locura… pero ¿cómo se le pone el cascabel al gato? ¿Somos concientes de que en muchas organizaciones los ejecutivos terminan ejerciendo el poder real y que el Movimiento Scout Mundial en general no es excepción? Si bien en estos tiempos la mayoría del Ejecutivo NO es rentado (Solo el DE), esta situación (creo) no será para siempre porque también es cierto que para lograr una asociación eficaz y eficiente en algunos niveles precisamos personas altamente capacitadas  que puedan dedicar las horas necesarias para el cumplimiento de la Misión institucional... y atender las necesidades de todo un país no alcanza con tiempo voluntario semanales… 

            Otro ítem que no podemos dejar de pensar respecto de la estructura es cuál sería la mejor forma de organizarnos en lo operativo territorial. Sabemos que el Distrito es la estructura básica de organización de los grupos, y que entre otras cosas que están mal la Asamblea de Distrito no establece lineamientos a su Concejo de Distrito ya que los temas de la misma son los “nacionales”... para pensarlo y muy en serio. 

            Un reclamo común es que las autoridades de la Zona sean elegidas por los socios y no por la Nación. La zona debiera ser (a mi criterio) un nivel operativo y nada más; El DZ podría ser elegido por los socios y sus asistentes conformarían los equipos de Asesoramiento y Supervisión por parte del nivel Nacional. 

            La realidad nos marca también que hay lugares de nuestro país en donde sólo tenemos la posibilidad de uno o dos Distritos pero no alcanza para una zona… pensemos en la Provincia de La Pampa (por ejemplo) en la que existe UN Distrito. Nos es necesario pensar a su vez en otro tipo de conformación regional que puede ser la Unidad De Desarrollo en la que sus funciones obedezcan tanto al Distrito como la Zona… 

            Muchas son las cuestiones que tenemos que debatir y decidir en este corto tiempo; no quiero dejar de señalar la importancia de incluir mecanismos de consulta y decisión vinculantes que nos permitan avanzar ante determinadas problemáticas sin generar el gasto muchas veces imposible para el cuerpo asociativo del costo de una ANE por un tema que quizás su resolución puede lograrse mediante otras vías. 

No está además agregar al debate algunos de los  inconvenientes señalados oportunamente por Alejandro Fossati respecto a que como asociación no tenemos diseñado un buen sistema a la hora de la toma de decisiones, o vamos por mayoría simple o pretendemos el consenso general. Existen mecanismos de mayoría compleja en la que se establecen porcentajes del quórum para determinados temas (50 %, 66 %, 75%) los cuales no tenemos en cuenta; de la misma forma que es necesario el pensar en mecanismos de condiciones mínimas de capacitación para la toma de decisiones en determinadas áreas como puede ser el caso de Programa y las INDABAS en la que para la toma de decisiones sea necesario haber aprobado los cursos básicos del área. 

            Esto recién empieza, y sólo son algunos esbozos de ideas que me parecía interesante poner a circular... el debate que debemos realizar es mucho más amplio y profundo porque debemos tener en cuenta que una vez que reformemos los Estatutos y posteriormente los Reglamentos todos padeceremos los errores que cometamos en esta nueva fundación de Scouts de Argentina, sin pactos preexistentes ni compromisos que no queramos asumir.

        

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