El
puño labrador se aterciopela, y en cruz en cada labio se aperfila. Es fiesta! El ritmo del arado vuela; y es un chantre de bronce cada esquila. |
Luce
el apostol en su trono, luego;
y es, entre inciensos, cirios y cantares, el moderno dios-sol para el labriego. |
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TERCETO AUTOCTONO |
Afílase
lo rudo. Habla escarcela...
En las venas indígenas rutila un yaraví de sangre que se cuela en nostalgias de sol por la pupila. |
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Las
pallas, aquenando hondos suspiros, como en raras estampas seculares, enrosarian un símbolo en sus giros. |
Cesar
Vallejo
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