Algunos tips o ideas a la hora de amar por escrito
Una carta de amor contiene, como lo hemos ya expresado, las sensaciones más íntimas, la desnudez más extrema del alma, si son escritas en la embriaguez del amor.
Una carta de amor puede ser la llave para abrir el corazón del ser amado, o para escalar un peldaño en la relación.
La carta debe provenir de lo más profundo y desnudo del alma.
Las cartas de amor contienen palabras degradadas por el uso. Más de una vez uno escribe y resuelve quemar lo escrito, porque le parece inapropiado.
No importa ser un escritor profesional, pero el cuidado al redactar, el cuidado de la ortografía, prolijidad en la disposición del texto, son un “most”.
Ante todo, uno está escribiendo a alguien que ama profundamente, debe ser sincero y no guardar cartas “bajo la manga”.
¿Dónde se escribirá la carta? ¿En un papel especial?
Antiguamente se utilizaba el pergamino, se ataba con una cinta y se lacraba.
¿Queremos recrear esa fantasía? Podemos hacerlo, es un elemento lúdico para agregar a la relación. Podemos dedicarle todo el cuidado a nuestra caligrafía, comprar una pluma y tintas especiales para tal importante evento, en fin, ritualizar ese acto si lo creemos conveniente, para lograr un resultado final que sea una perfecta ofrenda de amor. Una letra de médico en un papel que usamos para la lista del super, evidentemente no logrará el efecto deseado.
¿Qué pondremos en la apertura y el cierre? Al igual que en un poema, la apertura debe ser un anzuelo, y el cierre ser un remate perfecto, una ola que se repliega sobre la playa luego de arrollar con vehemencia las arenas. Si le escribimos a alguien con quien mantenemos la más íntima relación, no le escribiremos con el mismo tono que usaríamos para un amigo.
¿Vamos a agregar una foto que mueva la ternura sobre el ser amado mientras se realiza la lectura?
Todos estos detalles lograrán la felicidad de la persona que amamos, dibujarán una sonrisa en su boca, pondrán brillo en su ojos, y lograrán que esa carta incluso nos sobreviva, siendo atesorada por el destinatario durante toda una vida.