Carta de Beatrice Campbell a George Bernard Shaw
18 de noviembre de 1912
No más imposturas -una verdadera carta de amor esta vez- entonces podré respirar libremente y quizás, quién sabe, comience a incorporarme y a sentirme bien.
No he dicho "bésame" porque la vida es demasiado corta para el beso que mi corazón reclama... Todas tus palabras son como viento ocioso. Mírame a los ojos por dos minutos sin hablar si te atreves! ¿Dónde podrán estar tus 54 años? ¿y mi corazón de abuela? y cuántas horas estarás atrasado para la cena?
Si me das un beso y puedes besarme solamente si digo "bésame" y nunca diré "bésame" porque soy una viuda respetable y no dejaría a ningún hombre besarme a menos que estuviera segura del anillo de bodas. Stella (Liza, quiero decir)..
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