Dos canciones de Jaime Dávalos (música de Eduardo Falú)
Resolana
Perdón... Te digo adiós.
Si perdonas podrás olvidar.
No quiero que el amor,
sea trigo sembrado en el mar.
Solo quiero que seas feliz,
te libres de mí,
y recobres la fe.
Que te quede de mí la ternura,
como resolana debajo la piel.
Se ha roto entre los dos,
la alegría del sueño de amar.
Nos queda la ilusión,
y es posible volver a empezar.
Nadie puede inventar el amor,
no me tengas rencor.
Despedirse es tan cruel...
Que te quede de mí la ternura,
como resolana debajo la piel.
Y cuando el amor renace,
vuelve a cantar la vida,
vuelve la fe perdida.
Todo tiene sentido otra vez,
si te queda de mí la ternura,
como resolana debajo la piel.
La nochera
Mojada de luz
en mi guitarra nochera
ciñendo voy tu cintura
encendida por las estrellas.
Ciñendo voy tu cintura
encendida por las estrellas.
Quisiera volver a verte
mirarme en tus ojos quisiera
Robarte guitarra adentro
hacia el tiempo de la madera.
Cuando esta zamba te canto
en la noche sola recuerda
mirando morir la luna
como es larga y triste la ausencia.
Mojada de luz...
La letra pertenece a Jaime Dávalos y la música a Eduardo Falú, su "socio musical" (ver foto). Lo que escuchas de fondo es "La López Pereyra".